Tuesday, December 22, 2009

Felicidades!!!!


Hola, si estás aquí es porque tienes en tus manos un cd de audio que grabé con algunas de las piezas de unos grupos y cantantes que conocí este año y que me parecen geniales (Clem Snide, Clap Your Hands and Say Yeah, French Kicks, Lhasa) y algunos otros que conozco desde hace mucho y que siguen siendo de mi predilección (The Church, Luna).

Pero estás aquí también porque el que tengas ese disco significa que eres muy importante para mí (solo hice tres copias de este disco, afortunada o desafortunadamente!), que eres alguien con quien he querido compartir esta maravillosa música en esta época del año, en vísperas de Navidad y Año Nuevo.

Quiero que sepas que te deseo lo mejor hoy y siempre, que espero que el próximo año sea un año de metas alcanzadas y de objetivos realizados. Que toda la felicidad posible sea parte de tu vida. Gracias por ser como eres! Te mando un abrazo y un beso!

Sinceramente

Ricardo Martínez García.


Ésta es la lista de las canciones que puedes escuchar en tu cd. Espero que verdaderamente las disfrutes y te gusten como a mí me han encantado!

  1. . Something Beautiful (Clem Snide, End Of Love)
  2. . Theologians (Wilco, A Ghost is Born)
  3. Over and over again (Lost and Found) (Clap Your Hands and Say Yeah, Clap Your Hands and Say Yeah)
  4. The Sound of German Hip Hop (Clem Snide, End Of Love)
  5. . Loverdust (Luna, Best of Luna)
  6. . Jews for Jesus Blues (Clem Snide, End Of Love)
  7. Weird (Clem Snide, End Of Love)
  8. . Love in the Ruin (French Kicks, Swimming)
  9. . Superfreaky Memories (Luna, Best of Luna)
  10. . Why Would You WannaLive (Wilco, Being There, Disco 2)
  11. . All Our Weekends (French Kicks, Swimming)
  12. . Someday Soon (Wilco, Being There, Disco 2)
  13. . The Skin of my Yellow Country Teet (Clap Your Hands and Say Yeah, Clap Your Hands and Say Yeah)
  14. . Anchorage (The Church, Untitled # 23)
  15. . Fill me With Your Light (Clem Snide, End Of Love)
  16. . Sex Tourist (French Kicks, Swimming)
  17. . Atlanta (French Kicks, Swimming)
  18. . La Celestina (Celestina) (Lhasa de Sela, La Llorona)

Friday, December 18, 2009


Historias reales hechas ciencia ficción

Ricardo Martínez García

La nueva cinta de James Cameron, Avatar, presenta un espectáculo visualmente magnífico que dejará contentos a aquellos que gustaron de películas aparentemente tan disímbolas entre sí como Apocalipsis Now, Aliens, Titanic, Identidad Sustitua, Shrek y Un hombre llamado caballo, entre otras.

La animación y los efectos especiales son magníficos, así como la combinación de ambientes que mezclan escenarios de guerra, de viajes espaciales, de aventuras fantásticas, de viejas mitologías sobre la naturaleza y hasta de romance.

La argumentación dramática de la cinta es como un tratado sintético de varios momentos estelares de la historia de la humanidad: la conquista de ciertos territorios en busca de los tesoros autóctonos por parte de los invasores inversores, tal como hicieran aquellos países colonialistas europeos (y luego preponderantemente los Estados Unidos) de los siglos XVI al XX en América, Asia y África; en esa búsqueda de lugares míticos como El Dorado, los conquistadores en busca de riquezas se ven en la necesidad de “desalojar” a los pueblos habitantes de esos lugares objeto de su ambición.

Historias como la de la Malinche pero a la inversa, o del exterminio de los indígenas y el ecocidio de todo aquel elemento natural que estorbe a las desmedidas ambiciones de riqueza por parte de un gran conglomerado empresarial poseedor de naves espaciales son expuestas en esta interesante cinta como si fueran el resultado de una cegera moral y social de esos mega ricos que solo ven por sus propios intereses.

Jack Sully (Sam Whortington, al que vimos como el buen robot en Terminator 3) es un ex marine asignado a una misión espacial comercial como sustituto de su hermano gemelo y desarrollador de un proyecto de creación de avatares dirigido por la enérgica pero de buen corazón doctora Grace (la siempre correcta Sigourney Weaver).

El proyecto Avatar es concebido como una manera de infiltrar a un humano, con el fin de ganar su confianza y conocer sus debilidades, en la comunidad de los nativos Na´vi del satélite Pandora de un planeta llamado Polyphemus, ubicado a casi cinco años luz de la Tierra y que tiene una atmósfera nociva para los humanos. El proyecto así genera criaturas que combinan el ADN de los nativos con el de los humanos, y estas criaturas son controladas a distancia (como en la película de Identidad Sustituta) por algún ser humano que duerme, como aquellos dobles de los que habla Don Juan Matus en los libros de Carlos Castaneda.

El avatar de Sully ingresa a la comunidad de los Na´vis de una manera afortunada, al ser señalado como alguien único (como si fuera un ungido) y protegido por la hija del jefe de uno de los clanes de Na´vis. En la lógica precisa de estos nativos, son los humanos los que son alienígenas. Scully, tal como el personaje de Richard Harris en A man Called Horse (Silverstein, 70) es expuesto a algunas pruebas, luego de las cuales es considerado como uno de ellos y luego como un líder, se liga a la hija del jefe, la bella Neytiri (Zoe Saldana) y hasta doma a una criatura voladora (como Burro en Shrek) que lo distingue aún más.

Como si fuera el coronel Kilgore de Apocalipsis Now (Ford Coppola, 79), personificado por Robert Duval, el Jefe de Seguridad y ex militar Miles Quaritch (Stephen Lang) se sabe jefe absoluto de esos humanos mercenarios tripulantes de helicópteros futuristas al servicio de la empresa espacial que busca hacerse de una sustancia muy valiosa y que sirve para la generación de energía, por lo que los acicatea sin piedad para destruir a estos “monos azules”, como llama el representante de dicha empresa a los nativos.

La duración de la cinta es de dos horas y cuarenta minutos pero es bastante amena y no se siente demasiado larga; el final es en cierto modo predecible, es como si Cameron sintiera culpabilidad por lo que hicieran en el pasado algunos países como el suyo, y ahora propusiera el muy positivo cuidado del medio ambiente, enfatizando la importancia de una mítica unidad entre la tierra y los seres vivos que lo habitan, los cuales están realmente conectados con ella y que son un todo armónico que se encuentra en peligro por esa especie dañina y enemiga de casi todos los demás seres en el universo, precisamente por su naturaleza destructiva: el hombre.

Se trata de una cinta entretenida que hace reflexionar sobre el papel de cierto tipo de seres humanos depredadores y su incidencia en un universo por el momento ficticio pero plausible.

Tuesday, December 15, 2009

Buenas Costumbres


Diálogos y personajes inteligentes y divertidos

Ricardo Martínez García

Buenas costumbres es una cinta de época costumbrista sobre cierta aristocracia británica que nos remite de inmediato a los ambientes familiares narrados por Jane Austen en Sensatez Y Sentimientos o en algunos cuentos de Virginia Woolf, pero con la peculiaridad de introducir un elemento discordante en esa sociedad en los años veinte: la bella esposa americana de John Whittaker (Ben Barnes), el hijo aventurero que regresa a la palaciega casa familiar para presentarla a sus parientes.

Larita Whittaker (Jessica Biel, que presenta un trabajo sobresaliente) es una hermosa y joven mujer adelantada a su tiempo, avispada e inteligente conductora de autos de carreras, que se casa con el joven John porque es un alma pura e intachable. Pero el encuentro con la familia de su esposo, sobre todo con su suegra Verónica (Kristin Scott-Thomas, siempre en plan grandioso) resulta cada vez más complicado: a pesar de la cortesía con la que se tratan, entablan ingeniosas conversaciones en donde descargan toda su mordacidad una contra otra, como si se tratara de personajes de El Abanico de Lady Windermere, obra sensacional de Oscar Wilde.

La belleza, frescura e ímpetu de Larita pronto contrasta con el anquilosado estilo inglés de vida familiar de los Whittaker y hace obvios sus prejuicios e idiosincracia. Con el único que medianamente congenia es con Jim Whittaker (Colin Firth, haciendo una vez más alarde de su capacidad histriónica y de sus dotes para el tango), su suegro y ex capitán en el ejército británico, atormentado por su experiencia en la guerra.

El director Stephan Elliot presenta esta comedia romántica que a ratos parece una incisiva y crítica disección de la aristocracia y de sus pequeños secretos, de sus hipocresías y envidias, todo ambientado magníficamente en la hermosa campiña británica y musicalizada con piezas de charleston y música popular norteamericana de principios del siglo XX.

Basada en la novela del escritor británico Noël Coward Easy Virtue, el ritmo de esta cinta pareciera sugerir una ligereza de estilo de vida de la familia Whittaker, en la que aparentemente su estilo de vida es de sibaritas, pero que en el fondo esconde situaciones maritales, familiares, económicas y sociales que nadie se atreve a reconocer. Ciertos estilos y situaciones de vida, como el de Larita y el de Jim Whittaker, son incomprendidos o de plano juzgados con los prejuicios de una clase social enclavada en una tradición de siglos.

Se trata de una excelente película que en su ritmo sutil y ameno encierra algo más que una comedia de situaciones familiares. No deje de verla.

Saturday, December 12, 2009

Caso 39


Terror reciclado

Ricardo Martínez García

Emily Jenkins (Renée Zellweger) es una asistente social que supervisa casos de niños maltratados y se encuentra atiborrada de trabajo, cuando se le asigna el caso 39. Lillith Sullivan (Jodelle Ferland) es en apariencia la dulce e inocente niña que sufre un intento de asesinato por parte de sus propios padres, y es rescatada por Emily. De ahí arranca un argumento predecible que no aporta gran cosa a las cintas del género de terror.


Dirigida por el cineasta alemán Christian Alvart, que ahora queda lejos de aquel trabajo de su debut Antibodies (05), donde hacía cierto alarde del manejo de la tensión psicológica, Caso 39 se ubica entre La Profecía (Donner, 76), Llamada Perdida (Miike, 04) y alguna otra por el estilo como la de El Ángel Malvado (Ruben, 93), pero mucho más light en sus pretensiones satánicas pesadillescas y perversas, aunque con buenos efectos especiales, cosa que no le otorga ni un punto más de originalidad ni calidad argumentativa.


Las situaciones planteadas entre la buena Emily y la pequeña Lillith resultan predecibles desde el inicio. El atractivo de la cinta radica en ver qué tanto de lo que se previó resulta acertado, por lo que el espectador puede hacer sus apuestas sin salir demasiado mal parado.

Sin ofrecer una mala actuación, a pesar o justamente por las actitudes irracionales en las que cae su personaje, Renée Zellweger últimamente se ha embarcado en algunos trabajos no demasiado afortunados para su propia carrera, dejando de lado aquellas comedias que la lanzaran al estrellato, como la serie de El Diario de Bridget Jones, personaje creado por la mordaz escritora británica Helen Fielding. El guión de Caso 39 está escrito para aquellas generaciones nuevas de adolescentes que no tienen edad suficiente para recordar aquella saga de La Profecía, o la original El Exorcista (Friedkin, 73), y que están más familiarizados con los remakes de cintas asiáticas como Ringu (Nakata, 98), que diera lugar a El Aro, con Naomi Watts, o Chakushin Ari , cuyo remake es Llamada Perdida (el mismo Miike autodevaluándose, 04).

La actuación de la niña Jodele Ferland es tal vez lo mejor de esta cinta palomera.

Saturday, December 05, 2009

Chef a la Carta


Sabrosa y Picante
Ricardo Martínez García
“En este restaurante la gente no viene sólo a comer, viene a que nos la follemos” dice uno de los cocineros en esta divertida comedia picante, Chef a la Carta (08) ópera prima del director español Nacho García Velilla y protagonizada por Javier Cámara.

Maxi (Cámara en un papel que ni mandado a hacer) es el chef del restaurante Xantarella, quien aspira a una estrella en la guía Michelin de la alta cocina. Dueño de una exuberante personalidad –que hace decir a sus empleados que a veces se porta como una loca histérica mal follada-, de pronto ve su vida trastocada por el hecho de que su ex esposa agoniza y tiene que hacerse cargo de sus dos hijos, a los que casi ni conoce.

Alex (una estupenda Lola Dueñas de muy buen ver) es la maitre del restaurante de Maxi y su mejor amiga, hasta que aparece la manzana de la discordia representada en el ex futbolista Horacio Peretti, aunque de entrada Maxi tiene las de ganar.

García Velilla presenta una cinta que ofrece una visión muy gozosa y divertida de la vida de Maxi, pero a la vez sobre las dudas y prejuicios que permean aún en la gente heterosexual como de la homosexual, lo cual le enfrenta a situaciones conflictivas. Maxi no tiene problemas sobre su inclinación sexual, pero tiene que lidiar con la situación familiar que se le presenta, y los primeros resultados no son demasiado satisfactorios.
A ratos comedia de enredos y a ratos drama familiar con ligero tinte de crítica social constructivista, la cinta ofrece la oportunidad de ver el trabajo de dos actores dramáticos (ambos han trabajado en cintas de Almodóvar, como Hable con ella y Los abrazos rotos) explotando su lado más cómico y lúdico.
Con excelente ritmo y guión, se trata de una cinta muy recomendable por la variedad de situaciones, por la implícita reflexión sobre la libertad sexual que no lo es tanto, por la unidad familiar tan vulnerable que es, y por la solidaridad y amistad destacable entre Maxi y Alex, personajes que se vuelven entrañables de inmediato. Excelente opción para pasar un rato divertido y hasta hilarante.l

Thursday, December 03, 2009

Bienvenidos a Woodstock


La gran pachanga rockanrolera

Ricardo Martínez García

¿Quién no ha organizado una fiesta a la que de pronto se suman invitados o gorrones en tal cantidad y a tal grado que la fiesta se desborda de manera inimaginable, con los consiguientes problemas con los vecinos, la música y el estrépito extremos, situaciones totalmente inesperadas y la mayor parte de las veces divertidas y memorables? Tal es el caso de Bienvenidos a Woodstock, del aclamado director taiwanés Ang Lee.

La gran pachanga rockanrolera que presenta Lee no es la del concierto de Woodstock, ni las vicisitudes de los grupos de rock en el escenario sino aquella que inicia desde la planeación del festival, con organizadores buena vibra omnipotentes económicamente, cuyo dinero resuelve cualquier problema u obstáculo que se presenta.

Todo comienza con una triste y poco concurrida reunión de la “cámara de comercio” de un pequeño pueblo llamado White Lake, presidida por el pujante joven judío Elliot Tiber (Demetri Martin), quien previamente había llegado a ese lugar a tratar de ayudar a sus padres en el pago del embargo sobre su derruido motel, pretendidamente llamado “centro vacacional”.

En esa pobre reunión se ofrecen dos propuestas, una de las cuales florece cuando el Festival de Música y Artes de Woodstock que se llevaría a cabo en el poblado de ese nombre se cancela pues los permisos para realizar el famoso concierto son negados por sus habitantes. Entonces Eliot mediante un par de llamadas entra en contacto con los organizadores del concierto, y a partir de ahí los acontecimientos avasallan no solo a Elliot, sino a toda su localidad y gran parte de ese territorio en el estado de Nueva York.

Como una bola de nieve humana, Elliot ve cómo todos los espacios públicos son invadidos, y también ve cómo su propia vida entra en una etapa de descubrimientos muy propios de la época: la animadversión contra la guerra en Vietnam y el eslogan de amor y paz, el uso indiscriminado del LSD y del hachís, el sexo abierto y homosexual, la sicodelia en pleno, y hasta el redescubrimiento de su propia familia, como la avaricia sin límite de su madre.

Ang Lee se aleja de monstruos verdes y secretos morbosos más o menos bien guardados, y ofrece en Bienvenidos a Woodstock (Taking Woodstock, 09) una visión colorida y tremendista –no podía ser de otro modo- de la organización, de los preparativos al vapor y de lo que ocurrió no dentro del Festival propiamente, porque en esta cinta no hay una sola presentación de algún grupo participante como The Band o The Who, si acaso de unos grupos locales para los propios habitantes, sino de lo que ocurre alrededor de, a partir de la visión de Elliot y sus circunstancias personales, de su lucha por sacar adelante a sus padres, y de su lucha por encontrarse a sí mismo. Y al encontrarse a sí mismo da origen, a través de sus pequeñas pero decisivas gestiones, a uno de los festivales más memorables no sólo de esa época sino de la historia total del rock.

No es como el documental filmado por Michael Wadleigh y editado por Martin Scorsese en 1970, que hasta se ha considerado “culturalmente significativo” por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, que sí muestra la labor musical de grupos como Ten Years After, Jefferson Airplane o Santana, para mencionar algunos; la cinta de Lee tiene un interés dramático y no documental, muestra el despertar gozoso en muchos sentidos de esa generación de jóvenes norteamericanos de cara a la actitud bélica de su gobierno, el movimiento feminista, el pacifista y el mundo del alucine sicodélicas, así como el descubrimiento y desparpajo de la sexualidad en la masa humana que un evento de esa magnitud propició y generó en ellos mismos.

Resultan entrañables las actuaciones de Liev Schreiber (que aparece en X Men Los Orígenes como Dientes de Sable, el medio hermano de Wolverine) como un ex sargento que estuvo en Vietnam y que ha decidido ser como realmente es, haciéndose llamar Vilma, y la de Demetri Martin al interpretar a Eliot, personaje que seguramente no imaginó la vorágine que su vida experimentaría en esos días de mediados de agosto de 1969.

El hablar lento mientras se alucina, la buena vibra y otros tópicos típicos de la sicodelia sesentera han llegado a ser lugares tan comunes en la cultura actual que resulta gracioso verlos en su ambiente de origen y tan natural. Bienvenidos a Woodstock es una película divertida y entretenida que mitifica y desmitifica aún más tales elementos culturales, si cabe una expresión tan contradictoria.

Amantes


Pasiones que se desbordan

Ricardo Martínez García

La vida no es siempre lo que nos gustaría sino lo que realmente se nos presenta, cosa que por más bueno que nos parezca a veces no es suficiente para vivirlo con pasión y convicción, aunque supere todas las expectativas que pudieran tenerse.

Tal es la situación de Leonard Kraditor, (un excelente Joaquin Phoenix), quien luego de una dolorosa separación con su prometida, regresa a vivir con sus padres, tan solo para encontrarse con una disyuntiva amorosa: lanzarse de cabeza en una relación a todas luces inestable con la hermosa Michelle Rausch (Gwineth Paltrow, con una muy sólida actuación) o aceptar una muy estable y favorecedora relación con la hija de unos amigos de sus padres, la no menos bella Sandra Cohen (Vinessa Shaw, muy a la altura dramática de sus compañeros).

La tensión y el drama que logra el director James Gray son manejados magistralmente, pues siempre están latentes en Leonard como en Michelle reacciones pasionales extremas. Justamente sus frecuentes excesos emocionales los lleva a pensar en la posibilidad de estar juntos, pero dos almas así difícilmente podrían permanecer unidas. Leonard de pronto se encuentra como el perro de las dos tortas, pero al fin pareciera actuar de modo sensato.

Leonard es un atormentado e inseguro hombre, aficionado talentoso de la fotografía, miembro de una familia judía preocupada por su bienestar, luego de sus intentos de suicidio. Por eso cuando conoce a Michelle, y posteriormente a Sandra se aferra a ellas, sobre todo de la primera, para salir de su depresión. Pero pareciera que su destino no es elegir entre ellas sino darse cuenta de lo que realmente tiene, de aquello que se pudiera convertir en su verdadera y propia vida, y no en una muy agradable fantasía.

Amantes (Two Lovers, 08) es una película sobre las pasiones humanas, sobre los errores y aciertos que se comenten a lo largo de una vida en términos sentimentales. El manejo de los personajes y su interpretación augura alguna nominación nuevamente para la Paltrow, Phoenix y el mismo director. Como dice el póster de la cinta, se trata tal vez de una de las mejores cintas del año.

500 días con ella


No es una película de amor

Ricardo Martínez García

Summer es una chica a la que le gustan algunas retorcidas letras de Belle and Sebastian, se declara fan de The Smiths y afirma que el amor no existe. También declara que se siente incómoda siendo “algo” de alguien, y responde que prefiere su independencia cuando se le pregunta por qué no tiene novio. Tom Hansen es un joven y alivianado escritor de tarjetas de felicitación que ha estado esperando a la chica adecuada durante toda su vida… hasta que conoce a Summer Finn.

El director Marc Webb presenta en 500 Días Con Ella (500 days of Summer, 09) una comedia que pretende ser realista sobre las relaciones amorosas de una joven pareja, con sus momentos felices y sus desaveniencias, en una especie de montaña rusa sentimental a través de una historia contada de manera no lineal, fragmentada, con flashbacks continuos pero con un interesante y optimista desenlace.

Una voz en off nos informa que sólo hay dos clases de personas: hombres y mujeres. Así, de esas dos clases únicas surgen parejas que entran en contacto, se conocen, se unen, se separan y se olvidan. Algunas comienzan con situaciones que preludian una relación en la que a veces vive uno en el total azote y el otro casi con indiferencia. Tal es el caso de Tom y Summer.

Tom (Joseph Gordon-Levitt) considera que solo se ama o se enamora una vez en la vida, pero también tiene la teoría de que las relaciones amorosas fracasan gracias a las películas, a la música pop y a que las chicas no saben lo que quieren. Y eso se le hace muy patente luego de llevar una relación de estira y afloja con la tierna y dulce Summer (Zooey Deschanel, la hermana menor de Emily, famosa por su papel como la doctora Brenan en la serie Bones), quien desde el principio le ha dicho que no quería establecer una relación de noviazgo, aunque sus actitudes hacen pensar otra cosa a Tom, que tiene una tendencia a atormentarse a partir de su frustración por no tener claro si es o no es. Él cree que sí y ella no.

La incongruencia o la incoherencia o la indefinición de su relación de pareja es lo que comprensiblemente o incomprensiblemente molesta a Tom, pues ese tipo de relación es justamente la que ha aceptado, y tal es la naturaleza de la relación que mantiene con Summer. Ella está segura de que los sentimientos hacia él no son suficientes para mantenerse a su lado pero no por eso deja de verlo.

La cinta resalta los momentos depresivos que se producen luego de una ruptura con la persona que se ama, pero con humor y buena cara. Es la clase de cinta que a nadie que se encuentre en ese estado se le ocurre ver, a no ser que un amigo o amiga lo obligue. También se destacan los momentos alegres o chuscos que Tom tiene con su mejor amigo Paul (Matthew Gray Gubler, el joven detective genio de Mentes Criminales), o los que tiene con su juiciosa y experimentada hermana menor.

No es una película de amor ordinario, sino de los desamores que conducen a otros amores. El juego de los nombres de aquellas mujeres con los que Tom entra en contacto (Summer, Autumn, que significan Verano y Otoño) parece indicar que el amor es como las temporadas del año, y que si el amor existe, no siempre es para siempre. El resultado total es una comedia inteligente, ligera, con un sentido de humor ácido pero disfrutable y que al fin hace reflexionar al espectador, que con gran probabilidad se identifique con alguno de los personajes.

Friday, November 27, 2009

Génova


Sencillez y elegancia

Ricardo Martínez García

El cineasta británico Michael Winterbottom entrega un trabajo preciosista con su cinta Génova, un drama que enfatiza la importancia del bienestar familiar, de los valores como el amor filial y fraternal, la amistad y el compañerismo, a través de un guión bastante sencillo y filmada en bellas locaciones de la extraordinaria ciudad italiana del título, con sus construcciones, iglesias y paisajes costeros, además musicalizada exquisitamente con piezas de Satie y de Chopin entre otros. El resultado es bastante agradable y sin pretensiones.

Un desafortunado accidente automovilístico deja a Joe (Colin Firth) viudo prematuramente. Sus hijas Mary y Kelly sobreviven al accidente pero con secuelas traumáticas que no logran identificar sino con el paso del tiempo.

Con el fin de olvidar o de recuperarse del terrible golpe emocional, Joe decide llevar a sus hijas a Génova, donde a través de su amiga Barbara (Katherine Keener) ingresa a una universidad a dar clases.

El peso dramático lo aporta en primera instancia Mary (Perla Haney-Jardine), quien por ser la más pequeña de la familia sufre de modo más directo la pérdida de su madre, además de culparse por su muerte.

La reconstrucción de esta familia, traumatizada por una pérdida de tal magnitud, es muy lenta y complicada, sobre todo cuando cada uno debe ocuparse de sus propios deberes. El hecho de que Kelly (Willa Holland) está en plena pubertad le hace ver su suerte a Joe, que tiene que lidiar con ciertos aspectos de su rebeldía.

El balance que logra Winterbottom entre la cotidianidad herida de la familia y los preciosos lugares en que filma su cinta, el sabor cosmopolita que se percibe en la convivencia general es algo que sobresale en esta cinta exhibida en la presente Muestra Internacional de Cine en la Cineteca. Se trata de una película de primer nivel pero a la vez sin pretensiones, no deje de verla.

Thursday, November 26, 2009

Luna Nueva


La invisible luna

Ricardo Martínez García

La saga de Crepúsculo, Luna Nueva, basada en las obras de Stephenie Meyer y adaptadas para el cine por Melissa Rosenberg, cinta que al parecer ha sido muy esperada por algunos adolescentes despistados, hace gala de un drama “romántico” en el peor de sus sentidos.

Si el verdadero romanticismo surgió como un movimiento artístico caracterizado por oponerse al racionalismo y a la ilustración e inclinándose preferentemente por los sentimientos, aquí encontramos el soso dilema color de rosa de una ya no tan adolescente chica que se debate inútilmente entre el amor que siente por el buen vampiro Edward Cullen y la atracción que comienza a sentir por Jacob Black, el semisalvaje hombre lobo que también la pretende.

La cinta se convierte así en los lentos desvaríos de Bella (la casi inexpresiva Kristen Stewart) que se encuentra en medio del ascéptico mundo de Edward (Robert Pattinson) y los Cullen –vampiros muy fashion que tripulan autos de lujo y viven en una súper moderna casa- y el primitivo mundo al que pertenece Jacob Black, conformado por unos rupestres y salvajes hombres lobo enemigos de los vampiros.

Lo que no se entiende es cómo un vampiro puede tener tan nobles sentimientos que hasta es capaz de sacrificarse sin sentido por el bien de quien dice que ama pero se separa de ella, mintiéndole sobre esos sentimientos. Aquí se contradice, además de los sentimientos de los amantes, el espíritu de los vampiros que se supone son despiadados y sin sentimientos por esos humanos, que son simplemente su alimento.

La breve pero significativa referencia a Shakespeare y su Romeo y Julieta (en alguna escena Bella al parecer estuvo leyendo esa obra) le queda demasiado grande al argumento de la cinta, pues no hay en ella ningún drama universal que involucre a dos familias enemistadas hasta la muerte del tamaño del que plantea el genial autor inglés. Porque entre vampiros y hombres lobo hay pactos o alianzas mínimas que garantizan su “convivencia”.

Si en Le Cirque du Freak he comentado que hay una visión de los vampiros edulcorada y light, en Luna Nueva esta tendencia se exacerba, con unos vampiros muy aburguesados, pertenecientes a una clase rica y al parecer muy bien educada, aunque algunos de ellos todavía reaccionen como el Conde Drácula al ver a Jonathan Harker afeitarse y sangrar de una pequeña herida en la barbilla, en la clásica obra de Bram Stoker.

Por cierto, de acuerdo con Stoker en el libro citado, los nombres vrolok y vikoslak (la primera en lengua eslovaca y la segunda en la lengua serbia) “significan igualmente algo así como hombre lobo o vampiro”. Detalles interesantes como los acuerdos o alianzas entre los vampiros representados por los Cullen y los hombres lobo a los que pertenece Jacob se pierden irremediablemente por la intención de la directora de privilegiar la visión romántica de la cinta centrándose en los debates internos de Bella.

La cinta se regodea en lo que siente Bella, en su depresión, en su lucha por olvidar a Edward, en sus esfuerzos por pertenecer a su mundo. Pero no hay drama, no hay tragedia, salvo que gracias a Bella las alianzas entre los vampiros y los hombres lobo están a punto de desaparecer.

La aportación de Dakota Fanning es irrelevante, juega el rol de una especie de mensajera con poderes para influir en la persona que lo desee de manera negativa. Pero su aparición está descontextualizada. Tal vez los lectores de las novelas de Meyer sí tengan claro su papel.

El rescate final de Edward por parte de Bella se resuelve de manera casi ridícula, aunque representa irónicamente lo más interesante y movido de la película.

Luna Nueva queda muy lejos en calidad argumentativa y en dramatismo de otras del género vampiresco. Casi ya no tiene nada que ver con cintas como Nosferatu, ni la de Herzog (79) ni la de Murnau (22), o con el Drácula de Browning (31) ni de Francis Ford Coppola (92), o incluso de la mexicana El Vampiro, de Fernando Méndez (58) y protagonizada por el entrañable Germán Robles.

Los intereses tanto de la escritora Meyer y los del director Chris Weitz van más por el aspecto comercial que por el respeto al género en el que ya casi ni se puede incluir a su película. El resultado es un desabrido drama semi romántico predecible y sin mayor chiste. El aspecto lúdico-terrorífico de las cintas que han caracterizado al género ha desaparecido totalmente, tan invisible como la luna en su fase conocida como luna nueva.

Tuesday, November 24, 2009

Un Hombre Serio


Fábula jasídica

Ricardo Martínez García

Como si fuera la continuación de una fábula jasídica en la que con gran probabilidad se encuentra algún tipo de sabiduría milenaria que se burla de la cotidiana seriedad de nuestras vidas, la nueva cinta de los hermanos Coen, Un Hombre Serio (09), nos muestra la situación matrimonial de un profesor de matemáticas judío, la manera de vivir en su comunidad y el papel que él mismo piensa que tiene.

Los Coen realizan esta cinta a partir de sus recuerdos infantiles, de cuando vivían en un barrio de clase media ubicada en el Medio Oeste de los Estados Unidos a fines de la década de los sesenta, en una familia judía que luchaba por no perder su identidad religiosa y contra el desapego que esa vida moderna ofrecía a chicos como ellos, con fenómenos culturales como el florecimiento de la música rock, la marihuana de los hippies, los radios de transistores y la carrera espacial por llegar a la luna.

El profesor de matemáticas Larry Gopnik (Michael Stuhlbarg) ve cómo se desmorona su matrimonio sin haber siquiera sospechado que tal cosa pudiera ocurrir. Casi sin oposición de su parte, va aceptando el evento traumático a partir de la manipulación de la que es hecho objeto por su esposa y su nuevo novio. Sus hijos están más interesados en sus propias cosas como para darse por enterados de la separación de sus padres.

En una comunidad judía regida por estrictas reglas y preceptos para casi todos los eventos posibles en la vida (con rituales para nacimientos, iniciaciones religiosas, bodas, funerales, separaciones, etcétera), reglas que le dan orden a lo que se percibe como caótico, es irónico que sea precisamente un profesor, que puede explicar matemáticamente la teoría de la incertidumbre de Heisenberg a unos desinteresados estudiantes, el que experimente repentinamente el desorden en el que se convierte su vida.

Pero el genio matemático no está solo en Larry, como profesor de matemáticas, sino también en su hermano Arthur, quien no tiene un trabajo formal y tiene que vivir en casa de Larry, motivo de molestia de la familia de éste, pero que goza de una mente privilegiada también para las matemáticas y desarrolla una teoría que examina las probabilidades en el universo. La aplicación de tal teoría le permite jugar a las cartas y ganar dinero, pero pronto los apostadores lo denuncian por “tramposo”. Tal vez ese es uno de los aspectos de la ciencia al que se refería la vieja fábula del fruto del árbol del bien y del mal en el Génesis.

Este aspecto de la cinta recuerda un poco aquella cinta π El orden del Caos (Darren Aronofsky, 98), en el que un matemático llamado Maximilian Cohen, inspirado en ciertas enseñanzas jasídicas, cree poder encontrar un modelo matemático con el cual poder explicar toda la realidad (algo que desde Pitágoras y seguramente desde antes se cree posible). Pero se encuentra con ciertas anomalías como resultado de sus cálculos realizados en una computadora llamada Euclides y con el interés tanto de un grupo sectario de estudiosos de la Torá como el de cierto grupo de financieros de Wall Street, que ya ven formas de sacar provecho a partir de dicho modelo matemático.

Volviendo a Un Hombre Serio, el nuevo desorden percibido en su vida familiar y académica lleva a Larry a buscar ayuda de los que se supone que sí saben, y en su caso son los rabinos de su comunidad. Consulta a dos de ellos, no sin ciertos problemas pues los rabinos son personas muy ocupadas en sus reflexiones, sin sacar gran cosa en claro. Uno de ellos le cuenta una fábula sobre mensajes inscritos en la parte interna de la dentadura de un señor pero dicha fábula no le dice nada, otro usa elementos demasiado mundanos para explicar ideas profundas que tampoco le dicen nada. Al final, sus problemas aparentemente se solucionan tan azarosamente como le surgieron.

Primera cinta de carácter eminentemente judío y autobiográfico que los Coen filman en su ya larga carrera, rodada en excelentes locaciones para dar el efecto de la época, esta cinta es también un reflejo de la contribución y casi dominio de productores, guionistas y directores de origen judío en la industria cinematográfica, así como en otras áreas del conocimiento humano, como el de la física, las matemáticas, las artes y un largo etcétera. Pero también nos muestra parte de sus mitos y ritos que forman parte de su riquísima cultura. Si usted gusta de los filmes complejos y de mensajes no demasiado explícitos, no deje de verla.

Saturday, November 21, 2009

Los Abrazos Rotos


El mundo trágico/feliz de Almodóvar

Ricardo Martínez García

En el universo de personajes almodovarianos destaca un punto en común que les confiere su gran humanidad: la extraordinaria cotidianidad de los hechos trágicos y/o felices que se eslabonan en la vida de cada uno de ellos.

Ciertos acontecimientos vitales de sus personajes se convierten en pistas a seguir en la maraña de situaciones que desembocan en el presente y que son explicados sólo en la medida en que se entienden tales acontecimientos del pasado.

Desde la estupenda Mujeres Al Borde de un Ataque de Nervios, Almodóvar nos ha acostumbrado a una temática de situaciones de relaciones humanas universales pero vistas con un alto grado de profundidad. Celos, infidelidades, traiciones, secretos y revelaciones sobre asuntos familiares, sexo, mucho sexo, son constantes en sus filmes que mantienen un alto nivel de calidad aunque sí hay algunas que pueden considerarse mejores que otras.

El impacto de Volver (06) por ejemplo, con su compleja frescura y profundidad de sentimientos encontrados, ha sido mayor que el de esta nueva cinta de Almodóvar protagonizada nuevamente por su musa de cabecera actual (como en alguna época lo fue la estupenda Carmen Maura), la bella y adelgazada Penélope Cruz.

No es que Los Abrazos Rotos sea mala película en absoluto, pero una vez que se han lanzado verdaderos hits como Hable con ella (02), Todo sobre mi madre (99), Tacones Lejanos (91), Pepi, Luci, Bom y Otras Chicas del Montón (80) entre otras, resulta cada vez más difícil sorprender al espectador, por más que esta nueva cinta no desmerezca de las anteriores y que además reafirma las razones por las que seguiremos considerando al cineasta manchego como uno de los grandes en la actualidad.

Almodóvar aprovecha el guión de esta nueva cinta para homenajear el propio trabajo de los guionistas y del proceso de filmar que representa a su vez una subtrama dentro de la trama propia de la cinta. Es como la celebración del cine realizada por la misma película que se está rodando, tal como se hace en Cinema Paradiso, de Guiseppe Tornatore y otras por el estilo, que celebran el aspecto lúdico-doloroso de la creación cinematográfica.

Penélope (Lena) encabeza el reparto, seguida de Lluis Homar (Mateo/Harry Caine), y espléndidamente apoyadas por algunas otras actrices frecuentes de Almodóvar como Blanca Portillo (Judit), Lola Dueñas (la lectora de labios), Rossy de Palma y además la comediante conocida por la serie Aída, Carmen Machi. Se trata de una cinta muy disfrutable y entretenida, no deje de verla.

Cirque du Freak: El Aprendiz de Vampiro


Super freak edulcorado

Ricardo Martínez García

Si en la novela clásica de Bram Stoker la figura del Conde Drácula es totalmente preponderante, en los libros de Darren Shan los vampiros ya no son tan sobrenaturales como para formar parte de un Circo de Fenómenos o de Raros. Y no es que eso sea necesariamente menos (al parecer los monstruos también sufren deflación, en el afán de convertirlos en bienes literarios de consumo general), pero aún entre los monstruos hay clases.

Dentro de la mitología de vampiros que consolidara y popularizara Stoker en 1897 con su famoso libro, el cual tiene como antecedentes los relatos de Polidori y Le Fanu entre otros, resulta en la nueva literatura del género que hay clanes o bandas de vampiros que operan como siempre desde la clandestinidad pero que están enfrentados entre sí, distinguiéndose por una clara división tanto de métodos como de costumbres entre ellos.

Las cintas de Blade, protagonizadas por Wesley Snipes, la segunda de ellas dirigidas por el muy talentoso Guillermo del Toro, trataban por ejemplo de un hombre en medio de dos mundos –como en una tragedia de Sófocles-, un vampiro diurno llamado Blade, a su vez cazador de vampiros, que se alimentaba de sangre no humana, y que se encontraba opuesto a otro clan de vampiros que habían conformado una mafiosa cofradía para instaurar un sistema civilizado de alimentación sanguínea a partir de los humanos (análogamente como un sistema tributario o hacendario) pero en el cual había partidarios de realizar dicha alimentación a la antigüita, es decir chupando directamente el rojo líquido del cuello de sus suministradores, como quien se alimenta de leche de vaca.

En la cinta Cirque du Freak, El Aprendiz de Vampiro, basada en la obra del mencionado Darren Shane y con un título que naturalmente remite a la clásica cinta de Tod Browning, Freaks, filmada en el ya lejano año de 1932, aunque sin la vorágine de pasiones desbordadas que se muestran en esa primigenia y extraña cinta en blanco y negro, el director neoyorkino Paul Weitz, quien curiosamente es nieto de la actriz mexicana Lupita Tovar, nos muestra una versión edulcorada de la historia de dos adolescentes que, a partir de sus propias características personales, son enrolados por los respectivos diferentes bandos de chupasangres: los vampiros “civilizados”, liderados por Larten Crepsley (John C. Reilly), que se desempeña como maestro de ceremonias en el Cirque du Freaks, y los “vampaneses”, comandados por un obeso muy experto en magia negra. La lucha entre el bien y el mal, lo que quiera que signifique en tal contexto, alcanza incluso a las facciones entre los vampiros, cosa que no es tan novedosa en realidad, como lo han mostrado esas cintas de Blade o las de Inframundo entre otras.

La cinta de Weitz, quien dirigiera en el 99 la cinta American Pie, cuenta con un gran reparto: Ken Watanabe como Mr. Tall, Salma Hayek como la bella y barbuda Madame Truska, Willem Dafoe como Gavner Purl, y el citado John C. Reilly entre otros, todos en medio de una producción que no echa toda la carne al asador.

La historia es predecible, da la impresión de que no termina de arrancar, aunque cuenta con sus toques de humor y de romance, como el que se desarrolla entre Madame Truska y el vampiro Crepsley o entre Darren (Chris Massoglia) y la simpática Rebecca (Jessica Carlson). La versión que se exhibe en México, gracias al doblaje tal vez, tiene un cierto aire como de cinta de Disney dirigida a un público demasiado infantil.

No hay un alarde extraordinario de efectos especiales, y los que hay parecieran ser el resultado algo chabacano de trucos de circo más que evidentes, como el de la araña de Crepsley, la desmedida estatura de Mr. Tall (Watanabe), el crecimiento de las barbas de la Truska, los veloces desplazamientos de Crepsley, la generación de pequeños monstruos que recuerdan un poco a Gollum de El Señor de los Anillos, o los efectos y maquillaje propios de los demás freaks que aparecen en el Cirque.

El resultado general no augura que sea una cinta que produzca demasiadas emociones entre los adolescentes, como en el caso de la saga de Crepúsculo. Lo mejor de la cinta son las escenografías, oscuras y a ratos hasta siniestras, pero sin poder quitarse cierto aspecto superficial, como de plástico o de terror muy light. El acto de lealtad y generosidad que realiza Darren por su amigo Steve (Josh Hutcherson) se pierde por la propia dinámica de las relaciones entre vampiros y vampaneses.

Se trata de una cinta meramente para ver un rato a Salma, a Defoe, a C. Reilly y para pasar el rato y comer palomitas tranquilamente viendo esta comedia vampiresca un sábado por la tarde en compañía de la familia.

Thursday, November 12, 2009

Brüno


El gran desparpajo gay

Ricardo Martínez García

Ooops, como Britney Spears, Brüno lo vuelve a hacer. El estrambotiquísmo actor británico Sacha Baron Cohen vuelve a poner el dedo en la llaga de lo políticamente correcto con su nuevo personaje Brüno, un modisto austriaco gay que se esfuerza por abrirse camino en el mundo fashion internacional pero con desastrosos resultados.

Brüno es como una gran broma absurda, jocosa ciertamente a ratos, que se prolonga a lo largo de la cinta durante hora y media, que hace mofa de lo peor del mundo de la moda, del machismo, de las adopciones interraciales que tanto le gustan a los famosos, del deseo de triunfar a toda costa que el mundo moderno ha inoculado en estos seres humanos dispuestos a cualquier cosa (como permitir que sus pequeños hijos sean usados de cualquier modo, con tal de conseguir un trabajo en un comercial). Una broma así de larga resulta cansada.

Los personajes que forman el mundo de Brüno muestran una desparpajada sexualidad gay que rompe con los esquemas de las buenas conciencias, algo tan chocante para ciertas personas que resultan tan naturales sus reacciones como la de los visores del programa piloto que el modisto prepara con una supuesta entrevista con Harrison Ford, en su intento por alcanzar el éxito en Los Angeles, luego de que es puesto en la lista negra de los desfiles de modas.

El ácido humor de Sacha se centra sobre todo en la visión gay que su personaje tiene del mundo y de la vida. Es como el humor escatológico-sexoso-militar de Adam Sandler en No Te Metas Con Zohan, tan incisivo respecto a las incongruencias en la lucha entre palestinos e israelíes.

A propósito de lo anterior, uno de los momentos más angustiantes pero hilarantes de esta cinta es cuando Brüno sale vestido casi como judío ortodoxo ¡en Israel! y tiene que salir corriendo ante el acoso de algunos miembros de esa ala ultra conservadora del judaísmo.

Las escenas sexuales no son tan explícitas como en la clásica y divertida cinta gay Acóstándose con Perros (Wally White, 95) porque el tono de esta película dirigida por Larry Charles es casi como de un documental falso, que lo acerca naturalmente a Reli…qué?, del mismo director, en el momento en que se pretende que Brüno desea convertirse en un hombre heterosexual “porque eso” es lo que tienen en común los más grandes y exitosos actores de Hollywood, y para ello acude a un “convertidor” de gays religioso al que le coquetea de la manera más descarada, o como cuando el filme muestra cierto carácter exploratorio de la ideología social, al estilo que tanto le gusta a Michael Moore, y que Brüno hace patente al participar en un panel donde la mayoría del público es de raza negra y él hace alarde de su homosexualidad y de su descuidada adopción de un bebé, justamente afroamericano, llamando a los africanos afroamericanos “porque es lo políticamene correcto”. El público casi se lo come.

Si a ciertos espectadores les repugna ver a dos hombres besándose absténganse de ver esta cinta, o tal vez podrían preguntarse –como un mero ejercicio intelectual, se entiende- si detrás de su aspecto varonil no se oculta la necesidad de mantener en secreto una naturaleza menos masculina. Eso es al menos lo que Brüno no puede ocultar: que por más que luche por su heterosexualidad, su naturaleza al fin aflora.

Sacha Baron Cohen ha dado ingeniosas entrevistas para promover esta cinta, diciendo cosas como que el mayor aporte de Salma Hayek al mundo de la moda es lograr que todos los demás se vean bien vestidos a su lado. Es como para asarlo vivo, ¿no Salma?

Monday, November 09, 2009

Almas Pasajeras

¿Final inesperado?

Ricardo Martínez García

¿Hay alguna diferencia entre la vida de todos los días, común y corriente, y lo que viene después de nuestra muerte? No lo sabemos, ni tenemos forma de saberlo. Cualquier cosa que se suponga sobre eso es mera especulación. Y esa especulación ha dado para cualquier cantidad de argumentos cinematográficos.

Tal es el caso de Almas Pasajeras (Passengers, 08), del director y guionista norteamericano Rodrigo García. Claire Summers (Anne Hathaway) es una psicóloga a cargo de un grupo de pasajeros sobrevivientes de un accidente de avión. Algunos de ellos son renuentes a las sesiones e incluso se niegan a asistir. Tal es el caso de Eric (Patrick Wilson) que en lugar de sentirse mal acepta todo y pretende seguir con su vida normal.

Los otros pasajeros en terapia comienzan a recordar los eventos previos al accidente, por lo que Claire sospecha que la versión oficial –que presume un error del piloto, el cual murió en el accidente, convenientemente para la aerolínea- no es correcta y se lo hace saber a quien cree ser el representante de la aerolínea. A partir de ahí la cinta se convierte en algo que parece una historia de paranoia compartida entre los pasajeros sobrevivientes y su sicóloga, que al fin se enamora de Eric.

Todo parece indicar así que se trata de un conflicto de intereses por parte de la aerolínea y la necesidad de saber la verdad de lo ocurrido por parte de la psicóloga y su grupo con el fin de promover su aceptación. Por otro lado la pscióloga se siente culpable por “traspasar la línea ética” con uno de los pasajeros. El director García propone un final como quien prepara una gran broma, con una vuelta de tuerca que da un nuevo significado a toda la trama de la cinta.

Los parecidos con otras cintas son tan evidentes que el espectador no podrá dejar de hacer las correspondientes comparaciones. La actuación de la Hathaway es cada vez más sólida, convincente, contenida, además de su belleza y simpatía. Si la historia no tuviera esa vuelta de tuerca final haría preguntarse a más de uno ¿a dónde va esta historia? Su estreno en México habría sido óptimo el 2 de noviembre.

Thursday, October 22, 2009

Roberto Bolaño


En busca de Bolaño o de la obra de un autor de culto

Ricardo Martínez García

El mundo de los escritores noveles, pobres e inexpertos, completamente marginales, que apenas sobreviven en oscuras y sucias buhardillas, mal pagados en el mejor de los casos o explotados por revistas o periódicos de mala facha y de peor prestigio, en suma, el mundo de los escritores fracasados pero comprometidos hasta los huesos con la literatura, es un tema que aparece constante en los escritos de Roberto Bolaño.

Las ciudades de México, Barcelona, París, Londres, son escenarios típicos que dan sustancia a los relatos o novelas de Bolaño. El conocimiento de algunos barrios y calles populares –que parece haber recorrido una y otra vez- que tiene de esas ciudades introducen al lector en ambientes familiares, conocidos, que permiten su identificación plena tanto con lugares como con personajes.

El amor por la literatura lleva a los protagonistas –a la manera de modernos Ulises homéricos- por odiseas pletóricas de aventuras, de sufrimientos, de gozo, de experiencias vitales y humanas, a veces demasiado humanas. Los argumentos bolañescos son complejas ramificaciones dramáticas que se desprenden de un hilo conductor común: el gusto por escribir y por la vida misma.

El estilo sabroso y juvenil que desprenden de las narraciones de esos primeros escritores –a la vez personajes del escritor- al hablar del amor, de la libertad inconsciente del que tiene todo el tiempo del mundo para la literatura y para nada más, escritores que como buenos lectores de otros escritores como José Emilio Pacheco o José Agustín son llevados a extremos muy bien elaborados en novelas como Los Detectives Salvajes, 2666 o en relatos como Llamadas Telefónicas. Ese gusto que se desprende de la narración de personajes como Arturo Belano (alter ego de Bolaño, escritor chileno atormentado y trotamundos) o de Juan García Madero o Ulises Lima, o Leprince, que son personajes que revelan en sus odiseas la Odisea mayor del autor que se proyecta y se identifica en sus propios personajes, dotándolos de una tangible –por humana- realidad.

Bolaño es un creador de historias de escritores desaparecidos, escritores míticos, o generadores de escuelas o corrientes literarias (como el real visceralismo, hermano ficticio del infrarrealismo), escritores cultos y a la vez objetos de culto; es un creador de historias de lectores voraces capaces de enfrentar y vencer el hambre con tal de satisfacer su necesidad de lectura; Bolaño crea estudiosos que trabajan tras las pistas de algún escritor o escritora -como verdaderos detectives- del cual se han vuelto especialistas pero que se alcanzan a dar cuenta de que sus búsquedas no alcanzan a llenar sus propias vidas. Historias de vida que son inabarcables, en las que las vidas de los personajes se parecen tanto a las de su autor.

Roberto Bolaño nació en Santiago de Chile el 28 de abril de 1953. Vivió su infancia en esa ciudad y luego se mudó a la Ciudad de México en 1968, donde se convirtió en un lector voraz, asiduo visitante de bibliotecas públicas. Fue cuando decidió ser escritor. Tras un breve regreso a Chile, donde estuvo preso durante una semana, regresó a México y fundó una corriente literaria de vanguardia llamada infrarrealismo. Luego, decepcionado del mundo literario mexicano y de sus manejos, partió hacia El Salvador, a diferentes lugares de Europa y África, lugares en los que trabajó en muy diversos oficios. Finalmente decidió quedarse en España, donde pudo dedicarse exclusivamente a escribir, ganando cada vez mayores premios y reconocimiento.

Bolaño murió a causa de una insuficiencia hepática, el 14 de julio de 2003. Sus obras incluyen títulos como Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, La Senda de los Elefantes, Los perros románticos, La pista de hielo, La literatura nazi en América, Estrella Distante, Llamadas Telefónicas, Los Detectives Salvajes, Nocturno de Chile y 2666.

Tuesday, October 20, 2009

9


Mística versus tecnología

Ricardo Martínez García

En un mundo completamente destruido por la guerra, las creaciones tecnológicas con forma de máquinas robóticas tremendas, al principio utilizadas como armas contra otros humanos, se han vuelto contra sus creadores, obteniendo previsiblemente la victoria.

El científico creador de una súper máquina llamada Cerebro, luego de la traición de su gobierno y ejército (clara referencia a los gobiernos de corte fascista), se da cuenta de las escasas posibilidades de sobrevivencia del ser humano en esa guerra contra Cerebro, y entonces se ve obligado a hacer uso de viejos conocimientos de hechicería o misticismo (magia, en cualquier caso) para traspasar o transmutar partes de su espíritu a unos muñequitos con el fin de preservar esa última esperanza en el ser humano.

Con un argumento más parecido a Terminator 3 pero sin perder cercanía con ciertos aspectos de Coraline, 9 es una cinta escrita por Pamela Pettler, la guionista de El Cadaver de la Novia y La Casa de los Monstruos.

Dirigida por el debutante cineasta Shane Acker, la película es una historia animada y elaborada de manera soberbia, cuya originalidad radica, además de los estupendos diseños, en el aspecto místico mágico que resulta de usar la transmutación –entendida como el traslado de una energía o alma contenida en un cuerpo a cualquier otro material u objeto- para contrarrestar el peligro de la tecnología sin conciencia convertida en eficaz destructora del mundo.

En ese aspecto la cinta está más próxima a El Castillo Vagabundo, de Hayao Miyazaki (04) solo que con una visión mucho más compleja, siniestra y oscura, aunque ambas comparten aspectos humanos como la solidaridad, la amistad y la unión.

La cinta es producida por Tim Burton (que no necesita presentación), Timor Bekmambetov, el director ruso de Los vigilantes de la noche y Jim Lenley, productor ejecutivo de la estupenda cinta francesa La Escafandra y la Mariposa.

9 es el nombre del último de los muñecos que el científico creador de Cerebro ha construido y ha puesto en él lo último que le quedaba. Cada uno de esos muñecos lleva como nombre el número correspondiente a su confección. Están así el número 1 que es el viejo líder que se cree algo así como un sumo sacerdote que tiene que ser obedecido aunque a veces sus órdenes responden más al miedo que a otra cosa. Su guardia es el fortachón número 8, 6 es un artista gráfico, 2 es un inventor, 5 un especialista mecánico y 7 una intrépida guerrera. La animación de estos muñecos es tan buena que uno puede percibir sus ágiles y gráciles movimientos como si fueran pequeñas ardillas corriendo.

Las voces en inglés de estos simpáticos muñecos han corrido a cargo de Elijah Wood (9), Christopher Plummer (1), Jennifer Connelly (7), Martin Landau (2), Crispin Glover (6) y John C. Reilly (5).

Se trata sin duda de una cinta muy atractiva para el público infantil pero con grandes mensajes para los adultos. Así como Coraline, se volverá muy pronto una cinta clásica de la animación inteligente, cuyo mensaje es que la tecnología usada sin conciencia siempre caerá en la depravación, justamente porque carece de corazón o alma. No deje de verla.

Rec 2


Terror a la española 2

Ricardo Martínez García

En el año 2006 Jaume Balagueró y Paco Plaza realizaron una cinta que rozaba lo sublime y a la vez lo ridículo, con buenas caracterizaciones y un maquillaje correcto, tal era Rec, aunque la historia no fuera muy original. Ahora sin olvidarse del maquillaje correcto y buenos y sencillos efectos, ambos cineastas españoles sí se olvidan del aspecto sublime y se acercan peligrosamente al ridículo completo en Rec 2.

Si bien aquella primera cinta estaba más definida por su parentesco terrorífico-catastrófico con cintas como Exterminio (Boyle, 02) y otras, planteada en un ambiente claustrofóbico donde los protagonistas se las tenían que ver con un supuesto brote de algún tipo de feroz epidemia en un aislado edificio habitacional, y cuyo desenlace consistió en una atinada vuelta de tuerca al proponer que no era una epidemia sino la consecuencia de una enzima obtenida de la sangre de una niña, supuestamente poseída por algún demonio y que se había salido de control (?), otra cosa es arrancar en esta nueva cinta de esa misma premisa para desarrollar una trama con resultados inverosímiles y absurdos.

El resultado es una cinta gore voluntaria o involuntariamente cómica a ratos, con ligeras y probables referencias, se me ocurre, a Santo en la Venganza de la Momia de René Cardona (71) a El Exorcista de William Friedkin (73) y al Nosferatu de Werner Herzog (79). Más allá de esas probables referencias y los vaivenes de calidad que eso representaría, la cinta de Balagueró y Plaza –en la que abundan las muy españolas expresiones lingüísticas como hijo de puta, joder, mierda, etcétera- propone algo imposible y científicamente absurdo: encontrar la forma de sintetizar un espíritu maligno a partir de una sustancia material con el fin de fabricar un antídoto, como si el mal fuera algo tangible como la influenza o como un virus o algo parecido y que pudiera propagarse a través de una mordida. Es como pretender obtener la esencia del amor a partir de una muestra de sangre humana. El mal no es físico sino metafísico, lo mismo que el bien, el amor, el odio, etcétera. El bien y el mal son cuestiones de moralidad y espiritualidad, no de química o física.

Los personajes en la cinta están apenas esbozados, pero todo ocurre tan vertiginosamente que es difícil definirlos. Todos comparten la histeria, la desesperación, la angustia, una vez que se dan cuenta de que no tienen salida, de que se han metido en una trampa mortal y horrorosa. Esas sensaciones son amplificadas gracias a la técnica de filmación de cámara al hombro (igual que su antecesora), que refleja un punto de vista sumamente subjetivo.

En esta nueva cinta reaparece Ángela (Manuela Velasco) la periodista de aquel show de televisión llamado “Mientras usted duerme” en el mismo papel pero con un protagonismo algo más trascendente que aquel de la cinta anterior, ahora sin gritos histéricos ni locuras exageradas, pero que la aproximan al papel realizado por Linda Blair, que tan famosa la hiciera en la mencionada cinta de William Friedkin, aunque esta vez va un poco más allá.

Si usted vio la cinta anterior, tal vez tenga curiosidad de ver esta secuela que, a mi gusto, no es mejor que la primera.

Thursday, October 15, 2009

Sector 9


Fascismo y ciencia ficción

Ricardo Martínez García

El lugar: Sudáfrica (sede del próximo mundial de futbol y conocido país donde se produjo el infame apartheid o segregación política, económica, social y racial de parte de la raza blanca de los Bóeres hacia la raza negra nativa), la situación: una enorme nave extraterrestre averiada se estaciona sobre Johanesburgo, lleva ahí más de 20 años y la tripulación que traía vive hacinada en un horrible ghetto llamado Sector 9. Son casi dos millones de “langostinos” como peyorativamente los llaman los miembros de la Multi National Union (MNU), una especie de confederación de naciones.

La presencia de estos langostinos extraterrestres es tolerada por supuestas “razones humanitarias” pero viven en condiciones más que miserables; nadie sabe para qué llegaron a la Tierra o cuál era su misión, simplemente están ahí, sin integrarse, sin trabajar (a diferencia de lo que cualquier grupo de migrantes desea justamente al migrar, con los cuales pudieran ser comparados estos extraterrestres), siendo objeto de segregación y represión por unos humanos hipócritas y facciosos –los nigerianos controladores de las apuestas, la prostitución y otras lindezas, los empresarios que ven oportunidades de lucrar en cualquier situación que se presenta, los gobiernos represores que desean mantener a toda costa el control sobre la población o las propias buenas sociedades que se desentienden de los problemas “sociales” y sólo muestran indiferencia.

Esta cinta, dirigida por Neill Blomkamp y producida por Peter Jackson, el famoso director de la trilogía de El Señor de los Anillos, es una metáfora de las relaciones que se producen con los extraños, sean migrantes o –en este caso- los ficticios extraterrestres. La discriminación, la segregación, los abusos, el sentimiento de superioridad siempre emergen cuando hay un grupo que se apodera del control. En este caso el MNU (especie de ONU pero de carácter empresarial), es el organismo que decide trasladar, quién sabe por qué, a los extraterrestres hacia un lugar en peores condiciones aún. En esta infame labor de desalojo Wikus van der Merwe (Sharlto Copley), el responsable de la operación, se infecta de algo y este hecho le cambiará la existencia. La vida de Wikus se convierte en una pesadilla kafkiana en la que pasa a ser objeto de una feroz persecución.

No todos los extraterrestres que se muestran en la cinta son (inexplicablemente) poco menos que cavernícolas y eso lo descubrirá Wikus con base en el sudor y la sangre. El desenlace será feliz para algunos y trágico para otros.

Abrevando de cintas como Starship Troopers (Verhoeven, 97) por el tipo de extraterrestres y la forma militar de tratarlos, de Distrito 13 (Morel, 04) por el encierro obligatorio, las negras intenciones de los gobernantes y los grupos que se disputan la organización delictiva, o de los Hombres X (Singer, 00) por la segregación y experimentación a las que son expuestos algunos de sus miembros, Sector 9 hace de los extraterrestres el objeto de cierta codicia por parte de los empresarios que anhelan sus armas, o de aquellos grupos menos globales pero igual de voraces que desean el poder de sus extraños cuerpos a través de ritos extraños.

La información que ofrece la cinta al inicio es como la de los conocidos noticieros que hablan de los conflictos de guerra: espectaculares, vertiginosos y confusos, que apenas si alcanzan para dar un contexto a lo que el espectador ve, desde la comodidad de su hogar. Esa parte puede cansar al espectador, pero el drama humano-extraterrestre es bastante interesante y la historia de Wikus y sus nuevos amigos vale la pena.