Algunas almas ni son humanas |
Ridiculous versus diabolus
Ricardo Martínez García
Hay una canción de Donovan llamada Season of the Witch, tal como se llama esta cinta de Dominic Sena, muy bien utilizada para rematar la cinta To die for de Gus Van Sant (y en la que Nicole Kidman ofrece su mejor trabajo). Dominic Sena va por otro lado y se inclina más bien por la ficción medieval, que intenta mezclar elementos históricos y religiosos pero el resultado es un híbrido de terror serie b demasiado poco creíble.
Luego de matar enormes cantidades de personas “en nombre de la Iglesia” en diferentes campañas en medio oriente, mejor conocidas como Las Cruzadas, de pronto al caballero francés Behmen (Nicolas Cage) y a su compañero Felson (Ron Perlman, lo mejor de la película), aparentemente les cae el veinte y deciden retirarse –a pesar de su juramento- de estos combates contra los infieles, que incluían a mujeres y niños indefensos. De inmediato son considerados como desertores, son atrapados y para no ser prisioneros o muertos, aceptan la misión de trasladar a una mujer acusada de brujería a un monasterio, donde sería juzgada por los frailes de manera “justa”.
Hasta ahí todo parece históricamente correcto, y la cinta resulta interesante, pero es en la narración del traslado de la acusada donde ésta pierde la brújula y se convierte en algo que mezcla elementos de cintas como Van Helsing, Legión, El exorcista, y otras por el estilo, pero de manera tal que no se puede más que sonreír con cierto sarcasmo.
¿Cómo no hacerlo al ver a Behmen luchar cuerpo a cuerpo con el mismísimo señor de la oscuridad, de tú a tú? Eso es conceder demasiado a la idea de un diablo tan poco poderoso, que solo se arredra ante un libro casi mágico y cuyos rezos aparentemente tienen el poder de regresarlo al infierno, de donde no debió salir. Tal vez lo que no debió salir es un argumento tan pobre como el de esta cinta.
1 comment:
Se ve buenisima, tengo que ir a verla!!
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