Friday, February 17, 2012

Tenemos que hablar de Kevin

Más allá de la comprensión

El absurdo de la vida y de la muerte.

Ricardo Martínez García

La cinta Masacre en Columbine de Michael Moore (Bowling for Columbine, 02) exploraba la situación de fragmentación social imperante en algunas partes de los Estados Unidos, situación marcada por la proliferación de armas en todos los estratos, así como una tendencia al individualismo, el hedonismo y el egoísmo (en sus diferentes expresiones) en términos de comunidad. En un ambiente así era comprensible el contexto que originó (y sigue haciéndolo de modo esporádico) algunos atentados por parte de estudiantes en contra de compañeros suyos en ciertas escuelas norteamericanas. El fenómeno lo examinó Moore de modo general, pues intentó comprenderlo tratando de encontrar las causas sociales que devinieron en esos ataques particulares.

Lynne Ramsay dirige la película Tenemos que hablar de Kevin (11) protagonizada por Tilda Swinton y John C. Reilly, cinta que ofrece una mirada desde el lado personal, interno, de la madre de un adolescente problemático, cuya conducta plantea múltiples preguntas pero casi a ninguna respuesta.

Eva (Swinton) es una madre que lidia con su pequeño desde el momento en que nace, y desarrolla con él una relación enfermiza marcada por la incomprensión, el chantaje, la falta de autoridad, la incapacidad de comunicarse, etc., etc.

¿Es Eva una mala madre? ¿Qué tanto se transmite de las personas en la herencia genética a sus hijos, o cuál es la consecuencia real del abuso de drogas? ¿Cómo es que se forma el sentido de la moralidad, de la responsabilidad, del respeto a los otros? ¿Cómo hacer que tal sentido se forme sanamente y no meramente funcional? Todas estas preguntas -y muchas otras más seguramente- surgen a partir de lo que el espectador observa en la narración fílmica de la obra de Ramsay, rica en flashbacks y elipsis, pero que al final nos cuentan una tragedia terrible. ¿Es al final Eva una madre solapadora? Cada espectador seguramente tendrá formada al final una opinión. En todo caso, se trata de una cinta inquietante, difícil de digerir, pues el tema que aborda es desagradable. Pero justo por eso es que se tiene que hablar de situaciones así, de personas así. Es una cinta para el debate, sin duda.

1 comment:

Gabriela Luna said...

Interesante lo que mencionas, aunque también habla del origen de la psicopatía. Tradicionalmente se cree que son factores socioculturales los que lo favorecen, abusos, ausencia de los padres, etc., sin embargo en esta cinta hay factores biológicos y cognitivos que pesan más.
Nos hace cuestionarnos si existen personas "malas" desde que nacen y si es posible que la madre pueda experimentar la personalidad del hijo, aún desde antes de nacer, como lo sugieren algunos estudios al respecto.