Tuesday, April 19, 2011

Amigos con Derechos

La eterna búsqueda de la relación perfecta

Ricardo Martínez García

Cuando dos personas, en la clásica búsqueda del amor, entablan una relación de amigos pero en el que hay más circunstancias que las meras expresiones de amistad, como el sexo, casi siempre tal relación termina por convertirse en un embrollo, si es que las reglas no quedan claras o si las reglas dejan de tener sentido al momento de experimentar  los sentimientos que respectiva y correspondientemente se les presentan a uno y a otro.

El que se enamora pierde, y eso es justo lo que le ocurre en Amigos con Derechos (No Strings Attached, 11) a Adam (Ashton Kutcher) cuando luego de ver cómo su exnovia se junta con su padre, y de encuentros y reencuentros con su antigua compañera escolar Emma (Natalie Portman), de fundamentar su particular tipo de relación en sexo consensuado y casual pero siempre con la idea de no involucrarse más que solo de manera superficial, así como de extrañas competencias con otro galán que sí parece el indicado para Emma. 

El grado de convivencia no prevista ni deseada –como el dormir juntos y vestidos- así como el enamoramiento y la  situación que se genera asusta a Emma y decide alejar a Adam de su vida.
Adam lo tiene más claro, pero esa claridad no es nada sin la parte de ella, o al menos no lo es hasta que a Emma le cae el veinte, su propio veinte.

Esta comedia, dirigida por Ivan Reitman, resulta divertida sin duda por la participación de Kutcher, que se ha especializado en este tipo de cintas. Luego de su intenso trabajo en El cisne negro, extraña pero es un placer ver a Portman en una comedia, en la que si bien no es la que arranca las carcajadas, cumple de manera natural con su papel. El final es algo predecible y complaciente, pero vale la pena volver a verla.

1 comment:

Unknown said...

Ver a Natalie Portman siempre es interesante,esta película cumple con su cometido: entretener. Sin embargo, cae de nuevo en el cliche "la chica se enamora", creo que las mujeres en estos tiempos podemos tener sólo sexo y eso no implica enamoramiento alguno.