¿Les gustará a los japoneses? |
Defensa anticolonial y xenofobia
extraterrestre.
Ricardo Martínez García
El poderío militar norteamericano es
mostrado en toda su capacidad destructiva en esta cinta de ficción
bélica, en la que el enemigo ya no es de esta Tierra, sino de algún
sitio del vasto universo.
Batalla Naval
(12), dirigida por Peter Berg, parece plantear el rescate de varios
iconos de la cultura norteamericana: el rock, los marines, el poder bélico y la guerra
hacia cualquier enemigo que se atreva a enfrentar a estos defensores
de la humanidad que ahora son los norteamericanos.
Con canciones de AC/DC (que Iron Man
usa de modo tan frecuente) o de los Credance Clearwater Revival, y
una honrosa inclusión en las acciones bélicas de veteranos de
guerra con prótesis o de la tercera edad, la cinta, protagonizada por Taylor Kitsch, Rihanna y Liam Neeson, intenta reivindicar a
estos sectores, que alguna vez fueron efectivos militares
importantes, pero luego la realidad los ha arrojado en la indiferencia
y en el olvido, en el mejor de los casos.
Luego de que son enviadas sondas al
espacio con mensajes sobre nuestra existencia, de pronto algunos seres captan nuestras señales, se trasladan a esta parte del universo y llegan
no en son de paz, sino con una pretendida intención de conquista.
Los seres del espacio exterior (cuyos
trajes espaciales son tan parecidos al de Iron Man, aunque
fisiológicamente más bien son enormes humanoides de manos de cuatro dedos
retráctiles y rostros monstruosos como de los Predadores, pero
poseedores de una tecnología militar muy avanzada) necesitan
comunicarse con su mundo, usando para ello la infraestructura de
investigación astronómica que hay en unas montañas de las islas en Hawaii. Necesitan generar algo
como el hueco espacial que abre Loki, el malvado hermano de Thor,
entre el mundo de Asgard y la Tierra en Los Vengadores.
En la cinta las marinas norteamericana
y japonesa realizan amistosos ejercicios en conjunto en esa zona hawaiiana (donde se encuetra Pearl Harbor), lo que pudiera ser un síntoma de conciencia
histórica por parte de los primeros, y que tal vez los inquieta un
poco, luego de más de 65 años de haber lanzado las bombas A sobre
Hiroshima y Nagasaki, las cuales representan el hito en la historia
de la capacidad de destrucción del ser humano sobre sí mismo y el
mundo, pero que en la película salva a la Tierra de la invasión
extraterrestre.
El argumento resulta así tan fantástico y semejante al de Los Vengadores, solo que sin esos simpáticos
personajes de ficción, aunque en la cinta se glorifica a otro tipo de
personajes, como el rebelde que se corrige y conquista el corazón
más difícil, a la valiente oficial de color, a los civiles y
veteranos, etc., cuyas participaciones son esenciales para que la
humanidad no sufra esa conquista espacial. La película es
interesante por ese cúmulo de iconos y símbolos norteamericanos
que dan para muchas interpretaciones y que aquí apenas sugiero. Las
cosas no son lo que parecen.
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