Ricardo Martínez García
La película Divergente,
del director Neil Burger, está basada en el libro de la joven
escritora Veronica Roth, de 25 años, titulado Divergente, y
cuenta con una secuela de dos libros: Insurgente y Lealtad,
publicados en 2011, 2012 y 2013 respectivamente.
La historia está ambientada en alguna
sociedad norteamericana después de una guerra masiva, y los
sobrevivientes son organizados en facciones bien delimitadas. Cada
facción social tiene sus respectivos roles, y cada miembro que nace
y crece en ellos tiene oportunidad de hacer un examen de aptitud
para determinar a qué facción quiere pertenecer, e incluso elegir,
por única y primera vez, la facción a la que desean ingresar.
La película refleja las tendencias
autoritarias de lo que se supone un gobierno racional, las
contradicciones entre las habilidades naturales y el ejercicio de la
libertad o la libre autodeterminación, o las que hay en torno a la
vida organizada socialmente y la vida individual. Parecería que lo
que se desea dejar en claro es el límite de los alcances de la
libertad (elegir una de las facciones existentes y quedarse en ella)
y su relación con la necesidad de control social, enfatizando los
beneficios de tener una sociedad organizada casi mecánica o
robóticamente. El orden social sobre cualquier otra cosa.
La historia se centra en Tris Prior
(Shailene Woodley), en su novio Four (Theo James) y en aquellos que
no encajan bien en ninguna de las facciones disponibles: Verdad,
Erudición, Cordialidad, Osadía y Abnegación.
Al no encajar en ninguna de esas
facciones, algunas personas son consideradas peligrosas, y por ello
deben ser eliminadas, por poner en peligro ese orden social, tan
arbitrariamente logrado.
Tal vez el espectador se pregunte por
qué solo esas serían las facciones existentes, siendo que el ser
humano es pluridimensional, pero esa es justamente la idea fascista:
que el ser humano en realidad debe ser unidimensional, y por eso se
le debe categorizar y conducir a alguna “facción”.
Por la temática y manera de abordarla,
la cinta puede compararse con las de la serie de los Juegos del
Hambre, incluso ambas series tienen como heroína a una joven
adolescente, y tienen que luchar contra el sistema establecido.
Ubicada en un futuro próximo, las
acciones están ambientadas en edificios ruinosos, con aire de
abandono y de deterioro. Predecible hasta cierto punto, el resultado
es una cinta entretenida y que da pie a algunas reflexiones, algo
como lo que ocurre con cintas como Bee Movie o
las citadas de la serie de los Juegos del Hambre.
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