Todo un caso |
El arte de ser lo que se es.
Ricardo Martínez García.
Ambientada en la Inglaterra del siglo XIX, el cineasta Rodrigo
García (hijo de Gabriel García Márquez) presenta una adaptación para la pantalla grande de la novela de
George Moore titulada La singular vida de Albert Nobbs.
La cinta trata de la historia de una mujer que por necesidades de la vida se hace pasar largo tiempo por hombre, viviendo una vida que le permite ahorrar algo de dinero, pero a costa de abandonar su ser biológico, en aras de conseguir una estabilidad social y laboral –precaria también-, hasta que todo cambia cuando decide casarse.
La cinta trata de la historia de una mujer que por necesidades de la vida se hace pasar largo tiempo por hombre, viviendo una vida que le permite ahorrar algo de dinero, pero a costa de abandonar su ser biológico, en aras de conseguir una estabilidad social y laboral –precaria también-, hasta que todo cambia cuando decide casarse.
Glenn Close ofrece uno de sus trabajos más memorables, pues
su interpretación de este personaje es tan agudo que nos permite sentir empatía
natural por esta mujer jugando el rol de ser hombre (un hombre muy rígido y dedicado exclusivamente al trabajo), dentro de un mundo
marcadamente diferenciado en lo social. Su máxima aspiración es tener una vida
común y corriente, tener un negocio, casarse. Pero en esta determinación será
donde encuentre sus más grandes retos.
Es posible reconocer algo de nuestros propios espíritus
calculadores cuando vemos a Albert Nobbs cortejando a la bella Helen (Mia
Wasikowska), y al final de sus citas hacer las cuentas de lo gastado, de cuánto
gastará en un año, y de qué tiempo planea cortejarla hasta pedirle matrimonio.
Tampoco pasa desapercibido para el espectador atento el hecho de que el pintor
de brocha gorda, el señor Hubert (Janet McTeer) representa una historia paralela a la
suya.
La vocación de servicio, tan propio de los mayordomos o de
los ayuda de Cámara en la sociedad inglesa, no reconoce diferencia entre un hombre o una mujer, lo que
le importa es el propio servicio, que es casi servilismo a los clientes.
En el fondo, Albert Nobbs es un ser humano cuyo objetivo en la vida es mantenerse, sobrevivir, mezclarse, pretendiendo en ciertos aspectos ser algo que no es, pero que en el fondo no importa, o no le importa a nadie más que a ella misma, que está dispuesta a hacer de ese falso ser su ser visible, exterior, salvo en momentos únicos y preciosos de liberación. Albert Nobbs representa un caso en el que alguien fue libre de escoger ese ser que se vuelve su prisión, aunque ciertamente bajo las opresivas circunstancias sociales de su mundo.
En el fondo, Albert Nobbs es un ser humano cuyo objetivo en la vida es mantenerse, sobrevivir, mezclarse, pretendiendo en ciertos aspectos ser algo que no es, pero que en el fondo no importa, o no le importa a nadie más que a ella misma, que está dispuesta a hacer de ese falso ser su ser visible, exterior, salvo en momentos únicos y preciosos de liberación. Albert Nobbs representa un caso en el que alguien fue libre de escoger ese ser que se vuelve su prisión, aunque ciertamente bajo las opresivas circunstancias sociales de su mundo.
Las actuaciones, la adaptación y ambientación realizada en
esta cinta, más las inclusiones de Mia Wasikowska (a quien vimos en la serie “En
Terapia”, producida por el propio García) por parte del director son más que
acertadas, logrando una buena cinta de época. Seguramente Glenn Close estará
compitiendo en la próxima entrega de los Óscares con Michelle Williams por su
trabajo en “Mi semana con Marylin”.
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