Thursday, April 26, 2007

The Church

En plena madurez musical
Ricardo Martínez García

El Momento Siguiente es la continuación del proyecto acústico de The Church, iniciado en 2004 con El Momento Descuidado, para el sello australiano Liberation Blue en su colección Acoustic Series.


Con tres canciones totalmente nuevas, un cover y diez piezas ya conocidas, este nuevo trabajo, cuyo lanzamiento se produjo a principios de marzo, muestra lo mejor de The Church –de la lista de favoritas del propio grupo- pero trabajadas y elaboradas con nuevas instrumentaciones, y cuyo resultado ofrece un disco verdaderamente refinado y delicioso, una obra representativa de recreación acústica.


A diferencia del Acoustic Sermon de 1995, trabajo previo semejante y recopilación no oficial en vivo, realizada durante tres giras hechas en 1988, 1990 y 1994 en Santa Mónica, San Diego y Chicago (con momentos de gran improvisación musical, propios de las presentaciones en vivo, y una calidad de sonido bastante aceptable), El momento Siguiente es una grabación oficial y profesional hecha en estudio, producto de un plan musical perfectamente ejecutado.

Los miembros de la banda Steve Kilbey, Marty Wilson-Piper, Tim Powles y Peter Coppes elaboraron, con viejas y hermosas canciones de algunos de sus álbumes más memorables, un trabajo que guarda cierta semejanza con los famosos Unplugged de MTV, aunque los fans que conocen bien a estos artistas no los imaginan actuando y formando parte del catálogo de esa cadena televisiva: The Church es un grupo alternativo de rock pop que no se conduce bajo la lógica del mercado, que no busca la difusión masiva sino tocar y divertirse, expresarse a través de la música y, en última instancia, ganar dinero, que lo han hecho pero por la calidad, profusión y profesionalismo de su trabajo, tanto en grupo como individualmente.

Para constatar lo anterior, ahí están los 26 años que ya tiene The Church en la escena musical y una fructífera carrera de más de veinte álbumes y recopilaciones que en total rebasan los treinta discos, para no hablar de los discos piratas.

La utilización de instrumentos como el piano, tocado por el guitarrista Peter Koppes, y el violonchelo de Sophie Glasson en piezas como Reptile, Tantalized, It´s no Reason y Two Places at Once, instrumentos no siempre vinculados con una banda de rock, ofrecen un toque de intimidad, de calidez y de nostalgia, propia de quien vuelve la cabeza y mira el camino andado con la madurez que dan los años y la experiencia (que en su caso da tocar y hacer giras por gran parte del mundo –como siempre con excepción de México- de manera constante), y que está satisfecho con lo que ve, o mejor, con lo que escucha.

La voz de Kilbey suena tan fresca como en el disco debut de la banda Of Skin and Heart de 1981, y su música sigue siendo a la vez tan armónica, directa, diáfana y entretenida, sin importar que se trate de un pop emparentado íntimamente con el New Wave de los ochenta (y sus reminiscencias del Punk) o de una pieza experimental que refleja la influencia de Pink Floyd, David Bowie o Joy Division.

Capítulo aparte son los temas de las letras de las canciones. Kilbey, autor de la gran mayoría de ellas es un autor verdaderamente prolífico. Se inspira en elementos tan disímbolos como historias de amor en el que la reencarnación juega un papel central, o la alabanza a culturas antiguas que construyeron pirámides, la solidaridad ante la soledad o el continuo cambio en la vida humana, por el cual no hay por qué estar triste, pero tampoco alegre.

La primera pista de El Momento Siguiente, Wide Open Road, es original del grupo de folk australiano The Triffids, cuyo líder David McComb fue una gran influencia musical para The Church. Es una especie de tributo a un músico ya fallecido pero que en su país fue un artista respetado y admirado por los miembros de la banda.

Hay también, como suele presentar el grupo, elementos musicales novedosos, como el estilo country utilizado en la clásica Electric Lash, los requintos de guitarras acústicas con sabor español (tanto de Steve Kilbey como de Marty Willson-Piper), o el uso de ritmos percusivos de bongó al inicio de Tantalized.

La bella e introspectiva Pure Chance, extraída del Uninvited by Clouds, nos muestra a Kilbey acompañado de la también cantante y compositora australiana Inga Liljeström, dúo muy equilibrado cuyo resultado es de gran sensualidad y sofisticación. (La exquisita conjunción pero lo insólito del dúo recuerda el que hizo Stuart Staples, líder de Tindersticks, con Lhasa de Sela, o el mismo Staples con la experimentada Gina Foster en su disco debut Lucky Dog).

Una pieza clásica de rock acústico es Grind, del Gold Afternoon Fix, tan parecida en ritmo pero tan diferente en textura de la versión original, tal como son todas las canciones. El Momento Siguiente es un disco creado para el disfrute personal de quien lo escucha; se trata sin duda de uno de los mejores discos de The Church.



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1 comment:

Javier said...

Estupendo artículo aunque hay algo con lo que no estoy de acuerdo. Los Church sí aparecerían en la MTV si se lo pidiesen, pero desde Gold Afternoon Fix se fueron cayendo progresivamente de los circuitos más comerciales. Ellos hacen la música que les gusta pero no renuncian a ganar importantes cantidades de dinero. De hecho Steve dice algo así como "No estoy en esto SÓLO por el dinero" reafirmando su interés de alcanzar a la vez la gloria artística y el reconocimiento generalizado que otros, como su despreciado Bono, ya no merecen. De toda su discografía sólo hay un disco que intentaron hacer deliberadamente comercial y que a ellos mismos no les gusta demasiado y es el mismo Gold Afternoon Fix. Una vez expulsados de Arista en la primera mitad de los 90 no han permitido ni la más mínima injerencia en sus discos por parte de ejecutivos de medio pelo, pero ello no quiere decir que renuncien a lograr una mayor exposición que realmente merecen.