Fidelidad a la Patria o ¿a Dios?
Ricardo Martínez García
Don Cheadle, actor de cintas como Hotel Rwanda, y la saga de Oceans 12 y 13, produce y protagoniza Traidor (08), del director Jeffrey Nachmanoff, basada en una idea escrita por el comediante Steve Martin, quien se pone serio y ofrece una historia de espías y terrorismo, dentro del marco de las luchas reivindicatorias de los pueblos árabes musulmanes ante la opresión “de occidente”.
En la lucha contra el terrorismo y la defensa del territorio norteamericano, el agente especial del FBI Ron Clayton (Guy Pearce) sigue las pistas de las actividades de un grupo musulmán extremista y sus proveedores de explosivos, entre los cual está Samir Horn (Cheadle), comerciante de explosivos que en realidad es un agente infiltrado de la CIA, cuya existencia es tan secreta que sólo sabe de él su jefe inmediato, el agente Carter (Jeff Daniels).
Horn apunta con exactitud el hecho de que no sólo él comercia explosivos sino también fabricantes norteamericanos (y británicos, israelíes, rusos, etcétera) que venden sus productos sin importarles que esas mismas armas puedan ser usadas en contra de los Estados Unidos.
Tanto Horn como Carter están enfrascados en una ideología extremista -cada uno en su propio bando- que los acerca demasiado a sus supuestos enemigos: llevan a cabo una guerra en la que no importan los daños colaterales sino el impacto que se pueda producir con los fines últimos: hacerle sentir al enemigo que no hay lugar ni tiempo en que alguien se pueda sentir a salvo.
La cinta parecería ser una más de terroristas y contraespionaje, y Don Cheadle aparece en un papel semejante a aquellos que hicieron famoso a Wesley Snipes, gran actor de acción actualmente de capa caída tras su sentencia de tres años de prisión por evasión de impuestos, aunque eso no le ha impedido seguir trabajando en proyectos como El Arte de la Guerra 2, pero en este caso Cheadle encarna a un norteamericano musulmán convencido y amplio conocedor de su religión, y tal condición es lo interesante de la película.
¿Qué hará un soldado norteamericano, experto en explosivos y reclutado por la CIA para infiltrarse en las filas de una organización extremista islámica con el fin de tener acceso a los líderes para acabar con la amenaza que representan, pero a la vez actuar de acuerdo a su religión? ¿Cómo conciliar su fidelidad tanto a su patria como a su religión? El argumento de Steve Martin es muy bueno. La respuesta sólo se ve al final de la cinta.
Don Cheadle más que sucesor de Snipes es su competidor en este tipo de películas, puesto que sólo tiene dos años menos que Snipes. Tiene el carisma, el talento, la presencia escénica y se encuentra en el mejor momento de su carrera. Su trabajo es realmente sobresaliente y tan solo por eso vale la pena ir a ver esta cinta.
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