De amores de la vida |
Hay que vivir
Ricardo
Martínez García
Hayao
Miyasaki explora en esta cinta la relación entre la creatividad pura y el uso
político y militar que se le puede dar. Se Levanta el Viento (2013) se ubica en
los años entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y es una visión que
oscila entre lo poético y la crítica social.
Japón tiene
la necesidad de buenos ingenieros y diseñadores, y Jiro Horikoshi ha soñado
desde niño construir y diseñar aviones. La cinta cuenta la manera en que
Horikoshi hace realidad sus sueños, vemos cómo asciende en su carrera como
ingeniero aeronáutico, hasta construir un extraordinario avión, veloz y
eficiente.
Miyasaki
desea mostrar, del mismo modo, el contexto real de la situación social,
política y militar de Japón en ese periodo previo a la Segunda Guerra Mundial.
Al mismo tiempo, el espectador asiste a la vida personal del protagonista. Con
gran maestría narrativa, vemos cómo Horikoshi conoce y se enamora de quien será
su esposa, Naoko Satomi, así como su empeño en el estudio y su viaje a
Alemania, aliado militar de Japón.
Fantasía y realidad |
Horikoshi
destaca pronto entre sus colegas en la empresa Mitsubishi y comienza a dirigir
importantes proyectos aeronáuticos, teniendo como clientes primero al ejército
y luego a la marina de su país.
Alejado de
la extraordinaria ficción de sus cintas anteriores, no obstante hay algunos
temas recurrentes que revisa Miyazaki, como la guerra, la destrucción, la
aviación, la bondad, el amor y la humanidad, tal como hizo en El Increíble
Castillo Vagabundo (2004), donde Howl es un brujo que es obligado a luchar a
favor del emperador, o en Porco Rosso (1992), en la que un piloto hechizado
hace de las suyas con su avión.
Se trata de
una hermosa cinta de animación biográfica de gran hechura y que destaca el
momento culminante en la carrera del ingeniero Jiro Horikoshi, famoso por haber
diseñado los aviones caza Mitsubishi A6M Zero, sin perder de vista el hecho de
que hay que seguir viviendo, aunque el viento se levante.