Monday, January 22, 2007

El Surrealismo en Persona


Salvador Dalí
Ricardo Martínez García
La constante búsqueda de lo diferente, de lo onírico y alucinado, a contracorriente del cánon artístico de su tiempo, caracterizó la obra de este pintor, escultor y diseñador español, quien falleció el 23 de enero de 1989.


Originario de Figueres, Girona, Salvador Dalí nació el 11 de mayo de 1904. Fue un artista precoz: contaba ocho años de edad cuando elaboró una réplica de la Venus de Milo, de barro, en el estudio en que había convertido la azotea de su casa.


Cuando tenía 10 años convaleció de una enfermedad en casa de un amigo de su familia, el pintor Ramón Pichot, lo que le permitió conocer tanto a pintores y a músicos, como al movimiento impresionista francés, una de sus influencias.


Ingresó a los dieciocho años a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde conoció a Federico García Lorca y Luis Buñuel, quien años después lo recibiría en París y lo presentaría con Pablo Picasso.


Dalí expuso por primera vez, de manera profesional, en la Galería Dalmau, en 1925, y consiguió abundantes elogios para un artista tan joven. Dos años antes fue expulsado de San Fernando por su grilla; admitido nuevamente, se niega a ser examinado por quienes llamó “ignorantes catedráticos” y es expulsado de la Academia definitivamente. De esta época datan sus cuadros Muchacha de espalda, Naturaleza Muerta con Luz de Luna y Figura Asomada a la Ventana.

Dalí escribe junto con Buñuel en París el guión de Un perro andaluz (28), cinta pionera del surrealismo: delirantes escenas en las que aparecen unos burros muertos arrastrados a través de una habitación, o el ojo de una mujer siendo cortado por una navaja, escenas inquietantes y provocadoras, características del trabajo del director. Originalmente muda, Buñuel le añadiría luego la pieza Liebestod, de la ópera de Wagner Tristan e Isolda, y algunos tangos de moda en ese tiempo. Pinta entre otros cuadros Deseos Insatisfechos. (Tiempo después colaboraría también con Harpo Marx y con Alfred Hitchcock en el diseño de escenografías).


Conoció a quien sería su gran amor, Gala, al año siguiente. Ya había expuesto en París y contando con la presentación de André Breton, quien encabezó el movimiento surrealista nueve años antes, al grito de “lealtad al disparate, a la incoherencia, a las hipérboles y a todo lo que contraviene a la llamada realidad”. Pinta El gran masturbador, El enigma del deseo, mi madre, mi madre, mi madre y Los placeres iluminados, entre otros, y escribe varios textos sobre el “método paranoico-crítico”.


Un método surrealista
Según el mismo Dalí se trataba de "un método espontáneo de conocimiento irracional basado en la objetivación sistemática de asociaciones e interpretaciones delirantes". Sin importar la aparente contradicción entre espontaneidad y sistematicidad, la descripción del método es más una ilustración de su estilo delirante de expresarse, que una aclaración.


Dalí se sinceró y señaló alguna vez sobre el método: “lo practico con éxito aunque no sepa hasta ahora muy bien en qué consiste exactamente”. Aunque un artista como Dalí realmente no necesitaba explicar su obra, no pudo dejar de intentarlo, y escribió Las metamorfosis de Narciso, precisamente para explicar dicho cuadro.


Una de las pinturas emblemáticas de este periodo es La persistencia de la memoria (31), que presenta sus famosos relojes deformados.


No extraña, a la vista de su método, que se considere a Dalí un artista que estuvo fuertemente influido por Freud, Nietzsche, Voltaire, Spinoza, Da Vinci, Miguel Angel, Picasso, García Lorca, Buñuel y Breton, cuyas ideas dieron como resultado una obra realmente expresiva y ecléctica.
En 1930 es aceptado por los surrealistas encabezados por Breton, pero es expulsado cuatro años después por sus peculiares concepciones políticas. Su comentario fue: “no me pueden expulsar del surrealismo, pues el surrealismo soy yo”.


El amor por Gala
Su verdadero nombre era Elena Ivanovna Diakonova, rusa de nacimiento, y conoció a Salvador cuando estaba casada con el poeta Paul Eulard en 1929. Era muy bella y atractiva, y diez años mayor que Dalí, quien hacía cualquier cosa loca para llamar su atención. Él la llamaba su “motor blando de origen divino, un núcleo viviente”.


En 1933 pinta Retrato de Gala con dos chuletas de cordero sobre sus hombros. La tersura de los colores, la luz y la limpieza de trazo, características de sus obras, están en perfecta armonía en este retrato que no es el único que le hizo.


A pesar de ser Gala su gran amor, su inspiración, cuando Dalí conoció a una incierta mujer de veinte años llamada Amanda Lear, a finales de los cincuenta, encontró en ella algo más que una amiga, pues también halló a una discípula y una compañera. Gala no se opuso a esta amistad, por el contrario, participó de ella, como muestran los veranos compartidos en Cadaqués, Cataluña, en casa de los Dalí.


Durante la Guerra Civil Española, Dalí decide irse a Roma y Florencia de 1936 a 1939. Ahí conoce y queda maravillado con los artistas del Renacimiento y el Barroco. Luego se mudó a Arcachon, Francia, pero después de la invasión alemana en 1940, regresa a España y posteriormente a los Estados Unidos, donde vivió hasta 1948. Este periodo –considerado su clásico- produce cuadros como Rostro de Guerra (40), Atómico (45), y Tentación (46), entre otros. Además publica su primera novela, Rostros ocultos (44).


¿Apología de la locura?
En 1939 desde Nueva York, publica su manifiesto “Declaración de la independencia de la imaginación y del derecho del hombre a su propia locura”, texto que exalta la gran capacidad creativa individual que tenía y que podía considerarse como “locura”. A finales de esta década expone otra declaración: el Manifiesto Místico, que inaugura su periodo místico-nuclear.


Una muestra de lo que era su postura política en la década de los cincuenta la ofrece en una conferencia de 1958 titulada "Picasso y yo" en la que declara: "Picasso es español y yo también; Picasso es pintor y yo también; Picasso es un genio y yo también" y concluye señalando "Picasso es comunista, y yo tampoco".


En 1964 publica Diario de un genio y en 1966 la Galería de Arte de Nueva York le dedica la mayor exposición retrospectiva a un artista vivo. Dalí murió el 23 de enero de 1989, siendo uno de los principales artistas plásticos –pintor, escultor, diseñador, grabador- del siglo veinte y haber creado más de cuatro mil obras.

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