Tuesday, December 20, 2011

La Piel Que Habito

La reconfiguración

Almodóvar y su revisión de lo Clásico

Ricardo Martínez García

En su ya larga carrera Almodóvar se reinventa buscando en la esencia de lo humano, en los deseos frustrados de la humanidad de control de la naturaleza, en su falta de resignación ante lo inexorable, en su creencia en un cambio posible y manejable.

La piel que habito recuerda al mito de Frankenstein pero en una versión erótico-estética que combina un cierto castigo moral, que se trastoca en irrefrenable deseo narcisista y que se proyecta sobre el objeto creado, todo bajo la idea deforme de que se puede manipular el mundo de la naturaleza con una ciencia sin conciencia moral.

La piel que habito es una cinta basada en el libro de Thierry Jonquet titulado Mygale, que va más allá de una historia de un médico cirujano plástico, de un taxidermista eminente, Robert Ledgard (Antonio Banderas) que busca crear una piel sintética a prueba de moscos y de fuego, con el fin de ser usada para personas con quemaduras y otras graves afecciones de la piel. Un drama truculento, muy al estilo de Almodóvar, entrecruza las historias del doctot Ledgard, de su única y cautiva paciente permanente Vera (Elena Anaya), su ama de llaves Marilia (Marisa Paredes) y Zeca (Roberto Álamo), un hijo macarra como el que más.

Ledgar y Zeca son como dos personajes míticos, contrarios en su naturaleza y carácter, pero con una misma fuente primigenia y una locura que los emparenta, como muy bien logra discernir Marilia. Ledgar expresa la locura científica que pierde de vista todo límite moral; en un momento dado su peinado a lo Hitler deja en claro la naturaleza de su carácter. Zeca es la expresión de los deseos irrefrenables que toman el control vital y lo llevan también a la locura; su disfraz de bestia felina no es más que una alegoría de su carácter. Vera es el producto de un deseo antinatural de cambiar la esencia de las cosas, inspirado por el deseo a su vez de venganza.

La nueva obra del cineasta manchego se acerca enormemente a esa veta cinematográfica que muestra experimentos en humanos que van desde cintas como “El Huevo de la Serpiente” de Ingmar Bergman, hasta “Al filo de la mentira” de John Madden, pero la cinta de Almodóvar es mucho más radical, primigenia y, sobre todo, personal e íntima.

El manejo del drama que realiza esta cinta nos lleva a revisar los viejos conceptos de lo apolíneo y lo dionisíaco nietzscheanos y del concepto de tragedia que tan bien supieron expresar los clásicos griegos. Sin duda una de las mejores cintas de Almodóvar.

Wednesday, November 30, 2011

Al filo de la mentira

Ella es una espía real
Historias indeseables II

Ricardo Martínez García.

Luego del fin de la Segunda Guerra Mundial y de la creación del estado israelí en 1948 como estado independiente, el Servicio Secreto conocido como Mossad estuvo involucrado en el espionaje y desarticulación de actividades terroristas árabes y en la búsqueda de criminales de guerra alemanes, a los cuales el estado israelí deseaba juzgar por sus atroces acciones en contra del pueblo judío durante el conflicto bélico. En tal marco histórico se ubica la acción de Al filo de la mentira (The Debt, 2010) del director británico John Madden.

La experimentada actriz británica de origen ruso Helen Mirren, cuyo trabajo en los escenarios teatrales, en el cine y la televisión le han ganado una merecida fama, interpreta en esta cinta a la ex agente del Mossad, Rachel Singer, que en su juventud fue comisionada, junto con dos compañeros, para capturar en la Alemania Oriental al doctor ex nazi Dieter Vogel (Jesper Christensen), acusado de realizar operaciones experimentales a prisioneros judíos.

Tal es la premisa de la historia, pero las cosas no son como las pinta la Historia, y la cinta aborda cómo se desarrolla y debate un sentimiento de deuda y vergüenza, presente en Rachel y en uno de sus compañeros, al no salir las cosas como estaban planeadas en aquella misión, ante los hechos y las vivencias ya en el  año de 1996, 30 años luego de tal cometido.

La joven Rachel, interpretada por Jessica Chastain, establece un duelo de actuación con Mirren y lo hacen estupendamente bien ambas. Sam Wortington, Ciarán Hinds (como el joven y viejo David) y Marton Csokas y Tom Wilkinson (como el joven y viejo Stephan) completan el cuadro de excelentes actores que logran momentos de gran dramatismo en esta película.

Historia de espías prácticos que se confabulan y ceden ante las necesidades históricas o nacionales, y que se contrapone con otra historia de espías idealistas y atormentados hasta el último momento por su conciencia sobre la falta de veracidad en algunas versiones oficiales. Eso es esta cinta, que recuerda a la de Steven Spielberg Munich, pero que plantea una postura más crítica. Con ella queda claro que hay ciertos aspectos históricos que se manipularon con el fin de quedar bien ante la sociedad, pero que de saberse la verdad, esto podría destruir reputaciones de toda una vida. La moraleja viene a ser: si tienes una segunda oportunidad, no la dejes ir.

Tuesday, November 29, 2011

La llave de Sarah

Ella se llamaba Sarah
Historias indeseables

Ricardo Martínez García

Kristin Scott Thomas una de las actrices británicas más versátiles de su generación, con una carrera basada en películas tanto inglesas como francesas y algunas incursiones en Hollywood, protagoniza la cinta La llave de Sarah (Elle S´appelait Sarah, 2010), del director francés Gilles Paquet-Brenner, un intenso drama que combina dos historias en épocas diferentes.

Scott Thomas hace el papel de Julia Jarmond una reportera norteamericana que trabaja en París. Su trabajo la lleva a averiguar la historia de un departamento al cual se quiere mudar con su esposo e hija y lo que descubre la lleva a tomar decisiones personales radicales.

La historia detrás de ese departamento es la historia de miles de judíos que durante la ocupación nazi en París son obligados a pasar cierto tiempo en un velódromo mientras deciden cómo llevarlos a los campos de exterminio, en condiciones totalmente inhumanas, pues no los dejaban ni usar los baños, por lo que al cabo de pocos días nadie soportaba el hedor. El recordatorio histórico no es que ocurriera tal hecho, sino que fuera perpretado totalmente por las autoridades francesas del gobierno de Vichy, en 1942, conocido posteriormente como el gobierno “colaboracionista” con el régimen nazi.

La cinta pasa de la historia de Julia (Scott Thomas) a la de Sarah Starzynski (Mélunsi Mayance) y su familia recluída en ese estadio, de manera muy fluida, enfatizando momentos de gran dramatismo en ambas historias. La cinta también es la memoria de eventos que muy pocos quieren recordar, pues eran “situaciones de la guerra”, aunque esa justificación se usa cuando no hay verdaderamente justificación para comportamientos tan atroces por parte de los franceses no judíos ni de esas autoridades del gobierno de Vichy, liderado por Pierre Laval y Phillipe Pétain, el cual había capitulado ante el III Reich desde 1940.

Inserta en este contexto histórico, se desarrolla la historia de Sarah, que logra sobrevivir a los horrores de los colaboracionistas y rehace su vida, pero las huellas de sus experiencias de guerra no la dejan en paz ya. Es la tragedia de ella y de infinidad de casos parecidos. 

Al final de la cinta aparece un irreconocible Aidan Quinn como otro personaje clave en esas historias íntimamente relacionadas, pero que para él son un misterio.

Se trata de una excelente película que estremece, conmueve y concientiza, además de entretener, como debe hacer toda buena película.

Sunday, August 07, 2011

Super 8

Spielberg Revisited

Liberando a E.T.

Ricardo Martínez García

El productor, guionista y director, creador del programa Fringe y responsable de cintas como Misión Imposible 3 y Star Trek, J. J. Abrams, es sin duda uno de los discípulos más aventajados de Steven Spielberg. En una sola cinta logra sintetizar algunas de las inquietudes de narración fílmica que más le han atraído al famoso director de éxitos de taquilla como E. T. , Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, Poltergeist, Parque Jurásico, Salvando al Soldado Ryan y un largo etcétera. Desde la amistad de una pandilla de niños que comparten la pasión por hacer cine, desastres terribles y destrucción debida a una fuerza superior e incomprensible, operativos militares y secretos muy bien guardados, la creación y cumplimiento de una misión, el romance incipiente entre unos adolescentes hasta la liberación de un ser extraterrestre. Todo eso amalgama de manera ágil y amena Abrams en Super 8.

El homenaje implícito al cine en esta cinta y el amor que le profesan los realizadores Spielberg y Abrams, queda plasmado en el deseo irrefrenable de filmar y dirigir una cinta de zombies del gordito Charles (Riley Griffiths) y de sus amigos, el maquillista Joe Lamb (Joel Courtney), el encargado de los efectos especiales Martin (Gabriel Basso), su actor estrella Cary (Ryan Lee) y la recién reclutada Alice (Elle Fannning), todos niños de entre 12 y 14 años.

Las filias cinematográficas de este grupo de adolescentes –muy probables alusiones a las propias filias del director y productor de la película- son mostradas de manera tal que aparecen como una breve pero concisa historia del propio celuloide, pasando por aspectos dramáticos narrativos con guiños shakespereanos (como cuando se les prohíbe verse a dos de estos chicos), o escenas que ensalzan la amistad y el compañerismo, así como los dramas personales a partir de la pérdida de seres queridos.

El título de la cinta alude al formato de una película casera para filmar llamada Super 8.

Es de notar, por otra parte, que no solo esta cinta, sino muchas, de diferentes directores y géneros, de manera regular, muestran la idiosincracia que tiene el norteamericano común alrededor del hecho de fumar “hierba”. No solo en ésta se muestra que uno de los personajes la consume (y al estar bajo sus efectos, se pierde de la acción a su alrededor); es común que en muchas cintas del vecino país del norte algunos de los personajes la consuman: desde el encargado del videoclub hasta altos ejecutivos, se echan su cigarrito de mariguana para “relajarse” o para sentirse en onda o elevarse, como ocurre con el personaje de Cameron Diaz en su más reciente cinta, Malas Enseñanzas. El consumo de mariguana se ve como una travesura de adolescentes, pero hay adultos que no alcanzan a madurar. El problema es que ese consumo, travieso y cándido allá, genera muertes y violencia acá, en nuestro país, y en muchos otros, y no se ve cómo cambiará esta situación mientras su consumo siga viéndose como una pequeña travesura. Y eso es algo que Super 8, como muchas otras, con historias de ficción o no, muestran casi sin querer.

Friday, August 05, 2011

Capitán América

La llegada de un nuevo héroe

Superanabólicos a la Patria (Americana)


Ricardo Martínez García

La Segunda Guerra Mundial ha sido la conflagración más grande, destructiva y decisiva para la comunidad internacional desde el siglo pasado y hasta ahora. La posibilidad de que el régimen del Partido Nacional Socialista alemán hubiera logrado su cometido de dominar Europa (y tal vez luego el mundo) es impensable luego de la histórica dominación americana a la que hemos estado tan acostumbrados, al menos en Occidente.

En la cinta Capitán América (11), el cineasta Joe Johnston crea personajes memorables y prototípicos como el del coronel Chester Phillips (Tommy Lee Jones), representante de la disciplina y el mando militar de “los buenos”, la agente británica Peggy Carter (Hayley Atwell) como en enlace de la inteligencia británica con los norteamericanos, el rico y talentoso Howard Stark (Dominic Cooper) como el representante de la pujanza y la creatividad e innovación industrial-militar norteamericana, o el protagonista Steve Rogers o Capitán América (Chris Evans) como el debilucho pero patriota y valiente soldado devenido primero en el propagandista y promotor de donaciones con fines bélicos -a instancias de un senador- y luego héroe en la lucha contra el malvado Johann Schmidt (Hugo Weaving), por obra y gracia de ciertas sustancias generadoras de crecimiento muscular, producto a su vez de experimentos biológicos realizados en seres humanos (y que recuerdan a los más realistas vistos en El Huevo de la Serpiente, (77) de Ingmar Bergman).

Si bien cada uno de estos personajes tiene una carga simbólica muy clara (así como los antagonistas Schimidt y el doctor Abraham Erskine -Stanley Tucci- representando al bien y al mal de manera muy maniquea), el trabajo de Johnston es loable porque logra atraer la atención del espectador, el Capitán América no es un simple supersoldado, es un hombre fortalecido, sí, artificialmente, pero que en el fondo sigue siendo el flacucho patriota aguantador de castigo que era antes, porque lo que tiene de manera innata es carácter y conciencia, bondad y humanismo, y ése es su verdadero aspecto heróico.

La cinta resulta entretenida y disfrutable porque contiene drama, romance, mucha acción -al estilo de la cintas de la Marvel antes llevadas a la pantalla grande, con cameo de Stan Lee incluido-, humor y entretenimiento. A ratos recuerda a otras cintas como Capitán Sky y el Mundo de Mañana (Conran, 04), o X-Men los Orígenes (Singer, 00), pero el resultado y su conclusión prometen que la saga que venga será tan exitosa como la de los Hombres X o Iron Man, o El Hombre Araña. Se trata de una buena película de temporada veraniega y vacaciones escolares.

Monday, July 25, 2011

Insidious: La noche del demonio

Hay seres acechando

Energías negativas

Ricardo Martínez García

El enfoque de esta cinta ante el fenómeno del mal, o de lo desconocido, atrae y aterra porque ofrece una visión no tan mítica del origen de lo malévolo.

Con un excelente ritmo, gracias a un ágil guión (producto de Leigh Whannell, el mismo de Actividad Paranormal) y un eficiente trabajo de edición y musicalización, la cinta Insidious, La Noche del Demonio (2010), dirigida por James Wan, el mismo de Saw, refresca un género que estaba ya gastado, gracias al exceso de sangre y clichés utilizados para producir los anhelados sobresaltos.

La cinta recurre a algunos elementos clásicos del género, pero de manera eficaz y sin excederse. Incluso el trabajo de maquillaje se inclina por una estética más propia del teatro pero sin caer en situaciones estrambóticas. Los efectos especiales son los necesarios y logran muy bien su cometido.

Más allá de la idea de posesiones demoníacas, de casas embrujadas o de exorcismos, la cinta plantea la idea de que en el universo hay más entidades conscientes no necesariamente humanas, y que algunas de esas entidades andan a la caza de los pocos seres humanos que tienen la capacidad de visitar sus mundos a partir de los llamados viajes astrales.

No sería raro que aquellos que han leído los libros de Carlos Castaneda, aquel famoso antropólogo de la UCLA que se convierte en discípulo de un brujo yaqui de nombre Juan Matus, relacionen el argumento central de la cinta con un pasaje de El arte de Ensoñar, específicamente con la parte que describe el mundo de los seres inorgánicos y los tratos en los que entra Castaneda con el Explorador Azul.

La cinta de Wan realmente arranca algunos escalofríos, no por la imagen estilizada que presenta del demonio, sino por el buen manejo de los elementos dramáticos y visuales, así como las implicaciones argumentales.

Friday, July 22, 2011

De hombres y de Dioses

El drama de la fe.

El contraste y unidad entre la vida y la fe

Ricardo Martínez García

Un grupo de nueve monjes católicos trapenses asentados en medio de una pequeña población musulmana con la que convive y presta servicios médicos; su inserción en la vida de esta comunidad es natural y armónica. La población se ubica en Tibhirine, Argelia y la película De Hombres y De Dioses (2010) cuenta una historia basada en hechos reales.

En medio de un conflicto generado por terroristas  islamistas en 1996, que exigieron la salida de todo extranjero de Argelia, asesinando a los que no cumplieran tal mandato, los monjes del monasterio de Nuestra Señora del Atlas deciden, luego de claros indicios de peligro inminente, permanecer en la comunidad.

El director de la cinta, el francés Xavier Beauvois presenta este intenso drama a partir de las dudas y flaquezas, de la fe que se renueva y que vuelve a dudar en torno a la misión religiosa, de la simple reflexión sobre qué es la vida, qué sentido tiene la vida sin un propósito y ante la clara y evidente amenaza real de perderla.

Las inamovibles convicciones de algunos monjes y de su claridad ante las opciones que se les presentan en su contexto real discrepan con la preocupación por sus propias vidas y las de las personas de su comunidad, con las dudas y el debate interno de algunos otros.

Se trata de una película intimista, que se toma su tiempo para resaltar los detalles, de la que el espectador sale profundamente conmovido, si es que tiene la disposición de ver una cinta completamente diferente a las producciones de entretenimiento que acaparan la cartelera.

La enorme empatía que algunos de estos monjes generan a su alrededor, su vida íntima de oración y servicio, contrasta con la irracionalidad que muestra el fundamentalismo y pensamiento político radical y que permea en un momento político concreto en la historia de Argelia.

La fe, el carisma y la humanidad que emana del Hermano Luc (Michael Lonsdale, experimentado actor francés que ha participado en cintas como Ronin, El nombre de la Rosa, Agora) o del Hermano Christian, superior del monasterio (el excelente Lambert Wilson) le dan fortaleza no solo a sus hermanos monjes, sino incluso al espectador que ve el drama, a 15 años de los hechos narrados. Esta cinta ganó el Gran Premio del Festival de Cannes en el 2010. 

Thursday, July 21, 2011

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 2

Adiós Harry

El triste fin de la saga

Ricardo Martínez García

Muchos adolescentes crecieron a la par que los actores de esta famosa serie de películas, y los adultos que hemos visto toda la saga extrañaremos cada verano el estreno de una nueva película de Harry Potter.

El desenlace es triste porque es el fin de un ciclo (así como muchos de esos adolescentes vieron el fin de su infancia), pero también lo es por el modo en que se resuelve literaria y cinematográficamente.

David Yates, músico y cineasta, ha dirigido cuatro de las cintas de Harry Potter: La orden del Fénix, El príncipe mestizo y las dos últimas, pero su mejor trabajo lo presenta en Las reliquias de la muerte, parte 1.

En aquella cinta se muestra con magnificencia dramática y visual la búsqueda solitaria de los tres amigos recorriendo parajes desolados, que van de un lugar a otro en la búsqueda de los horrocruxes que les permitan vencer a su enemigo Lord Voldemort. La camaradería que se rompe y se recompone, la exposición de las pasiones florecientes (como en los reclamos de Hermione a Ron cuando éste regresa para salvar a Harry en el estanque), las dudas que experimentan, la falta de fe momentánea, las flaquezas de los tres personajes y los momentos divertidos en esa Parte 1, nos los presentan en toda su humanidad. Incluso la historia de las tres reliquias de la muerte es una delicia, contada en voz de Hermione, para no hablar de su animación, que es como una película dentro de la película.

La necesidad de concluir la historia de Harry Potter, por parte de la autora de los libros, Joanne Kathleen Rowling, tal vez obedeciera más al cansancio que a un verdadero deseo de terminar con esta historia que la ha hecho muy rica, con una fortuna estimada en más de mil millones de dólares (todo esto si podemos creer que la autora es real y no un nombre ficticio que representa a un equipo de escritores que realizan su trabajo a partir de estudios de mercado, como se sugiere en un capítulo de Los Simpson).

El desenlace se siente apresurado, no muy convincente en el enfrentamiento entre Harry y Voldemort, con sus rayos de poder emanados de sus varitas como si fueran las espadas láser de La Guerra de las Galaxias, y la lucha brujeril-militar que se desata entre las huestes de ese malvado personaje y los docentes y alumnos del Colegio Hogwarts, siendo a Harry al que quiere destruir, como si fuera un  mesías, que hasta vuelve de la muerte.

¿Es acaso Harry Potter en realidad hijo del Príncipe Mestizo? ¿Qué pasa con Dumbledore, resucita o muere definitivamente? ¿Regresan Harry, Ron y Hermione a unas vidas cotidianas y sin demasiado chiste, para encaminar a sus hijos a la escuela, en la estación de trenes y verlos cómo desaparecen en una columna? ¿Dónde quedó la magia?  Triste final.

Transformers 3 El lado oscuro

Robots malos

Pirotecnia china

Ricardo Martínez García

Algunas de las franquicias cinematográficas no resisten demasiado el uso de un mismo hilo argumental por más de una película. Tal es el caso de Transformers 3 El lado oscuro, cinta dirigida por Michael Bay en la que nuevamente se presenta la lucha improbable de estos seres metálicos llamados Autobots, aliados de los humanos, y los Decepticons, que quieren apoderarse del planeta.

Si bien resultaba un tanto difícil jugar el juego de imaginación que requiere aceptar la idea de esa lucha y su relación con los humanos, en la primera cinta de la saga hubo elementos de novedad, el espectador una vez enganchado en la historia quería ver cómo terminaban las cosas para Sam Witwicky (Shia La Beouf) y su novia, la despampanante Mikaela Banes (Megan Fox), adoptados por los autobots en su lucha por defender al mundo de los malvados Decepticons (nombre muy sugerente).

Pero ahora en esta nueva cinta, ni siquiera la inclusión de actores de primera línea, como John Malkovich y Frances McDorman, la cinta logra despegar. No hay novedad, uno siente que está viendo fragmentos de otras cintas, como La Guerra de los Mundos (Spielberg, 05) o Skyline (Hermanos Strause, 10) , o lo que es peor, que se fusilan ideas de esas cintas y otras por el estilo.

El enorme despliegue de efectos especiales, como las transformaciones a toda velocidad de coches a robots o las luchas entre robots, hacen que todo sea confuso y artificioso. Funcionan bien como elaborados comerciales de coches pero nada más.

Gran parte de la cinta se ocupa en el reiteramiento de los efectos especiales, descuidando así la historia dramática, si es que la hay. El resultado es que el protagonista de las primeras dos cintas de la saga, LaBeouf, apenas si tiene importancia en la historia. Su nueva compañera, la bella pero intrascendente Carly Miller (Rosie Huntington-Whiteley) apenas si figura en la trama y es un reflejo de ésta. Y así están casi todos los actores, desdibujados, como el personaje de John Turturro, Simmons, o el de Josh Duhamel, como el teniente coronel William Lennox, interesantes y de cierta importancia en las dos anteriores películas.

Al final la cinta es como aquellos viejos fuegos artificiales chinos: mucha faramalla y efectos especiales para rellenar un vacío dramático y poco verosímil. Dichos fuegos artificiales se usaban para distraer a la audiencia, o como una cortina de humo. ¿Qué ocultará esta cinta?

Monday, May 02, 2011

Thor

El eterno drama de la posesión del poder

Ricardo Martínez García

Natalie Portman ha dicho que decidió participar en la nueva cinta producida por la Marvel Comics Thor (2011) porque el director sería Kenneth Branagh. Conocido por ser un actor y director especialista en las obras de Shakespeare (desde los 23 años ha sido miembro de la Royal Shakespeare Company), además de ex esposo de Emma Thompson (fueron conocidos como Ken y Em, la pareja real del cine inglés), con participaciones como actor en algunas populares películas tanto de corte shakespearianas como comerciales –Mucho ruido y pocas nueces, Hamlet, Frankenstein, Harry Potter y la Cámara Secreta- y actor de teatro galardonado (con una obra de David Mamet, Edmond).

Con ese currículum tras de sí, Branagh presenta su nueva cinta Thor en la que hay dos películas en una. La primera, la que narra las peripecias mitológicas de Thor (Chris Hemsworth), dios del trueno, hijo de Odin, aquel mítico dios venerado realmente por las antiguas tribus germánicas, en su camino hacia el poder real de su padre (Anthony Hopkins), pero que se le complica porque debe ser “digno del poder” aún para poseer el martillo todopoderoso llamado Mjolnir. Esta parte de la cinta recuerda a algunas obras como Hamlet o Ricardo III, pues muestra a unos dioses veleidosos, demasiado humanos, con envidias y apasionamientos, parecidos a los mitológicos dioses griegos. La segunda película es la que transcurre en la vida actual, con la astrofísica Jane Foster (Natalie Portman) a punto de realizar un descubrimiento junto con su colega el profesor Andrews (Stellan Skarsgard) y su ayudante Darcy (Kat Dennings), pero que son avasallados por los cuerpos de seguridad nacional norteamericanos, que no entienden que está a punto de nacer un nuevo súper héroe.

Consideradas por separado, estas dos partes de la cinta son interesantes y bien realizadas, pero al estar mezcladas pierden cierto grado de credibilidad. Por ejemplo, ¿por qué los dioses necesitan de un aparato –destruible- para trasladarse de un lado a otro? O son dioses o son científicamente avanzados (¿o será que al final son lo mismo?). Pero es una constante en algunas de estas cintas basadas en cómics jugar el juego de la imaginación que permite algunas concesiones a las leyes de la naturaleza; además en estas cintas no puede faltar el pequeño cameo por parte de Stan Lee. Branagh logra imprimirle buen ritmo y dramatismo a la cinta, sin descuidar los efectos especiales, que son la marca de identidad de las películas de la Marvel. 

Friday, April 29, 2011

Hop, un rebelde sin Pascua

La pascua edulcorada

El extravío de los orígenes

Ricardo Martínez García

Si la Pascua –originalmente una celebración judía para conmemorar el escape de los hebreos de su cautiverio en Egipto- es una tradición religiosa que devino cristiana y cuya expresión es el huevo –símbolo de la renovación de la vida para muchos pueblos como los chinos, los hindúes, los persas, los egipcios-, en la cinta de Tim Hill Hop, un rebelde sin Pascua (Hop, 11), el conejo de pascua es llamado así porque es originario de la Isla de Pascua, en donde están las fastuosas instalaciones de una enorme fábrica de dulces y huevos de pascua, al estilo de la Fábrica de Chocolates de Willie Wonka, solo que más increíble, pues está regenteada por un Conejo cuyo capataz es un enorme pollo que ansía su poder, para mandar sobre los pequeños pollos obreros.

Para un adulto, la película puede leerse primero como una introducción infantil al mundo industrial, con la descripción visual –muy interesante- de los procesos productivos de los dulces y los huevos. También puede leerse como la búsqueda de la propia vocación, que se opone en apariencia con lo que se espera de uno como herencia familiar o como tradición, problema espinoso que se plantea desde la antigüedad (hay que recordar el famoso juicio de Sócrates y una de las acusaciones que se le imputaban, la de “pervertir a los jóvenes” al hacerles ver que no debían necesariamente dedicarse a lo que sus padres lo habían hecho).

Para un niño, es la divertida historia de un conejo en la búsqueda de su identidad y de su propio destino

Con un estilo fílmico que recuerda las cintas de Stuart Little (Rob Minkoff, 99, 02) o Alvin y las Ardillas (dirigida por el mismo Hill) la cinta logra una gran interacción entre personajes reales y animados, con buenos momentos de comedia. El argumento, escrito por Ken Daurio, Brian Lynch y Cinco Paul, a ratos ofrece ciertos guiños involuntarios que recuerdan a cintas como Rebelión en la granja, aunque sin acercarse siquiera a la crítica inherente de esta novela de George Orwell y en menor grado a la película de Joy Batchelor y John Halas de 1955 (Animal Farm).

Cuando el pollo Carlos, principal capataz del Conejo de Pascua (que en el original inglés cuenta con la voz de Hugh Laurie), comienza a albergar la idea de hacerse con el poder de su jefe, que es a su vez el padre de EB, el joven conejo rebelde a su destino de ser el sucesor del Conejo de Pascua, nadie se pregunta cómo es que el venerable Conejo de Pascua llegó al poder, o de qué tradición le viene tal poder.

“Por el poder que me fue conferido”, dice el anciano conejo cuando nombra como sucesores tanto a EB como a Fred (el otro rebelde pero humano) en una parte de la historia que muestra una clara inclinación monárquica de esas que decían que el poder les fue dado a los reyes por el mismísimo Dios.

Se trata de una cinta para niños con momentos divertidos que de un modo sutil plantea y refleja modelos de poder político incuestionables, demasiado poco claros por profundos para los niños y para alguno que otro adulto. ¿Alguien recuerda el clásico texto de Ariel Dorfman y Armand Mattelart Para leer al Pato Donald

Monday, April 25, 2011

Los piratas del rock

Rock con humor

Vivir para el Rock and Roll

Ricardo Martínez García

La existencia de la radio en el mundo del rock es tan necesaria como el agua para la vida. De acuerdo con la cinta de Richard Curtis Los piratas del Rock (The boat that rocked, 09), en la Gran Bretaña de 1966, año en el que el rock pop estaba “en su punto más alto”, la BBC, radio oficial del imperio, solo programaba unos cuantos minutos de rock and roll al día. El surgimiento y florecimiento de radios piratas fue la solución a esa necesidad del alma de escuchar música, especialmente rock.

Con un reparto encabezado por Philip Seymour Hoffman, Bill Nighy, Nick Frost y Kenneth Branagh, la cinta muestra momentos de alegría y de baile domésticos, momentos plenos de esa  clandestinidad cotidiana en la que incurren los radioescuchas al sintonizar la estación pirata Radio Rock, montada en un buque anclado en el Mar del Norte, lejos de la jurisdicción británica pero cerca del corazón y el gusto de la población.

De manera un tanto cómica, la cinta señala una cierta necesidad de control por parte de las autoridades del gobierno británico sobre las radiodifusoras, especialmente sobre Radio Rock, cuyos altos niveles de audiencia se deben a la gran variedad de locutores y sus estilos, que van desde la irreverencia y picardía sexual más ácidas, hasta un casi inexpresivo D´J con la voz más sexy y aterciopelada.

Con un guión escrito por el propio Curtis, autor del guión de películas como El Diario de Bridget Jones y Un lugar llamado Notting Hills, y de series de televisión como Mr. Bean, esta entretenida película resulta divertida gracias a la flemática e ingeniosa manera británica de bromear de la mayoría de los protagonistas, como el locutor estrella Gavin Kavanagh (Rhys Ifans), el gerente de la estación Quentin (Bill Nighy) o el “doctor” Dave (Nick Frost), así como el Duke (Hoffman), que aunque sea norteamericano, no desentona en absoluto.

La cinta cuenta con una musicalización de primera línea, cuyas canciones merecen mención aparte, pues muestran toda una época de oro del rock pop  a partir de una amplia gama que va del hard rock de The Who (My generation), The Animals (House of the rising sun), Jimmy Hendrix (The wind cries Mary) o The Kinks (All day and all of the night), pasando por las románticas plenas de Soul de grupos como The Supremes (The happening), The Isley Brothers (This old heart of mine) o de Smokey Robinson and The Miracles (Ooo baby baby) hasta llegar a rolas clásicas de grupos como The Box Tops (The letter), Tommy James and the Shondells (Crimson and Clover), The Moody Blues (Nights in White Satin). No deje de verla.

Sunday, April 24, 2011

La chica que soñana con una cerilla y un bidón de gasolina

Heroína del siglo XXI
El surgimiento de una heroína nórdica

Ricardo Martínez García

Stieg Larsson, el escritor sueco autor de la saga de Milenium, de la cual se han adaptado las versiones fílmicas y exhibidas en México dos de ellas, murió en el año 2004 a la edad de 50 años. Milenium 2, cinta dirigida por Daniel Alfredson, es la adaptación correspondiente al libro La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.

Si en la primera parte de esta trilogía literaria y fílmica la acción se centra en el trabajo de investigación periodística de Mikael Blomkvist (Michael Nyqvist) y la valiosa ayuda de la hacker Lisbeth Salander (Noomi Rapace) para solucionar la desaparición de la sobrina-nieta de un importante empresario, en esta segunda parte Lisbeth se enfrenta con sus demonios particulares y su historia particular, ajusta cuentas con algunas personas de su pasado, mientras que Mikael siempre anda un paso atrás en las pistas que va dejando ella, pero haciendo su aparición en el momento más apremiante.

El ritmo de la acción es trepidante, con nuevos personajes que le aportan riqueza y agilidad argumentativa a la cinta de Alfredson, la cual solo resulta incoherente o al menos falta de credibilidad al final de la cinta, cuando ésta se deja llevar por una especie de síndrome de Rambo encarnándose en el personaje de la Salander. Un pequeño tropiezo que puede ser obviado por las más de dos horas de intensa e intrigante narración policiaca y de investigación criminal.

El planteamiento novedoso de esta cinta, protagonizada por actores europeos, no ha sido suficiente para mantenerla por más de dos semanas en la cartelera cinematográfica de la Ciudad de México, lo cual es una pena, puesto que ofrece una excelente alternativa a la escasa oferta de películas de calidad previas a la temporada veraniega.

Mis últimas 5 Novias

El amor es un esayo continuo

El rebote emocional

Ricardo Martínez García

Cuando las comedias románticas intentan establecer reflexiones sobre el tortuoso camino por el que a veces llega ese sentimiento que llamamos amor, suelen establecer la contradictoria situación que se presenta en el individuo que lo experimenta, y ahí está la vena de la cual se puede extraer tanto el aspecto cómico como el trágico. En la formación de tal contradicción incluso se apela a la larga tradición literaria y filosófica que aborda el tema, pero que deja abierta la experiencia porque nadie “experimenta en cabeza ajena”.

Tal es el caso de cintas que más bien abordan el desamor, o las contradicciones inherentes al amor. Quinientos días con ella, de Mark Webb, Amigos con derechos de Ivan Reitman y ahora Mis cinco últimas novias de Julian Kemp tienen en común ser comedias reflexivas, irónicas, desesperanzadas, que se preguntan si la soledad no será mejor destino que tal búsqueda y encuentro, que con bastante frecuencia conducen a la infelicidad.

Mis últimas cinco novias es el relato del desesperado y casi suicida Duncan (Brendan Patricks), que ve en retrospectiva desfilar a novias que no puede retener, sin alcanzar a  ver cuál ha sido su falla, sin que sus reflexiones (que muestran que en el fondo hay un egoísmo en su concepción del mundo, como si todo girara en torno suyo) lo conduzcan a la comprensión mínima del fenómeno llamado amor.

Se trata de una divertida y entretenida cinta británica basada en la novela de Alain de Botton Ensayos sobre el amor, (autor también de la serie Filosofía: una guía para la felicidad) en la que propone el tema de siempre pero con una propuesta novedosa e inteligente.

Wednesday, April 20, 2011

La otra familia


¿La familia es amor?
¿La misma sociedad?

Ricardo Martínez García

El caso particular de una pareja homosexual que decide hacerse cargo de un niño puede verse desde diferentes ángulos. En la propuesta fílmica del director mexicano Gustavo Loza La otra familia (11) hay crítica social, humanismo, descomposición social y prejuicios. Algunas posturas están bien planteadas pero otras son dejadas como a la deriva. En el primer caso está la aceptación entre ciertos círculos sociales de las nuevas formas de convivencia, convivencia reconocida por las leyes que rigen al menos en la Ciudad de México.

Jean Paul y José María (los estupendos actores Jorge Salinas y Luis Roberto Guzmán) son una pareja que decide casarse y arman tremendo pachangón para celebrarlo. La ceremonia es presidida por su amigo el padre Tomás (Alejandro Calva), que además es director de un instituto de educación. Esta forma de convivencia despierta si no las sospechas mal intencionadas (sobre todo de personas a su servicio o de gente de baja ralea) sí el claro prejuicio de muchas otras (como la mujer que se preocupa por que el niño que pretendía adoptar sea “protegido” por ese tipo de pareja).

Los roles sociales están bien marcados en los personajes: la sirvienta y el jardinero que sospechan de la honorabilidad de sus patrones, la adicta (Nailea Norvid en una actuación sensacional y escalofriante) que deja abandonado a su hijo por andar en el viaje, el narcomenudista que ve en la situación de abandono infantil su oportunidad de hacer negocio a costa del niño, el pudiente hijo de papi que pretende comprar a un niño porque “es un rollo adoptar en este país”. Las amigas buena onda que se preocupan realmente por la situación del niño en cuestión.

Esta cinta muestra que el problema de la adopción es problemático de por sí para las parejas heterosexuales, y no se diga para las homosexuales, que además tienen que luchar aún contra prejuicios generados por su preferencia sexual. La cinta propone una situación particular pero no ofrece una solución aunque la sugiere. La sugerencia en términos reales puede plantear más problemas que una adopción legal pero, de acuerdo con el mensaje de la cinta, esto no plantea un problema insuperable si realmente hay amor de familia.

La película cuenta con momentos de humor, sobre todo con las situaciones inesperadas cuando un niño se hace presente en un lugar en el que su presencia no era contemplada. Tierna a ratos y jocosa por absurda también, es una cinta que en general resulta agradable, aunque el final es un poco ambiguo.

Salvando al Soldado Pérez


Pueden perder el estilo, pero no a la familia
Nuevos Héroes en la Era de los Narcos

Ricardo Martínez García

El cine es una expresión artística pero también muestra, dependiendo del guión y el contexto, las tendencias sociales que son aceptadas o rechazadas y que forman parte ya de la idiosincrasia de un pueblo, o de las tendencias a las que se quieren dirigir dichas idiosincracias.

En la cinta mexicana del director y guionista Beto Gómez Salvando al Soldado Pérez, la parodia de la cinta bélica de Steven Spielberg Salvando al Soldado Ryan (98) –con su propia carga ideológica y propagandística muy particular- es llevada a extremos cómicos que funcionan porque además de mofarse de los clichés de la cinta de Spielberg, el contexto ahora es el de los clichés, cada vez más aceptados en nuestra sociedad, de lo que parecería la consolidación de una cultura del narco.

El poder económico, el estilo de vestir y de hablar, las conexiones internacionales, el manejo de armas de alto poder, el poder hacer casi cualquier cosa que se propongan, hace de los capos del narcotráfico seres prácticamente míticos, los héroes de algunos sectores de la población que ya no solo construyen plazas para sus pueblos, o escuelas, iglesias o clínicas rurales, pareciera que ahora pueden, si no rescatar por sí mismos a los suyos en peligro, sí mandar a la gente que lo pueda hacer. La fuga del Chapo y el rescate de tantos otros reos directamente de los penales de alta seguridad son pequeñas muestras del áura que los rodea y protege ahí en la sierra donde habitan, a la vista de todos.

El elenco que ha reunido Gómez es de lo mejor en términos actorales: Isela Vega, Jesús Ochoa, Miguel Rodarte, Jaime Camil, Gerardo Taracena, todos bien dirigidos y trabajando en escenarios que no le piden nada a los de Hollywood (como esos donde se producen los feroces tiroteos y persecuciones en esos pueblos supuestamente de Irak y Turquía). Se trata de una cinta divertida que muestra que la aceptación de este tipo de personajes en la vida real ha avanzado más allá de lo que la sociedad civil está dispuesta a aceptar abiertamente.