Friday, October 09, 2009

Bastardos sin Gloria


Tarantino y su visión ficticia de la historia

Ricardo Martínez García

Bastardos sin Gloria representa la consumación definitiva de Tarantino como un cineasta de culto. Esta historia ficción es un ejercicio grandioso y gozoso pleno de imaginación que mezcla elementos del western, el thriller psicológico, el mejor cine de espías en guerra y además una reflexión sobre la importancia y el papel del cine en la difusión de las ideas y como excelente canal para la diversión y la catarsis emocional e histórica.

Quentin Tarantino presenta en Bastardos sin Gloria un filme clásico e intenso, intrigante, que exige la atención total del espectador, al nivel de la famosa Pulp Fiction. La trama, compleja pero excelentemente estructurada, está ambientada en la Francia de 1944, ocupada por los alemanes en plena Segunda Guerra Mundial; Tarantino nos ofrece la fantástica historia de la existencia de un pequeño escuadrón cazador de nazis llamados los Bastardos. Este escuadrón es comandado por el teniente Aldo el apache Raine (Brad Pitt, en plan estupendo) y su objetivo principal es darle muerte a todo alemán que lleve el uniforme nazi. En su grupo hay un psicópata, el sargento Hugo Stiglitz (personaje al parecer nombrado así porque a Tarantino le gustó el del actor mexicano), y otros salvajes soldados que están dispuestos a todo por las cabelleras nazis.

La contraparte de Raine es el coronel Hans Landa (un sobresaliente Christopher Waltz, actorazo que se luce hablando en alemán, inglés, francés e italiano de manera perfecta) oficial de las SS encargado de buscar a los judíos franceses que se ocultan en la campiña en casas de buenos vecinos. Landa es culto, inteligente y despiadado, con cierto toque de humor, justo como le gustan los personajes a Tarantino. Landa se considera más un detective que un soldado, y en realidad así lo muestra su labor para encontrar judíos.

En la primera parte de la cinta Tarantino se demora algo más de lo necesario, pero lo hace para llevar la tensión psicológica al máximo. Un granjero recibe la visita de Landa, éste le habla en francés y luego en inglés, lo acorrala y le hace confesar que en efecto oculta a una familia judía. De ese encuentro sólo sobrevivirá Shosanna, a la que años después, en el 45, se encontrará Landa sin reconocerla.

Tanto para elegir a personajes, diálogos, actores y música Tarantino es algo especial y sumamente atinado, no solo en el caso de Pitt y Waltz. Basta recordar la inclusión en algunas de sus cintas de actores como Harvey Keitel, Samuel L. Jackson, Bruce Willis, John Travolta, David Carradine, Umma Thurman, y ver ahora a la francesa Mèlanie Laurent (a quien se le vio estupenda en El Cuarto de los Muertos, cinta exhibida en el reciente 13º Tour de Cine Francés), o a la alemana Diane Kruger (quien acompaña a Nicolas Cage en El Tesoro Perdido 1 y2), ambas actrices verdaderamente bellas y talentosas en los papeles de Shosanna Dreyfus y Bridget von Hammersmark respectivamente, o a actores como Eli Roth (el sargento Donnie Donowitz), Michael Fassbender (el teniente Archie Hicox) y hasta Mike Myers en un papel serio como el general Ed Fenech, para darnos cuenta de que uno de los talentos principales de Tarantino es de saber elegir a sus actores.

En esta película de historia ficción Tarantino no está interesado en una crítica social tanto como en mostrar, a la manera de un crisol dramático un argumento en el que los sentimientos inmanentes de los personajes, propios del maniqueo ideario norteamericano, generan naturalmente simpatía hacia el lado políticamente correcto. No sería demasiado extraño que alguna comunidad judía norteamericana intentara convertir a Tarantino a su fe.

Sin dejar de hacer un pequeño señalamiento sobre el dominio judío en la industria cinematográfica en Hollywood, las acciones de los personajes de Tarantino, comandados por el teniente Aldo y secundados por Shosanna y Marcel (Jacky Ido), representan una catarsis al trauma producido por a persecución y sacrificio de millones de judíos por parte del régimen nazi. Es de hecho una catarsis llevada algo más allá de la descarga o liberación de emociones, pues se convierte en salvaje y a la vez cómico sadismo por momentos.

A Tarantino no le llama demasiado la atención proponer verdaderas interpretaciones de historia; con él el contexto histórico se mantiene al mínimo de la teorización. Habría sido interesante por ejemplo ver al teniente Aldo rechazar cualquier tratado para firmar la paz, aduciendo que los Estados Unidos tenían a todo lo que daba la industria militar en ese momento. Bisnes son bisnes.

Ambientada musicalmente a ratos a la manera de su admirado Sergio Leone y con varias piezas de quien fuera su músico de cabecera, Ennio Morricone, también resulta sumamente agradable oír a David Bowie y su Cat People y una que otra pieza de Charles Berstein, del quinto Beatle Billy Preston o de la cantante y actriz Samantha Shelton.

Inglorious Basterds es tal vez la mejor película de Tarantino hasta ahora, director que no es muy prolífico y ha tenido algunos desaguisados con la taquilla, como por ejemplo con su poco afortunada cinta Jackie Brown. Esta nueva cinta es una pieza madura, que muestra lo que ha ido avanzando el director en su arte y en su trabajo. Sin duda una película interesante pero que sobre todo mantiene cierto tipo de sonrisa irónica en más de un espectador, divertido por la manera en que maneja los personajes.

Hay una escena en la que mientras ambos ven el estreno de la cinta "El orgullo de la Nación", Hitler (Martin Wuttke) le dice a Josef Goebbels (Sylvester Groth) que ese trabajo "es tu mejor cinta", mientras el público aplaude a rabiar. Si pensáramos que Hitler es la crítica de cine y Goebbels es Tarantino, mientras que el público es aquel al que va dirigida la cinta, tanto para manipularla como para divertirla, menos para ilustrarla, el modo en el que se incendia la sala ¿qué tipo de metáfora indicaría? No puede dejar de ver esta cinta.

6 comments:

Gabylu said...

Coincido contigo en lo que dices sobre la cinta, aunque creo que más de uno en la sala del cine tiene esa catarsis que planteas. Ver morir a Hitler mientras el reía de los cientos de muertos... Una final alterno que parece más justo que lo que sucedió en la realidad. Al principio hay una seriedad que incómoda por la perfección de este militar alemán que ha hecho de su búsqueda de judíos todo un arte, al grado de contemplar casi extasiado la fuga de la única sobreviviente, tal pareciera que no está dispuesto a renunciar al placer macabro de buscar y encontrar.
Me parece sumamente interesante el personaje del joven soldado alemán convertido en héroe por su "gran hazaña", mientras observa la "obra de arte" en su honor parece cobrar conciencia de que no tiene nada de qué presumir y que la repetición de disparos una y otra vez en la pantalla no es más que una representación grotesca de algo que no le enorgullece. Sin embargo, su parte frívola es favorecida por el medio en que se desenvuelve y se hace evidente.
El sarcasmo, la ironía, la gran creatividad y la gran farsa de esta película son geniales realmente, aunque en ocasiones me sentí desconcertada, era imposible no disfrutarla.
Sólo creo que te falló un pequeño detalle, dices que "Tarantino nos ofrece la fantástica historia de la existencia de un pequeño escuadrón cazador de judíos llamados los Bastardos", sin embargo tú sabes que a quienes perseguían era a los nazis... Incluso más abajo lo mencionas: "su objetivo principal es darle muerte a todo alemán que lleve el uniforme nazi". Qué onda contigo!! De cualquier forma, es un placer leerte.

Ricardo said...

Tienes razón, cometí un error al decir que era un escuadrón cazador de judíos, cuando en realidad lo era de nazis! Gracias por tu atenta lectura, qué haría sin lectoras como tú, te lo agradezco infinitamente! El error lo he corregido ya.

Unknown said...

Otro error que veo es que francia fue liberada a finales de 1944 de hecho para agosto del 44 la ocupacion alemana en francia era incierta.

Saludos, buenas criticas.

Unknown said...

Otros error en el contexto de la pelicula,(aunque es ficcion)es que francia fue liberada a finales de 1944 y no en el 45 como se mensiona, de hecho para agosto la ocupacion alemana en francia, era incierta.

Buenas criticas, saludos.

Ricardo said...

Gracias por tus comentarios Isaías, es cierto, aunque se trata de ficción, la cinta está contextualizada en hechos históricos y en efecto, la ocupación nazi de Francia comenzó en mayo de 1949 y terminó en diciembre de 1944, poco tiempo antes del término de la guerra. Acepto mi error y te agradezco infinitamente que me lo señales! Gracias por tu gentil comentario.

Unknown said...

saludos, quisiste decir mayo de 1939 hasta diciembre 1944.

saludos.