Friday, April 12, 2013

Terapia de Riesgo


Somnolencia peligrosa
Efectos secundarios

Ricardo Martínez García

Los medicamentos controlados que prescriben en los consultorios psiquiátricos pueden llegar a ser peligrosos y poner en riesgo ingresos multimillonarios a los fabricantes farmacéuticos. 

La nueva cinta de Steven Soderbergh titulada Terapia de riesgo (y más acertadamente en inglés Side Effects, 2013), protagonizada por Jude Law, Rooney Mara y Channing Tatum, nos muestra a un psiquiatra que trata a una paciente suicida-homicida a la cual no le pueden imputar responsabilidad total debido a la duda sobre el grado de influencia ejercida por los medicamentos recetados. La historia no es lo que parece y el desenlace podría considerarse más o menos inesperado.

Tras la complicada trama que va de las terapias con el siquiatra a las complicaciones legales derivadas de actos criminales en los que están directamente vinculados ciertos medicamentos, está la denuncia hacia los poderosos intereses de la industria, que hacen de las suyas con el fin de mantener altas las ventas.

En la novela Operación Shylock, Philip Roth, devenido personaje de su propia novela, narra las emociones y “sentimientos” al estar bajo tratamiento con un medicamento real llamado Halción (triazolam benzodiazepina), el cual, fuera de ficción, fue prohibida en Holanda en 1979, y retirada del todo en la Gran Bretaña luego de un informe de la BBC en 1991 y de un artículo aparecido en enero de 1992 en TheNew York Times. El Halción era en su momento el somnífero más vendido en el mundo, pero la farmacéutica que la elaboraba ocultó los terribles efectos secundarios “de orden psiquiátrico” que producía en algunos de los pacientes tratados con la sustancia.

La cinta de Soderbergh, con guión de Scott Burns, muestra el pequeño gran complot entre supuestos pacientes y psiquiatras, que son a su vez promotores de los productos de las grandes farmacéuticas para asegurarse enormes cantidades de dinero en comisiones por ventas.

En un momento dado el argumento, como se ha mencionado, plantea un poco a las prisas y algo de pasada la clásica cuestión sobre si habría imputabilidad de culpabilidad en un paciente que recibe un tratamiento y a causa de éste comete ciertos crímenes, es decir si realmente o hasta qué punto su propia conciencia es rebasada por el uso de los medicamentos prescritos. Interesante e intrigante película, de ritmo semilento pero efectivo, y con cierto toque final de thriller detectivesco. Además cuenta con destacadas actuaciones, sobre todo de Law y Mara.  

American Horror Story

Los personajes
Terror a la americana

Ricardo Martínez García

Jonathan Harker, protagonista de la novela Drácula, de Bram Stoker, señala, al inicio de su viaje, que hizo una investigación sobre la zona donde está el Castillo de Drácula y que encontró que era una zona que está llena de una serie de supersticiones y creencias: "Leo que todas las supersticiones conocidas en el mundo están reunidas en la herradura de los Cárpatos, como si fuese el centro de alguna especie de remolino imaginativo".

La serie de televisión American Horror Story, más allá de representar una novedosa visión del terror , es una interesante amalgama, un remolino imaginativo, una revisión de los tópicos más conocidos del género, que ahora llega al gran público en masa de México.

Constantes flashbacks narrativos ofrecen una estructura narrativa cíclica, en la que cada nuevo ciclo que se narra añade detalles y personajes a una historia global que se construye poco a poco y que resulta más o menos predecible.

La historia en general contiene referencias a conocidas cintas como Los otros, La maldición, La profecía, El bebé de Rosemary y otras clásicas del género, e incluso a series de televisión como En terapia. La historia cuenta con una escenografía bien cuidada, a una magnífica y precisa edición y a una estructura argumentativa no lineal que no por ser algo predecible, para los gustosos del género, deja de ser interesante y atractiva.

Lo mejor de la serie en su primera temporada radica en el carácter dramático de algunas situaciones, e incluso con pequeños guiños de humor, que en el contexto resultan siniestramente risibles. Las actuaciones sobre todo de Connie Britton y Dylan McDermott, así como de Evan Peters y Taissa Farmiga son de lo mejor en el aspecto dramático y actoral (aspectos que superan al aspecto terrorífico), e incluso el trabajo de actores invitados a lo largo de la serie mantienen el interés en ella. Mención aparte merece la experimentada actriz Jessica Lange, con una soberbia actuación a lo largo de la primera temporada.

Los momentos más débiles y que generan algo de escepticismo en la historia podrían ser aquellos en los que se muestra a muertos conferenciando o discutiendo entre sí, o algunos muertos que no saben que lo están, o fantasmas que sostienen todo tipo de relaciones físicas con otros vivos.

Concebida la primera temporada como una miniserie, las acciones se centran en las diferentes familias o habitantes que van llegando a una casona en la ciudad de Los Angeles, donde cada una de ellas deja su huella, que no siempre es positiva.

La serie tiene bastantes elementos que la convierten en una agradable atracción para los que gustan del género de terror. No olvide apagar la luz.