Tuesday, June 30, 2009

Transformers 2 La venganza del caído


¿Cómo sobrevivió la Raza Humana?

Ricardo Martínez García

Transformers 2 es una cinta que mezcla ciencia ficción con elementos míticos que versan sobre el origen de una raza o cultura muy superior a los humanos (no se entiende cómo no fueron totalmente eliminados dichas pequeñas criaturas ante la potencia de estos extraordinarios y metálicos seres). Lo interesante del asunto es que esa línea argumentativa alcanza para sugerir una conexión entre esos robots con la construcción de las pirámides de Egipto y en general con ciertas señales míticas que aparecen en algunas antiguas e importantes culturas.

La historia comienza a partir de que el cubo de la chispa primigenia es casi destruido totalmente en la cinta anterior. Sam Witwicky (Shia LaBeouf) no se ha dado cuenta pero en la ropa que guarda como vestigio de aquella aventura, ha quedado un pequeño fragmento de aquel cubo de extraordinarias cualidades energéticas: los electrodomésticos de su cocina entran en contacto con esa energía y de pronto se convierten en pequeños robots destructivos.

Los Decépticons son una raza de robots alienígenas que llegaron a la Tierra hace miles de años, y que descienden del Caído, uno de los robots conocidos como Prime, del cual Óptimus Prime es el último que queda. Estos Decépticons están empeñados en activar un aparato que les devolverá el poder y la gloria a partir de la destrucción del sol y por consiguiente de la Tierra.

La misión de Sam y de los Autobots aliados con el sector ultra secreto del ejército norteamericano llamado Nest, es evitar que los Decépticons localicen un fragmento de la chispa primigenia, pues con ello podrían revivir a su líder, para no hablar del fragmento que se encontraba en la ropa de Sam.

Se trata de una cinta con altibajos tanto dramáticos como escénicos, oscila entre ciencia ficción, aventura, romance, acciones militares y batallas. Tiene momentos divertidos que involucran a los padres de Sam, al compañero de escuela de Sam, al agente Simmons (un excelente John Turturro) y a las pequeñas peleas entre los autobots gemelos.

Las escenas de acción son tan rápidas que resulta inútil tratar de ver a los robots en sus detalles. Sam les dice a sus compañeros de habitación, que son comandados por Leo (Ramón Rodríguez) y que se dedican a alimentar un portal de internet llamado algo así como lapurajodidaverdad.com, sitio especializado en conspiraciones y secretos públicos celosamente guardados por los militares, como la existencia de los Decépticons, les dice al ver escenas del ataque de los esos robots que eso no existe, que es fácil generar sus imágenes a partir de las computadoras, y ahí está diciendo más que la verdad sobre los efectos especiales de esta cinta.

Mikaela (la bellísima Megan Fox) no hace más que correr al lado de Sam durante casi toda la película, y ser el atractivo sexy femenino de la misma. Este personaje realmente está incluido como el mejor de los adornos y también un poco para equilibrar el peso (escaso) del propio Sam, que, a pesar de ser el elegido no pesa como debería. Son los Autobots los verdaderos protagonistas de la historia, sobre todo Óptimus Prime y el entrañable Bumblebee.

El resultado final es una cinta entretenida pero con uno que otro bache. Si vio la primera, ésta le resultará ligeramente más compleja y larga, pero no lo decepcionará demasiado.

Sunday, June 21, 2009

5° Piso Tour



Arjona en el Auditorio

Ricardo Martínez García

¿Hay algo mejor que pasar una velada en compañía de quien se quiere y se ama, o con algún amigo o familiar o con quien se desee, escuchando canciones irónicas, profundas, retorcidas pero casi siempre románticas? Eso es lo que los asistentes a un casi lleno Auditorio Nacional pudieron disfrutar en el concierto que cerró la gira internacional en la Ciudad de México de Ricardo Arjona, denominada 5° Piso, como su disco más reciente, el día de ayer.
Arjona es un compositor y cantante dueño de un estilo peculiar, celebrado por muchos y criticado por otros, pues es casi narrativo. Las letras de sus canciones son como un argumento literario en el que se desarrolla toda una historia, o un punto de vista, o experiencias personales, pero que todos podemos reconocer por ser historias universales humanas, demasiado humanas, como diría Nietzsche. Son canciones en que las que rara vez es posible escuchar un estribillo a modo de coro, y por ello son canciones difíciles de aprender pero que los verdaderos devotos cantan a todo pulmón, como fue evidente anoche.

El arte de este compositor, lo mismo que el de otros grandes de la canción latina como nuestro Juan Gabriel, los españoles Alejandro Sanz, Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat, es lograr expresar en piezas de unos cuantos minutos, a través de amalgamas de armonía, ritmo y lirismo, experiencias o historias que a todo mundo le remiten a algo de su propia vida, historias en las que cada quien ve reflejada parte de su vida, momentos importantes, momentos tristes o alegres.


A juzgar por la cantidad de gritos que sobre todo se escuchaban en el primer y segundo piso (las secciones populares siempre son las más ruidosas y entusiastas), la fascinación que Arjona y su trabajo produce en sus seguidores mexicanos es muy alta –aunque realmente más en las pertenecientes al género femenino-, sobre todo cuando en compañía de una imponente y virtual Paquita la del Barrio cantó Ni Tú Ni Yo, o en piezas como Desnuda, Tu Casa es de Locos, Quién, Cómo Duele, Cuándo, Te Conozco, El Problema, Tarde (Sin daños a Terceros), Pingüinos en la Cama, Mujeres, Señora de las Cuatro Décadas, Si El Norte Fuera El Sur, Historias de Taxi, o Acompáñame a Estar Solo.

Arjona se hizo acompañar, como suele hacerlo, de un grupo de estupendos músicos (con un violinista y contrabajista de instrumentos eléctricos), lo que hizo que su sonido fuera puro y limpio, aunque no con la suficiente potencia como para apagar el clamor de sus seguidores. Son tan buenos que pasan sin la menor complicación de un género musical a otro, del rock pop a la balada romántica o a la rumba con percusiones, por ejemplo.

El guatemalteco ofreció una cátedra de manejo escénico, al dirigirse al público de muy fluida e interesante manera e hilar canciones como si fueran historias conexas para narrar la de un amor desde que surge, luego la etapa del noviazgo (tal vez la más disfrutable), el conocer a la familia (a veces todo un acontecimiento traumático) y finalmente la unión matrimonial (que se puede volver una pesadilla o ser la felicidad máxima). 

Pero no solo fue eso, también sus canciones hablan del amor no correspondido, del amor libre, de las relaciones contradictorias en más de un sentido, de la acerva soledad, de charlar sin palabras, de ser infiel solo con la propia soledad. De amores desbordados y de provocación.

La escenografía utilizada en este Tour Quinto Piso mostraba un edificio en cuya planta baja se encontraba un Lounge, un cafetín, una peluquería; tanto en el piso de abajo como en el de arriba las escenografías funcionaban como plataformas en donde se colocaron los músicos, Arjona se movió a lo largo y ancho de ella, invitó a una señora a sentarse con él en una mesa del cafetín y le cantó Señora De Las Cuatro Décadas. 
La señora no desaprovechó la ocasión y lo besó en la mejilla al menos un par de veces, ante la envidia de las concurrentes.

Así terminó Arjona la etapa de la Ciudad de México de su Tour, que a cuentagotas (pues no incluye muchas piezas de ese material en el concierto) ha dado a conocer su nuevo material discográfico. Pronto estará en la ciudad de Mérida para un solo concierto, en la Arena Monterrey para un par de presentaciones ahí y luego volará a Panamá, Ecuador, Estados Unidos, donde tiene previsto un intenso calendario de trabajo y finalmente a la Argentina.

En suma, el de anoche fue un concierto disfrutable, cálido y movido, pero sobre todo memorable, al menos para algunos.

Monday, June 15, 2009

Viaje de Bodas


Comedia nórdica de situaciones

Ricardo Martínez García

Viaje de Bodas (Sveitabrúðkaup, 08) es una cinta que nos muestra, dentro de una tradición fílmica poco dada al género de comedia, un aspecto tan universal como el de ciertas situaciones cotidianas que se salen de control en el momento menos esperado.

La cineasta islandesa Valdis Óskarsdottir, quien también escribió el guión, presenta una mirada casual pero íntima de la vida de Ingibjorg y Barði el día que contraerán nupcias. Para tal fin han planeado casarse en una pequeña iglesia en la campiña y han rentado un par de autobuses para menos de veinte invitados, entre amigos y familiares.

La influencia de la corriente fílmica denominada Dogma (con Lars Von Trier y Thomas Vinterberg, entre los más destacados) es patente en esta cinta, como por ejemplo el uso exclusivo de la iluminación natural –lo que le da un aire casi de documental, aumentando los contrastes entre los tonos oscuros y claros- en todas las escenas, o las tomas de movimiento con cámara en mano siguiendo las acciones de los actores.

Cada uno de los invitados a la boda tiene su propia historia personal, cada uno representa un pequeño microcosmos que se relaciona a veces de manera bastante precaria con los demás invitados. Está la abuelita con Alzheimer que hay que cuidar constantemente y que hace reír con sus comentarios fuera de lugar. Está el típico desconocido que fue invitado de la manera más tangencial, o la pareja de gays que no acaban de salir del clóset. O el señor que necesita unos tragos para sentirse tranquilo.

Las historias se entremezclan haciendo ver al espectador que en todos lados se cuecen las habas, pues nos enteramos de que una de las invitadas ha vivido engañada respecto a quién es su padre, uno de los gays, el más joven, no tiene seguridad de ser gay, por lo que rompe con su novio.

También está el hecho de que nadie sabe dónde está la iglesia donde se casará la pareja, por lo que el viaje se convierte en algo frustrante, además de constatar que en el campo las iglesias se parecen tanto, del mismo modo que los paisajes de montañas frías y desoladas.

En franco tono de comedia, nos enteramos de que el sacerdote de la iglesia es un fanático del fútbol, que solo ha oficiado funerales y bautizos, que en la mayor frustración sale ebrio a hablar con los contrayentes y acompañantes y que a fin de cuentas es el amor de la pareja lo importante en todo.

El ritmo es semilento, tal como ocurren las cosas muchas veces en la realidad, pero una vez que la cinta atrapa la atención del espectador, éste disfruta y hasta se divierte al comprobar que todos los pueblos de la tierra tienen las mismas reacciones graciosas en situaciones inesperadas. Hay un momento en que parece una tragicomedia mexicana.

La cinta representa una buena opción para quienes desean ver algo diferente de las comedias que se encuentran en cartelera.

Tuesday, June 09, 2009

Ángeles y Demonios

La Unidad del Bien y el Mal

Ricardo Martínez García

Desde los tiempos primigenios en los que prevalecían los pensamientos míticos para explicar qué es el mundo, se ha generado una idea reiterada que explica que el mundo es el resultado de una lucha constante entre el bien y el mal, de que es una lucha de contrarios en una unidad.

A Dan Brown, el famoso escritor de best sellers, le gusta mucho usar en varios de sus libros antiguos símbolos de estas ideas o nociones sobre qué es el mundo, nociones que a lo largo de la historia se han ido refinando o sofisticando demasiado, combinándolas con los aspectos más progresistas de la ciencia actual. No por nada su personaje más conocido, Robert Langdon, es un profesor de Harvard especializado en simbología.

Una de las primeras religiones de las que se tiene memoria es la que formó Zoroastro, también llamado Zaratustra, la cual fue reformada durante la dinastía Sasánida, propone la idea de que el mundo es resultado de dos entes divinos enfrentados: Ahura Mazda (dios del bien) y Angra Mainyu (deidad del mal) y que a pesar de ser gemelos son contrarios entre sí. Esta noción del bien y del mal enfrentándose permeó de manera muy clara en el cristianismo y en la formación teológica de la Iglesia Católica Romana.

Y es ahí donde Brown contextualiza algunas de sus novelas, que mezclan arte, historia, intriga, secretos y algo con sabor a cuentos de detectives. Así lo hizo con El Código Da Vinci, y así lo hace ahora con Ángeles y Demonios, ambas películas dirigidas por Ron Howard.

En esta nueva cinta la trama gira en torno al deseo de venganza de una secta u organización secreta perseguida por la Iglesia que decide destruir a su enemiga a partir de la utilización de un descubrimiento científico: la antimateria, la cual roban y pretenden usar para hacer volar por los aires a todo El Vaticano.

Si en el Código Da Vinci se manejó la idea de que Jesús se había casado con María Magdalena y que su descendencia llegaba hasta nuestros días, con tremendas implicaciones para la religión católica, el asunto en Ángeles y Demonios supone la existencia de una asociación clandestina que se creía extinta, formada por eminentes hombres de ciencia, los mencionados Iluminati, como Galileo, que busca una revancha histórica y doctrinal ante la que consideran represora Iglesia.

El problema es que en su sofisticación los iluminati de Brown han decidido –para hacer más emocionante la historia- eliminar primero a cuatro favoritos para suceder al recién fallecido Papa, y luego dejar que explote todo. Las autoridades del Vaticano mandan a un emisario para pedir ayuda a Langdon (Tom Hanks) y luego de volar directamente a Roma éste se ve haciendo equipo con una doctora codescubridora de la antimateria, la doctora Vittoria Vetra (Ayelet Zurer).

En un entramado más del guión en el transcurso de la cinta se descubre que el Papa ha sido asesinado, víctima de un deplorable asesinato.

La cinta cuenta con buen ritmo, genera cierto grado de tensión, e incluso de curiosidad, pero lo que más puede llegar a sorprender es el modo en el que maneja la credibilidad o la capacidad de reflexión del espectador.

El personaje clave de esta película no es Langdon sino el Camarlengo (el excelente Ewan McGregor), quien de héroe pasa rápidamente a traidor. Es a él a quien realmente le queda el título de Ángel y Demonio pues parece que esos son los adjetivos que se le pueden aplicar a su persona, dependiendo del enfoque y el momento en el que se le quiera examinar.

Si a usted le gustó El Código Da Vinci, no se puede perder esta nueva cinta. Si le gustaron más los libros, mejor léalos de nuevo.

Friday, June 05, 2009

Wolverine X-Men Orígenes


Jackman = Wolverine
Ricardo Martínez García
Se trata de una de las cintas más esperadas de esta temporada, no solo por ver nuevamente a Hugh Jackman en su gustado personaje, que es gruñón y malhumorado pero todo mundo sabe que de buen corazón y al cual ha hecho tan atractivo a partir de su carisma personal.
El derroche de su encanto lo mostró durante su estancia en México, a donde acudió el actor australiano a una alfombra roja y a una entrevista con Joaquín López Dóriga, a quien tenía fascinado y seguramente a los televidentes también.

La cinta, dirigida por Gavin Hood, nos muestra ciertos detalles de la vida de Jim Logan, mutante con la característica de que cuenta con una capacidad de regeneración y unas garras de hueso que le salen de las manos, que es medio hermano de Sabretooh (Liev Schreiber), quien es mucho más poderoso que él, que ambos tienen vidas longevas como lo muestran sus participaciones como soldados en la Guerra de Secesión, en las dos Guerras Mundiales y finalmente en Vietnam.

Logan cada vez se siente más incómodo con su participación en dichos conflictos, mientras que Sabretooth se deja llevar más y más por una especie de instinto que lo muestra violento y cruel, e incluso depravado (la cinta en este sentido solo lo sugiere) y que se reflejan en sus acciones bélicas.

Logan lo que quiere es vivir una vida normal, pero alguien con sus características no puede aspirar a tal cosa, sobre todo por la existencia de militares como Stryker (Danny Huston), que los ha detectado como “diferentes” y quiere aprovecharse de esa diferencia. Stryker, apoyado por los altos mandos militares, decide hacer de Logan y de su medio hermano armas de alta peligrosidad, pero además jugando un doble juego en el que pondrá uno contra otro a los hermanos. Stryker es quien le cambiará a Logan las garras de hueso por unas afiladas cuchillas de adamantio, además de hacer de él una especie de tanque humano.

El aspecto dramático de la cinta lo ofrece la historia de amor que Logan vive con Kayla Silverfox (Lynn Collins), otra mutante que trabaja en un kínder y cuya habilidad es tocar a las personas y convencerlas de lo que sea. El amor parece terminar mal pero no por causa de los amantes, sino porque ambos son piezas de un tablero que Stryker quiere controlar siempre.

Los efectos especiales son buenos aunque en algunas escenas las garras de Wolverine se ven francamente artificiales. Es una buena película de acción que le apuesta al imán de taquilla en que se ha convertido Jackman pero que no es superior a ninguna de las anteriores de los Hombres X, ni en espectacularidad ni en trama o drama. además es mucha presunción decir que se trata de los orígenes de los hombres X cuando se centra en Wolverine.

Hay algunas inconsistencias argumentativas, pero ya que se ha aceptado la existencia de mutantes de este tipo, el espectador tiene que jugar el juego de seguir la corriente. Así son las cintas de este género: si uno no acepta ciertas premisas, el argumento carece de chiste y lo mejor es no ir a verlas. Pero el público está ávido de espectáculo, y ahí está la taquilla.

Wednesday, June 03, 2009

Star Trek


Startrek o la Guerra de las Galaxias Revisited
Ricardo Martínez García
En un mundo del siglo XXIII donde conviven seres humanos con alienígenas de origen incierto, se forma una Federación (obviamente comandada por las naves de la USS) para combatir a los Romulianos (que más parecen de la mara salvatrucha o indígenas australianos, por la cantidad de tatuajes que tienen), comandados por un violento líder, Nero (Eric Bana), quien se ha tomado como cosa personal la destrucción del planeta Vulcano, del que es originario Spock (Leonard Nimoy), quien por parte de la madre es mitad humano.

Nero intenta destruir ese planeta a partir de la tecnología que Spock ha desarrollado pero en un futuro todavía por venir. Es decir que el presente del joven y brillante Spock (Zachary Quinto) y del impetuoso James Kirk (Chris Pine), es ya el pasado para ellos mismos pero que se ven en la extraña y paradójica situación de volver a ese pasado gracias a la increíble potencia de una sustancia que desintegra planetas enteros y a sus efectos de hoyo negro.

Luego de la cinta de Stuart Baird Star Trek: Nemesis (02), que había sido la versión más reciente de la serie, J. J. Abrahms llega con esta nueva cinta basada en la que fuera la más popular serie de televisión de ciencia ficción en los Estados Unidos y que se transmitió de 1966 a 1969, hace ya cuatro décadas, y que no es tan diferente de otras cintas del mismo género, como la franquicia de Star Wars (que tal vez le deba más a ésta y no Star Wars a aquella), o algunas más recientes como Starship Troopers (97) de Paul Verhoeven, justamente por el carácter bélico de la trama: guerras de conquista o de exterminio o de colonización. Esta primera cinta (pues se prevé que vengan las secuelas) es de un exterminio total del enemigo. Humanos y aliados contra Romulianos.

Los efectos especiales no son en realidad tan especiales, pues siguen viéndose las naves como modelos a escala de juguetes diseñados para la cinta, animados de manera mecánica, aunque seguramente usando programas sofisticados.

El diseño de la nave Enterprise no es mejor por ejemplo que el de la llamada Nostromo, de la película Alien (Scott, 1979). Las escenas de las batallas son muy parecidas (y absurdas, con rayos como de láser pero que hacen un ruido como de artillería de la Segunda Guerra Mundial) a las que se pueden ver en la Guerra de las Galaxias. En ese sentido resulta más divertido y original ver las batallas que se arman entre los humanos y los llamados inséctores en Starship Troopers, a pesar de sus armas y cascos de plástico y de cierto tufillo a fascismo militar. Lo que salva bastante a esa cinta es por supuesto el reparto encabezado por Casper Van Dien, Denise Richards y Neil Patrick Harris, famoso por su personaje de la serie televisiva Doggie Howser M. D.

En esta versión también puede identificarse cierta lucha entre la tiranía de un líder como Nero, y el sistema jerárquico democrático que premia el mérito por parte de los miembros de una federación que como siempre es comandada por el ejército de los Estados Unidos. Sólo para reafirmar la hegemonía hasta el siglo XXIII.

Las mejores actuaciones son tal vez la de Eric Bana como el líder romuliano y la de Anton Yelchin, quien hiciera el protagónico en ¿Quién diablos es Charlie?, y que resulta el más simpático y útil de los miembros de la tripulación del Enterprise.

La que verdaderamente pasa desapercibida es Winona Ryder como Amanda Grayson. Lástima por ella. La cinta tiene buen ritmo y seguramente la disfrutarán los aficionados a este género cinematográfico.

Gomorra


El miserable y sórdido Sistema del mundo criminal
Ricardo Martínez García
Cualquiera que piense que Gomorra es una película más de mafiosos italianos con sus trajes impecables a rayas, al estilo de Frank Nitty o Al Capone, o que espere ver en esta cinta italiana escenas de grandes reuniones de gangsters en salones de lujo acordando negocios sobre una mesa de caoba gigante o decidiendo asesinatos al por mayor, al mejor estilo de las películas de Francis Ford Coppola, Brian de Palma o Martin Scorsese, no podría estar más equivocado.

Lejos del glamour nefasto que la industria hollywoodense ha puesto en sus cintas de mafiosos, creando con ello iconos muy populares y que son más una exaltación a la labor y estilo de vida de esas asociaciones delictivas que una denuncia de su carácter criminal, llámense la Cosa Nostra, la mafia rusa, china, mexicana, o los grandes barones del crimen, en cintas como El Padrino 1, 2 y 3, Scarface, Traffic, Carlito´s Way y otras muchas, el cineasta italiano Matteo Garrone presenta una sórdida y desgarbada pero realista adaptación al libro de Roberto Saviano del cual toma su nombre la cinta que dirige: Gomorra.

El título del libro y de la cinta parece una clara analogía entre la Camorra y la mítica ciudad bíblica emblema del pecado, Gomorra. El término es usado por periodistas y policías que se refieren a lo que los mafiosos napolitanos llaman El Sistema, vocablo que da una idea de lo impuesta y afianzada que está la organización en el entramado social y económico de gran parte de la vida y los negocios en Nápoles.

En el libro hay un capítulo dedicado a un sacerdote asesinado a sangre fría por denunciar las actividades delictivas de esa organización que recluta, utiliza y corrompe a niños y jóvenes sin esperanzas de educación ni de trabajo honesto, del mismo modo que corrompe a los inmigrantes africanos que, nada más llegar a ese país europeo, son usados como burros para el transporte y distribución de droga. Este sacerdote es don Peppino Diana, del cual la cinta extrañamente ni siquiera se ocupa un segundo.
Hay que señalar que el joven periodista Roberto Saviano, napolitano de nacimiento, se ha hecho acreedor a una especie de fatwa (como la que pesa sobre Salman Rushdie por parte del ayatola iraní, que en los hechos representa su condena a muerte) por parte del Sistema por denunciar en el libro a su vez las formas de control y de ejecución del crimen organizado, lo que lo obliga a no dar paso sin su escolta policiaca. En el libro el periodista menciona a las otras grandes organizaciones del empobrecido y terriblemente explotado y contaminado sur de Italia, la famosa Cosa Nostra ciciliana y a la calabresa ´Ndrangheta, pero Saviano se centra en la organización napolitana.

Si el libro, editado en México por Random House Mondadori, es una especie de sociología del crimen organizado, en el que Saviano hace referencia documentada de familias, líderes, combates, hábitos, negocios sucios en gran variedad de rubros y sus múltiples ramificaciones e historias de traiciones con nombres propios, la cinta no se preocupa demasiado por esos nombres ni por aclarar las guerras intestinas entre los miembros de las propias familias que se disputan el control de territorios en Nápoles, o por la forma en que la organización o Sistema defiende y sostiene económicamente a las familias de sus agremiados presos (que es lo que hace don Ciro en la cinta) que aún no los han traicionado.

La cinta pierde su carácter de denuncia al no hacer un uso acusativo de la palabra. Es como un documental que ilustra las formas miserables de vivir de muchos de estos camorristas (como aquellos que esperan su pago semanal por ser familiares de algún miembro del Sistema preso o muerto por sus actividades) y sus formas de sobrevivencia, sus negocios sucios que realizan bajo la idea hipócrita de estar ayudando a alguien, pero que en la cinta se queda solo en eso, en mostrar algo, que por cierto a veces no se entiende si no se conoce el texto original o su contexto.
Saviano dice por ejemplo, en el capítulo dedicado a Don Peppino Diana, que el único instrumento posible para transformar el tiempo de los criminales es la palabra, instrumento que utilizó con gran valentía el sacerdote, quien estaba verdaderamente comprometido con su comunidad, y que al final alguien usó como motivo para eliminarlo. Ahora Roberto Saviano sabe en carne propia lo que es tener una condena así. El lenguaje cinematográfico en esta ocasión queda por debajo del lenguaje del libro.
Mucha de la rabia que experimenta el lector de Gomorra (sobre todo porque en México hay demasiado en común con lo denunciado ahí) se diluye tristemente en la cinta de Garrone, que sin ser una mala película no le hace justicia al libro de Saviano.
Algunos elementos que dejaron de lado el director o sus guionistas (entre ellos el propio Saviano) además del capítulo del sacerdote Peppino Diana, son los referentes al Puerto de Nápoles, que muestra las triquiñuelas de las aduanas: las maneras casi mágicas en que se transforman miles de contenedores en otro tipo de mercancías tan solo porque alguien modifica unos papeles, o el interesante capítulo dedicado al famosísimo fusil de asalto Kalashnikov conocido como AK 47, el familiar cuerno de chivo tan usado entre los narcotraficantes mexicanos y de todo el mundo.
En la película, el sastre Pasquale, verdadero artesano de la alta costura, realiza un vestido de diseñador a precios ínfimos, claro que a costa de una sobreexplotación de decenas de costureras que trabajan por salarios de hambre y con horarios extra sin pago. Luego ve por televisión el mismo vestido en el cuerpo de Scarlett Johansson en una alfombra roja o festival de cine. En el libro, es Angelina Jolie quien viste esos diseños.
El vestido que él y su taller de costura realizaron a petición de los mismos diseñadores que aprovechan la mano de obra baratísima de los talleres ilegales para elaborar sus exclusivos diseños, es mostrado como otro de los aspectos en los que la Camorra ha puesto sus intereses. Pasquale termina su carrera luego de que lo descubren dando clases de alta costura en un taller de chinos. Se convierte en un simple chofer de camión de carga.
Los negocios del concreto, de la construcción, del manejo y desecho de materiales tóxicos, además de las drogas, la prostitución y todos esos rubros clásicos que caracterizan a las mafias, son expuestas en el libro de manera brillante por Saviano, no así por la película. Aún así es una cinta recomendable, sobre todo para los estudiantes que tienen la posibilidad de estudiar y no lo hacen.