Sunday, October 31, 2010

El último Exorcismo

Un cuento fantástico

Ricardo Martínez García

Ubicada a la mitad de una especie de falso documental de cierto estilo que recuerda a Reli...qué? (Larry Charles, 09), donde se muestra que la fe de muchas personas es irreflexiva y es más un acto inconsciente que no examina racionalmente aquello en lo que cree, y de una cinta de esencia hermética aunque muy por debajo de la elegancia de cintas como Ojos bien cerrados (Stanley Kubrik, 99), El último exorcismo (Daniel Stamm, 10) es una narración con una pretendida seriedad documental sobre la falsedad de las posesiones pero que, en una vuelta de tuerca jamesiana, se vuelve algo totalmente inesperado, cuyo desenlace coloca a la cinta en una línea argumentativa semejante a la de ciertos cuentos de terror de principios del siglo XX, como Antiguas Brujerías, de Algernon Blackwood.

El argumento gira en torno de la premisa falaz que dice “si crees en Dios, crees en el diablo”, sin proponer argumentos de índole teológica que pudieran aclarar cómo esos dos conceptos pueden equipararse. La cinta muestra a un pastor, Cotton Marcus (Patrick Fabian) que sabe de la ignorancia de su grey respecto a varios aspectos de su manera de vivir el culto, caracterizada por su irreflexibilidad e inconsciencia, y decide mostrar en un documental cómo la gente cree en los exorcismos y en la manera fraudulenta en que se realizan, con trucos de feria aplicados en la persona supuestamente poseída. Marcus atiende a una chica llamada Nell, (Ashley Bell) a la que él supone trastornada o incluso violentada pero no poseída. Los problemas comienzan cuando Nell se aparece en su habitación en medio de la noche. De ahí se desata una serie de acontecimientos en los que Marcus pasa de exorcista fraudulento a cruzado sin esperanza en medio de algo que él jamás hubiera imaginado: caer en manos de una comunidad que está más allá del catolicismo o cristianismo y que hunde sus raíces en un culto mucho más primigenio que el de éstas doctrinas.

Mucho menos insatisfactoria que La bruja de Blair, El último exorcismo es un mediano intento por mostrar algo diferente en el género, pero cuyo resultado no hará olvidar de ningún modo al clásico de William Friedkin.

Wednesday, October 20, 2010

El Escuadrón del Crimen

Hay de ladrones a ladrones
Código de ladrones
Ricardo Martínez García

Ser ladrón no parece tan malo cuando se es parte de una banda criminal de altos vuelos, que le roba solo a bancos cuyo dinero está asegurado. Es una versión ligeramente modificada del Robin Hood de la campiña inglesa que le robaba a los ricos para repartir entre los pobres sus ganancias.

Pero estos ladrones saben vivir la vida. Son sibaritas que luego de un asalto, se reúnen como si tal cosa en algún bar de moda a celebrar en un privado a todo lujo el último gran asalto. Tal es la historia que presenta John Luhessenhop en El escuadrón del crimen, estelarizada por Paul Walker, Idris Elba y Matt Dillon, entre otras.

El argumento muestra momentos dramáticos interesantes: la vida personal del jefe de la banda, Jennings (Elba) que tiene que lidiar con una hermana drogadicta, el romance de Jesse (Chris Brown) que se compromete con la ex novia de un cómplice recién salido de prisión, o la intensidad del detective Jack Welles (Matt Dillon). Con ciertos aspectos parecidos a otras emblemáticas cintas del género como Fuego contra Fuego (Mann, 1995), por el profesionalismo y especialización de los ladrones, o Asalto (Mamet, 01), por el código ético entre ladrones que se rompe casi siempre debido a la avaricia o ánimos de venganza de unos a otros y su posterior y previsible traición, la cinta de Luhssenhop es una entretenida cinta de acción y drama criminal en la que el detective es un mudo testigo de los acontecimientos, pues poco o nada puede hacer para evitar los acontecimientos. Un ladrón incluso le recomienda al detective Welles que “no se entrometa”, cuando éste le pisa los talones pero no puede con el lío que se traen de manera interna los propios ladrones.

Mucho mejor cinta que aquella en que actuara Dillon, también sobre un asalto (Armored) pero ahora sí con una actuación mejor dirigida y un guión mucho mejor estructurado. Buena opción para los que gustan del género policiaco.

Friday, October 08, 2010

Comer, Rezar, Amar


En busca de la vida interior 
Ella descubre!
Ricardo Martínez García
Desde los antiguos griegos y hasta Sigmund Freud los grandes sabios han teorizado sobre la finalidad de la vida. La felicidad o la búsqueda de ésta ha ocupado siglos de reflexiones y meditaciones sumamente interesante de gran cantidad de filósofos y hombres de ciencia. Las fuentes de la felicidad que se han planteado, entre otras, corresponden al goce estético de los sentidos, el conocimiento de Dios, el amor y la sexualidad.
En lo que constituye tal vez su mejor cinta desde Erin Brockovich (Soderbergh, 00), Julia Roberts vuelve con una cinta intimista, variada, espiritual, madura, de la mano del cineasta Ryan Murphy y su obra Comer, rezar, amar (10), basada en las memorias de la periodista Elizabeth Gilbert, que se han vuelto un verdadero best seller.
Liz Gilbert es una reportera en crisis de identidad, su matrimonio se va a pique porque cada uno de ellos tiene ideas diferentes de la dirección que debería tener su vida. Ella decide hacer un viaje a diferentes partes del mundo con el fin de alcanzar cierta paz espiritual y corporal. Italia, la India, la paradisiaca isla de Bali, en Indonesia, son sus destinos donde más que buscar experiencias de turista, que ya tenía demasiadas, se busca a sí misma con la ayuda de algunos amigos.
Tres son los aspectos que enfatiza la cinta de las dimensiones de la vida humana. Desde la necesidad física de alimentarse, pasando por el arte del buen comer, hasta el replanteamiento de la existencia y del amor, superando miedos y resistencias, descubriendo en la labor en pro de otras personas y el olvido del natural egoísmo una fuente de placer y bienestar, tales son las cosas que hacen de Liz una mejor persona.
Se trata de una muy disfrutable cinta, optimista en muchos aspectos, dramática en grados solo necesarios, divertida (sobre todo con la aparición del personaje de Javier Bardem) y que deja un buen sabor de boca en el espectador. No deje de verla.