Friday, February 22, 2013

Una niña maravillosa

La salvaje civilización

Las bestias del sur

Ricardo Martínez García

El joven cienasta Behn Zeitlin ofrece en la cinta Una niña maravillosa (Beast of the southern wild, 11) una alegoría sobre el amor, un mundo descompuesto que se destruye a pasos agigantados, la solidaridad, la marginación social, el adentro y el afuera en términos sociales.

Esta cinta, como la de Martin Scorsesse, titulada La invención de Hugo, parte de la idea de que el mundo es como un mecanismo en el que si una pieza se descompone, puede descomponer todo lo demás. La pequeña Hushpuppy (Quvenzhané Wallis, estupenda niña actriz) dice que si algo se estropea por pequeño que sea, todo el universo lo resiente, y tal vez tenga razón. Hugo Cabret hace una reflexión parecida cuando dice que “encajar” es algo importante para los seres humanos, encajar en un lugar, ser parte de algo. Estas visiones mecanicistas surgen por la necesidad de componer un universo o un mundo que se añora armónico, donde la acción negativa del ser humano -ecológica, moralmente, socialmente- casi ha dado al traste con tal armonía.

Padres enfermos o desaparecidos, como en Hugo, o en Las invasiones Bárbaras, en esta cinta la relación padre hija alcanza niveles dramáticos muy intensos y en la que el contexto es lo de menos (una precaria vida de desposeídos casi de todo, que tienen que ser contenidos por los de “adentro” del mundo civilizado, y que solo se divisa desde lejos por los habitantes de “La bañera”), porque lo que importa es el aspecto humano. Dicho contexto, geográfico, ambiental, escénico, es diametralmente opuesto a las cintas mencionadas, pero la esencia de las relaciones humanas es la misma.

La cinta pareciera anteponer a la razón social devenida civilización el puro instinto y fuerza de sobrevivencia, algo que se refleja en el título original en inglés y en la aparición de unas enormes bestias, que entablan una peculiar relación con Hushpuppy. Cinta nominada a mejor película, mejor dirección y mejor actriz por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas norteamericana, es una cinta disfrutable que representa una bocanada de aire fresco en la industria cinematográfica.  

1 comment:

Gabriela Luna said...

Tu reseña de esta cinta es conmovedora, refleja tu capacidad para ver lo que comparte con otros historias y que no es evidente para todos.