Tuesday, September 16, 2014

Se levanta el Viento


De amores de la vida
Hay que vivir

Ricardo Martínez García

Hayao Miyasaki explora en esta cinta la relación entre la creatividad pura y el uso político y militar que se le puede dar. Se Levanta el Viento (2013) se ubica en los años entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y es una visión que oscila entre lo poético y la crítica social.
Japón tiene la necesidad de buenos ingenieros y diseñadores, y Jiro Horikoshi ha soñado desde niño construir y diseñar aviones. La cinta cuenta la manera en que Horikoshi hace realidad sus sueños, vemos cómo asciende en su carrera como ingeniero aeronáutico, hasta construir un extraordinario avión, veloz y eficiente.
Miyasaki desea mostrar, del mismo modo, el contexto real de la situación social, política y militar de Japón en ese periodo previo a la Segunda Guerra Mundial. Al mismo tiempo, el espectador asiste a la vida personal del protagonista. Con gran maestría narrativa, vemos cómo Horikoshi conoce y se enamora de quien será su esposa, Naoko Satomi, así como su empeño en el estudio y su viaje a Alemania, aliado militar de Japón.
Fantasía y realidad
Horikoshi destaca pronto entre sus colegas en la empresa Mitsubishi y comienza a dirigir importantes proyectos aeronáuticos, teniendo como clientes primero al ejército y luego a la marina de su país.
Alejado de la extraordinaria ficción de sus cintas anteriores, no obstante hay algunos temas recurrentes que revisa Miyazaki, como la guerra, la destrucción, la aviación, la bondad, el amor y la humanidad, tal como hizo en El Increíble Castillo Vagabundo (2004), donde Howl es un brujo que es obligado a luchar a favor del emperador, o en Porco Rosso (1992), en la que un piloto hechizado hace de las suyas con su avión.
Se trata de una hermosa cinta de animación biográfica de gran hechura y que destaca el momento culminante en la carrera del ingeniero Jiro Horikoshi, famoso por haber diseñado los aviones caza Mitsubishi A6M Zero, sin perder de vista el hecho de que hay que seguir viviendo, aunque el viento se levante.

El violinista del diablo

Talento musical fuera de serie
De talento natural

Ricardo Martínez García

El director británico Bernard Rose muestra en esta cinta de época parte de la vida de Niccolo Paganini, durante sus giras a París y Londres. El retrato que hace del genial violinista, compositor y músico, lo colocan como una especie de rockstar de la década de los 30 del siglo XIX, lo mismo con detractores que entusiastas seguidoras.
Paganini (David Garret) tiene un talento tal que ni siquiera necesita ensayar, y su fama como ejecutante del violín es de una naturaleza que genera el rumor de cierta influencia diabólica en él (de ahí el título de la cinta). Pero lo que se muestra es que como una especie de Fausto, Paganini se pone en las manos de un mefistofélico pero efectivo promotor, el signore Urbani (Jared Harris), quien es el que maneja sus presentaciones y contratos, pero hasta ahí la referencia diablesca.
Durante la gira que realiza por Londres, Paganini se enamora de una cantante de ópera, Charlotte Watson (Andrea Deck), hija del empresario que lo lleva a la capital inglesa, y comienza una historia de amor.
El nombre de Paganini era relacionado insistentemente por la prensa con escándalos debido a su debilidad por las mujeres y por sus excesos. No obstante, el escepticismo y la desconfianza hacia su persona se desvanecen al escucharlo tocar el violín.
Paganini se gana a todas las audiencias tan pronto lo escuchan, sea en una taberna de mala muerte, o en el mejor de los teatros. Estas escenas en la película son magníficas, pletóricas de pasión musical y talento. Al final, como todos, Paganini enferma y muere, pero su música permanece viva.
Rose, que además de director es el guionista de la cinta, muestra la experiencia que obtuvo cuando dirigía videos musicales para MTV en los ochenta, con grupos como UB40 y Frankie Goes to Hollywood, o músicos como Roger Waters. Por su parte, David Garrett es un gran violinista y compositor, discípulo de Itzhak Perlmann; una de sus grabaciones lleva por título “Rock Symphonies”. La unión del director y este músico y actor alemán crean el deleite musical de esta disfrutable e interesante cinta, además claro de la historia dramática.
Por cierto, Garret estará en México, ofrecerá un concierto en noviembre, los días 18 y 19 en el Auditorio Nacional.

Bajo la Misma Estrella

Vivir y morir

Ricardo Martínez García

De vez en cuando aparecen cintas en la cartelera que nos recuerdan nuestra condición de mortales, y lo agradable que resulta vivir. La cinta Bajo la misma estrella (14), del director Josh Boone nos muestra una serie de situaciones en las que los protagonistas luchan por vivir una vida lo más normal posible, pero sabiendo que por su condición de salud no tendrán las mismas oportunidades que los demás. La cinta está basada en el libro de John Green titulado The Fault in our Stars.

Hazel (Shailene Woodley) es una adolescente enferma de cáncer. Su deprimido estado de ánimo cambia radicalmente al conocer a Augustus (Ansel Elgort), a quien conoce en un fallido grupo de terapia. Tal relación cambiará la vida de ambos, al compartir no solo su condición de salud, sino su interés amoroso y gustos literarios.
El romance que surge entre ellos los lleva a enfrentar la vida de otro modo, que tal vez sólo el que se sabe condenado logra llevar a niveles más allá de lo común y cotidiano.  También los lleva a realizar un viaje a Holanda que los hará conocerse mejor y conocer otras concepciones de la vida.
La historia no puede sino ser dramática y culminante a la vez. El director narra eficazmente pero sin caer en el falso sentimentalismo el desenlace de la relación, que como un conjunto de cerillos que se encienden juntos, pronto también se consumen y se extinguen.
Se trata de una historia que conmueve y que nos recuerda o nos advierte de forma amable, dependiendo del modo que el espectador lo interprete, que todos en esta vida estamos condenados, con la diferencia de que algunos tienen más presente su propia e inminente mortalidad, y por ello anhelan no perder ni desperdiciar ni un minuto de su existencia.

X-Men: Días del Futuro Pasado

El ciclo del tiempo
Más allá de la ciencia ficción
Ricardo Martínez García
En esta nueva entrega titulada X-Men: Días del Futuro Pasado (14), el director Bryan Singer, que enfrenta en la actualidad una demanda por abuso sexual a un menor, presenta una cinta pletórica de efectos especiales, y de una compleja trama que incluye un viaje al pasado con repercusiones en el presente y futuro.
La historia gira en torno de Wolverine, el Doctor Charles Xavier, Magneto, Mystique, Storm, y Kitty Pryde. Al enfrentar una amenaza de destrucción definitiva generada de antaño, representada por el precursor de Styker, el doctor Bolivar Trask (Peter Dinklage), y a sus terribles creaciones, los Hombres X acudirán a los poderes teletransportadores (o de algún tipo de poder extraordinario) de Kitty Pryde, para enviar a Wolverine al pasado a que arregle los entuertos que en el futuro pueden causar la aniquilación total y definitiva de la especie mutante.
Más allá de los efectos especiales, fruto de la tecnología digital cada vez más avanzada, y de la ciencia ficción dramatizada y aplicada a la posibilidad de viajar al pasado para mejorar el futuro, la cinta es una metáfora del deseo de ciertos sectores de la población por eliminar a otros sectores, a los que temen y desprecian.
La trama recuerda dolorosamente la real segregación, la discriminación y eliminación hacia grupos de personas a lo largo de la historia (representados por los X-Men), por parte de otros grupos, con ejemplos como el nazismo, el Apartheid y la discriminación racial, y la configuración de un estado político militarizado y tiránico (representado por el personaje Bolivar Trask y su influencia en la ficticia política segregacionista).
El estoico y poco tolerante Wolverine (personaje que cada vez más justifica su propia saga de cintas) realiza un divertido y revelador viaje al pasado. Así, su relación con los demás personajes va marcando la pauta del ritmo de la cinta.
¿Qué mas queda por mostrar en la siguiente entrega de esta serie, que lleva por título X-Men Apocaypse, y que se estrenará en el año 2016, según prevén los estudios de cine que la producirá? La franquicia cinematográfica de ciencia ficción sobre los mutantes con súper poderes representa en la actualidad una veta muy rica, pero tal vez pronto a terminar. Los guionistas tendrán que trabajar bien y mucho, para dejar satisfechos a los fans de esta exitosa y ya larga saga.

Saturday, September 13, 2014

Sueños de Libertad

A veces el sueño es falso
Ilusión y pesadilla
Ricardo Martínez García
La búsqueda de un futuro mejor, el cambio de residencia por un lugar que pareciera prometer paz y prosperidad, así como el sueño de una vida mejor ha impulsado, a lo largo de la historia, a millones de personas en el mundo a lanzarse a la aventura y establecerse en otro lado.
La película de James Gray, “Sueños de Libertad” plantea el caso de una mujer polaca, Eva Cybulski (Marion Cotillard), quien junto con su hermana, deciden ir a buscar un futuro promisorio a los Estados Unidos, luego de que Europa ha experimentado los horrores de la Primera Guerra Mundial.
Desde finales del siglo XIX y hasta el XXI los Estados Unidos de América han representado para europeos, latinoamericanos, africanos y asiáticos ese lugar de las grandes promesas, la libertad y el progreso. Algunos cuantos han corrido con suerte y han logrado triunfar, establecerse y vivir el sueño americano, pero otros muchos han fracasado o se han quedado en el camino en el peor de los casos, encontrando solo sufrimiento o la muerte.
Eva y su hermana al llegar a Nueva York son procesadas como todos los que llegan, por el servicio de inmigración. La hermana de Eva es diagnosticada con tuberculosis, así que una vez que Eva llega a la gran metrópoli, ella no lo sabe pero su destino queda en manos de un tratante de blancas disfrazado de empresario de burlesque, Bruno (Joaquin Phoenix), quien se enamora de ella pero eso no le impide aprovecharse de ella.
El drama que plantea Gray en esta cinta de época está muy bien logrado, drama que oscila entre la ingenuidad de Eva, la codicia de Bruno y la competencia que representa para él su primo Orlando (Jeremy Renner), un mago que también se enamora de Eva. El desenlace plantea un nuevo comienzo para las hermanas, luego del desencanto y sufrimiento.
La recreación ambiental y escenográfica del Nueva York de ese entonces, con una fotografía en color cepia que pareciera transmitir los sentimientos de la protagonista son dignos de destacarse en esta cinta.


Al mejor postor

La apuesta más alta
Apuesta con traición
Ricardo Martínez García
Guiseppe Tornatore es uno de los directores más interesantes e influyentes de la cinematografía italiana en la actualidad. Su cinta Al Mejor Postor (13) es una muestra de la maestría dentro del ejercicio cinematográfico que ha alcanzado este cineasta, autor de obras como Cinema Paradiso, Una pura Formalidad y Malena.
Virgil Oldman (Geoffrey Rush) es un maestro de subastas de obra de arte, de muebles y antigüedades, que ha hecho de su oficio y modo de vida a su vez un arte, que aprovecha su conocimiento y maña para hacerse de una muy importante colección de obras de arte. Es un hombre soltero y demasiado poco afecto al contacto humano. Al verse impelido a entrar en contacto con una mujer enferma de agorafobia, su mundo se trastoca de un modo tan completo que nada puede volver a ser igual para él.
Si en Cinema Paradiso Tornatore ofrece un nostálgico homenaje a la cinematografía y a la manera de vivirla de un pequeño poblado, en Al Mejor Postor ofrece una cinta llena de simbolismos e imágenes muy cuidadas y hermosas.
Si el cine consiste en exhibir escenas para mostrar algo, esta cinta muestra cómo Virgil vive para coleccionar obras de arte y esconderlas (algo que recuerda a esos extraordinarios palacios romanos llenos de obras de arte, que lucen abandonados y en tinieblas, a los cuales muy pocos pueden acceder a ellas para admirarlas, como muestra otra gran cinta italiana, La Gran Belleza, de Paolo Sorrentino), tenerlas y atesorarlas para su disfrute personal.
El arte cinematográfico es una creación que presupone una cierta magia o prestidigitación, el director sabe a dónde quiere conducir al espectador y crea ambientes, diálogos, personajes, para llevarnos a un final que, en el mejor de los casos nos sorprende y agrada. Martin Scorsesse lo sabe y lo muestró en La Invención de Hugo, y lo sabe Tornatore. Hacer cine es como la construcción de un autómata del cual poco a poco se encuentran sus piezas, se embonan y se forma un cuerpo completo. El resultado final puede ser extraordinario o decepcionante, pero en todo caso plantea cuestionamientos que pueden dejar al espectador con una sana actitud reflexiva.
Virgil Oldman, así como el espectador, al final de la cinta quedará sorprendido por la muy intrincada y bien elaborada estratagema de la cual fue objeto.