Thursday, April 10, 2014

Reencuentro

¿Terapia fallida?
Rencores imborrables

Ricardo Martínez García

Dentro del marco de la Gira de Documentales Ambulante 2014, se presentó Reencuentro (Återträffen, 13) cinta que es una mezcla de documental y de proyecto fílmico personal realizado por la cienasta sueca Anna Odell.

No es una cinta sobre el amor o algún agradable sentimiento parecido, es sobre los recuerdos que una mujer (Odell) ha ido guardando, recuerdos sobre su infancia y adolescencia vivida con un grupo de compañeros escolares.

El proyecto fílmico de Odell pareciera haber sido concebido como una manera de buscar sanar viejos traumas y heridas, productos de un bullying padecido por ella largamente en un ambiente escolar. Odell, al no ser invitada a un reencuentro con sus excompañeros escolares, concibe y realiza un documental fundamentado en lo que recuerda de cada uno de esos compañeros. El guión de ese documental consiste en recrear, con actores y todo, el reencuentro al cual no fue invitada, presentando las posibles escenas que se hubieran dado si ella hubiera asistido.

El guión da un giro truculento al incluir entrevistas a los excompañeros reales de Odell, quienes son invitados a ver el documental, con las escenas de la reunión en las que aparece hipotéticamente Odell, generando diferentes resultados, que van desde el tibio reconocimiento hasta la fría indiferencia.

Algunas pesonas podrán superar una infancia traumática, pero otras no, y las diferentes formas de vivir con tales trauma definirán quiénes somos, parece ser un probable mensaje de este documental, dando pie a variadas reflexiones.

Ella

El amor es una idea
El amor en los tiempos de la realidad virtual

Ricardo Martínez García

¿Qué es el amor, cuál es su naturaleza, es algo real o ideal, algo físico o inmaterial? Esas podrían ser las preguntas que se derivan, luego de ver la cinta de Spike Jonze Ella (13) en la que un hombre se enamora de la personalidad artificial creada por un avanzado sistema operativo.

Contar con alguien que te escuche, que te entienda, que te aconseje, que se adelante a tus deseos o pensamientos y además organice tu vida en todos los sentidos, sería lo más maravilloso que pudiera suceder, y con toda probabilidad amaríamos a tal persona (o programa de software).

Theodore Twombly (Joaquin Phoenix en plan grande, entrañable) se dedica a escribir cartas para otras personas, pero todo cambia en su vida cuando instala un nuevo sistema operativo en su computadora, llamado OS1. Este nuevo sistema es super inteligente, perceptivo y aprende cosas que muestran una conciencia de sí mismo, una verdadera inteligencia artificial capaz de sentir, o al menos de dar todas las trazas de hacerlo.

Las razones por las cuales el amor que surge entre Theodore y Samantha, como se autonombra dicho sistema operativo (y que cuenta con la aterciopelada y femenina voz de Scarlett Johansson), comienza a fracturarse, implicaría manejar varias probables explicaciones, tan complejas como las que se usarían para explicar una atormentada relación entre seres humanos.

Jonze, quien además de dirigir escribió el guión, presenta una cinta emotiva, que va mucho más allá del mero proponer la vida de un obsesivo de la tecnología enamorándose de sus gadgets. Ambientada en una especie de mundo del futuro inmediato, la película nos muestra aspectos de la soledad, del aislamiento, de las vidas internas de las personas y de la forma de afrontar emociones y pensamientos, de tal manera que el espectador se ve reflejado inevitablemente en esas situaciones.


La Gran Belleza

La exquisitez fílmica
Vivir es la Gran Belleza

Ricardo Martínez García

Roma es una ciudad mítica en muchos sentidos, pero sobre todo está plagada de monumentos, hermosas fuentes, grandes colecciones de arte y turistas. Cada calle, rincón, restaurante, mueble, parecieran ser ejemplos de lo bello. Tal es lo que presenta visualmente La Grande Bellezza: es una continua estampa de escenas hermosas e impactantes.

Dirigida por Paolo Sorrentino, la película narra la historia de Jep Gambardella (el sensacional y sexagenario actor Toni Servillo), un periodista que en su juventud escribió una única novela, con la cual alcanzó cierta notoriedad, y que no ha podido escribir un segundo libro, pues su vida de sibarita de clase media alta lo han distraído (o sumergido) de lo que él llama “la gran belleza”.

La vida de Jep transcurre entre fiestas nocturnas, reuniones de amigos, entrevistas a personajes ilustres, siestas en su lujoso departamento, pero eso no parece ser lo esencial sino lo cotidiano. Jep es un sibarita pero también es un hombre culto, con inclinaciones hacia el hedonismo pero de actitud intelectual, un tanto cínica, y eso lo hace ser consciente de su propia vida, de la de sus amigos y de su vaciedad.

La cinta muestra los pequeños y grandes placeres del baile, los excesos y las fatuidades de ciertos personajes, la hipocresía y la indiferencia, la excentricidad del arte por el arte en colecciones a las que muy pocos tienen acceso, lo superlativo de la gran belleza que al fin es la nada.

Se trata de una obra maestra que fue nominada a la Mejor Película de habla no inglesa, o extranjera, en los pasados premios Óscar, ganándolo con todo mérito.


12 Años Esclavo

Historias no deseadas
Libre y esclavo a la vez

Ricardo Martínez García

El director Steve McQueen muestra en 12 Años Esclavo la crudeza de una realidad social en el pasado histórico de los Estados Unidos, específicamente en los llamados estados sureños (es decir los ubicados al sur del río Mississippi), donde se practicó regularmente el tráfico y propiedad de esclavos de origen africano entre los ricos terratenientes agrarios.

La cinta, ambientada en la década de los cuarenta del siglo XIX, está basada en un libro testimonial, escrito por el músico de raza negra Solomon Northup, quien tuvo la desgracia de caer en los engaños de unos supuestos empleadores, y verse convertido en esclavo, al ser secuestrado, trasladado y vendido en la ciudad de Nueva Orléans. El trato inhumano que se les prodigaba a los esclavos contrastaba fuertemente con la libertad de la que gozaba la población de raza negra, que vivía libre y emancipada en los estados del norte.

De modo dramático, la película muestra cómo la naturaleza humana de los esclavos era degradada a límites extremos por quienes se decían ser sus dueños, al tratarlos como objetos o, en el mejor de los casos, como animales de carga, haciendo uso de una violencia cruel, innecesaria y excesiva.

La abolición de la esclavitud en los Estados Unidos se produjo una vez que terminó la Guerra Civil norteamericana, en 1865. Abraham Lincoln había promulgado la Proclamación de Emancipación en 1863, y ésta se considera antecedente del movimiento por los derechos civiles. Tanto el periodo esclavista como el de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos representan dos situaciones históricas hirientes y dolorosas para Norteamérica, que aún supuran de vez en cuando, como lo muestra la filmografía sobre el tema.

La actuación de Chiwetel Ejiofor es sobresaliente, así como la de Lupita Nyong´o (ganadora del Óscar a mejor actriz de reparto), Michael Fassbender, Brad Pitt, Paul Giamati y Paul Dano.

No es una película de temática divertida ni palomera, sino una de las que toca las fibras sensibles de quien la ve, y que nos recuerda que el ser humano puede ser el peor enemigo del ser humano.


Dallas Buyers Club

Atrévete a vivir
La vida luego del SIDA

Ricardo Martínez García

Recibir la noticia de que se es positivo en VIH cambiaría la vida a cualquiera, tal vez negativamente, pero no ocurre eso con todos. Tal es el caso de Ron Woodroof, un trabajador en la industria petrolera texana, aficionado a los rodeos y al sexo de tendencia promiscua.

La cinta del director Jean-Marc Vallée, protagonizada por Matthew McConaughey y Jared Leto es la historia de un superviviente no solo del SIDA, sino del sistema de salud norteamericano, controlado por la FDA, o la Administración Federal de Drogas o medicamentos. Es una historia de coraje, de frustraciones, de lucha por la vida, de la toma de conciencia que poco a poco se produjo en torno a las condiciones que enfrentaron y enfrentan los enfermos con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.

Cuando Woodroof es informado de que sus pruebas del VIH resultan positivas, pasa por las fases de negación, enojo, depresión, pero él no se queda ahí, lo supera, y en el camino se hace comerciante de medicamentos, hasta llegar a fundar uno de los llamados clubs de compradores de medicamentos, de los que surgieron varios en los Estados Unidos. Tales clubes proveían de medicamentos, legales o ilegales a veces, a sus miembros, portadores del VIH.

Las actuaciones de McConaughey y de Leto han sido tan buenas para llevar a ambos a ganar los Óscares este año, como actor principal y de reparto respectivamente. El realismo con el que se desempeña cada uno de ellos va más allá de lo meramente histriónico, así que en ese sentido no ha sido sorprendente que los ganaran.

La película funciona como fuente de divulgación sobre esta enfermedad, así como una ácida crítica social, y en términos dramáticos resulta de gran convicción.