Guy Ritchie se pone clásico
Ricardo Martínez García
El Sherlock Holmes de Guy Ritchie es un ejercicio fílmico de un cineasta que ha logrado alcanzar su madurez, y lo hace con un tema clásico de la literatura popular británica, desde su visión particular pero sin dejar de lado la esencia del genial personaje creado por sir Arthur Conan Doyle.
El método detectivesco fundamentado en la observación y en la deducción, tan desarrollado por Sherlock Holmes y que es un elemento esencial en el personaje literario llevado a extremos próximos a la grosería de tan exactos, es respetado por Ritchie, no así algunos excelentes elementos ambientales o escenográficos, pero esto en la cinta del ex de Madonna se agradece, pues con ello logra un trabajo redondo: es entretenido, hay un misterio que resolver, los personajes protagónicos corren aventuras y romances y finalmente los malos no se salen con la suya.
El intercambio de diálogos entre Holmes y su inseparable compañero Watson (Robert Downey Jr. y Jude Law, ambos en una de sus mejores interpretaciones) son divertidos e ingeniosos, así como la picardía de Irene Adler (Rachel McAdams, preciosa y audaz ladrona objeto amoroso de Holmes), lo que hace que sean personajes simpáticos y con los cuales el espectador se identifica plenamente.
Holmes y Watson a ratos parecen dos esposos que se llevan tan bien que a cada rato quieren separarse pero sin lograrlo, se conocen tan bien que es un gusto verlos interactuar. No son como los personajes sobrios que dibuja Conan Doyle sino son mucho más intensos, algo que los puristas han rechazado. Ritchie adereza de modo muy lúdico la esencia de los relatos de Conan Doyle y ofrece un producto divertido, ameno, atractivo para las grandes audiencias que no necesitan haber leído los relatos detectivescos originales para disfrutarlos. Incluso aquellos que sí los hayan leído podrán ver que la transformación mantiene la esencia del personaje y la recreación es más que buena. No deje de verla si le gustan las cintas de detectives al estilo clásico.
2 comments:
Tú crees que si hubiéramos sido mejores observadores de esta cinta, habríamos llegado a las mismas conclusiones...?
No, porque nosotros mirábamos sin buscar, o sin saber qué buscar, cosa que Holmes sí sabe. De hecho él sabe de botánica, de ciencias, de balística y criminalística, de química y algunas cosas de historia, pero de filosofía casi nada, él es todo practicidad y casi nada de reflexión (o al menos es así como lo retrata Arthur Conan Doyle en "Estudio en Escarlata" su primera novela).
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