Ricardo Martínez García
La cantante israelí Chava Alberstein (1946) produjo en 1995 un documental sobre poetas Yiddish del siglo XX titulado Too Early to Be Quiet, Too Late to Sing. De ese trabajo fílmico surgieron una serie de canciones que adaptaban algunos de esos grandiosos poemas con música compuesta por la cantante, y que en colaboración con el grupo The Klezmatics grabó en el disco The Well, publicado en 1998.
Todas las canciones del disco están cantadas en yiddish oriental, lengua resultante de la mezcla del alto alemán (que a su vez es un conjunto de dialectos germánicos medievales sin homogenizar), el hebreo y algunas lenguas eslavas, mezcla cambiante según el lugar y el tiempo, que generó dos tipos de yiddish: el oriental y el occidental.
Alberstein nació en el puerto fluvial de Szczecin, Polonia, pero a la edad de cuatro años sus padres se mudaron al recién formado estado de Israel (1948). Ahí ha vivido y hecho su fructífera carrera musical, que ha producido más de cincuenta grabaciones, la mayor parte de ellas cantada en hebreo, armada con su guitarra acústica y una voz potente y de gran presencia.
El mismo año del 98, pocos meses antes de The Well, Alberstein lanzó para la compañía discográfica Shanachie el disco Crazy Flower: A Collection, el cual, como The Well, es un muestrario de estilos folclóricos tomados de varias partes del mundo.
Se ha dicho que las composiciones de estos dos discos son un muestra del enorme rango de influencias que enriquecen el trabajo de Alberstein, que van del klezmer y la música tradicional judía a la chanson francesa o al folk americano, pasando por el peculiar estilo musical generado en Europa del Este, con influencias a su vez de música gitana, turca, balcánica y árabe.
Piezas como Di Goldene Pave (El Pavo Dorado) , Kh´vel Oyston Di Shikh (Me quitaré los zapatos) o Di Krenitze (El Pozo) son botones de muestra de la fuerza interpretativa de Alberstein, así como de la mejor forma de adaptar las influencias musicales a las cuales ha permanecido en contacto. El booklet del disco cuenta con la traducción del Yiddish al inglés, por lo que si no se habla la lengua germano-hebraica, al menos puede ser entendida con la hasta ahora todavía lengua universal originaria de Inglaterra.
Lo cierto es que al escuchar estos discos también se puede llegar a pensar que la música de origen judío ha influido y se ha dejado influir; o que ha crecido paralelamente y con-fundiéndose, con la mencionada música que se genera en el Este de Europa, y que se refleja en los citados estilos de la música como el del cabaret alemán, en la chanson francesa, en el tango y en el folk norteamericano.
Escuchar la voz y la música compuesta por Alberstein y los músicos de The Klezmatics remite a otras voces y estilos como los de Ute Lemper, Taraf de Haidöuks, la No Smoking Orchestra de Emir Kusturika, Goran Bregovic, Eleni Vitali y otros. Música klezmer, gitana, turca, alemana, balcánica, etcétera, confluyen armoniosamente en los discos citados de Alberstein, y otro tanto les sucede a los otros grupos y cantantes mencionados. Así es la fusión de la música, expresión de la fusión de los grupos sociales que conviven y se aproximan, tal vez no políticamente pero sí culturalmente.
Incluso en México el klezmer toma ciertos estilos musicales que se consideran “propios” del mexicano. Tal es el caso de la música compuesta por Jacobo Lieberman e interpretada por The Klezmatics para la película de Alejandro Springall Morirse está en Hebreo (07), en donde se hace gala de una fusión klezmer-mariachi que ofrece una gozosa síntesis de ambas.
Chava Alberstein se presentó en México en octubre del 2004, dentro del marco del XXXII Festival Internacional Cervantino en Guanajuato en el Teatro Juárez, presentación a la que muy desfortunadamente no tuve forma de asistir. El boletín emitido en esa ocasión por el propio FIC señalaba que la música de Alberstein “transita la historia de su pueblo y (en donde) hay constantes referencias a las aspiraciones de paz en un mundo que padece la pobreza, la soledad y la pérdida constante de su humanidad. Sus temas, que no militan políticamente ni tratan de defender causa alguna, tienen mas bien un carácter reflexivo”, a lo cual yo añadiría poético, de amor por la naturaleza, por el creador y dador de vida.
De esta manera es como Chava Alberstein es una de las cantantes y compositoras más destacadas de la llamada World Music, y lo mismo se puede decir de The Klezmatics.
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