Monday, August 31, 2009

El Cuarto de los Muertos


Secuestros y Perversión

Ricardo Martínez García

A diferencia del famoso director norteamericano Jonathan Demme, el cineasta francés Alfred Lot realiza un estupendo thriller sicológico policiaco en El Cuarto de los Muertos (09), a partir de una novela de Franck Thilliez, sin una figura preponderante como lo fue el personaje del doctor Anibal Lecter en el libro de Thomas Harris y la cinta El silencio de los Inocentes (91). Pero a cambio gana en frescura y agilidad.

Lucie (Mélanie Laurent) es una joven agente de policía que encuentra el caso más grande de su corta carrera en el momento en que se integra al equipo que investiga el secuestro de una niña, y que termina con la muerte del padre al pretender pagar el rescate. La muerte de este señor se produce gracias a un par de irresponsables que lo atropellan en medio de la operación de rescate, sin saber que esto les acarreará más problemas que el beneficio de quedarse con los dos millones de euros que el padre pensaba pagar por el regreso de su hija, que muere también.

La excelente formación profesional de Lucie en sicología forense, victimología y varias otras ciencias criminalísticas le permite encontrar pistas en las escenas del crimen que pronto le ganan el reconocimiento de su jefa, por lo que cada vez se inmiscuye más en la investigación. Pronto hay otra niña secuestrada, Lucie se da cuenta de varias coincidencias y perfila la personalidad del probable autor de los secuestros. Cree que lo que está haciendo el criminal es recrear míticamente algún evento traumático de su pasado.

En breves flasbacks que no sabemos bien a bien (sino hasta el final) a quién pertenecen vemos a un par de niñas que están encerradas en algún siniestro y sórdido lugar. Una de ellas logra escapar y le promete a la otra volver por ella.

Como en El Silencio de los Inocentes, hay una persona sicótica que se dedica a disecar animales, colecciona objetos execrables y vive de una manera enfermiza. Las pistas de Lucie la llevan a descubrir el lugar donde se encuentra e ir a su captura. El ritmo, la tensión y el saber qué pasará mantienen al espectador ansioso e interesado por el modo en que concluirá esta excelente cinta que se exhibe en el 13° Tour de Cine Francés.

A pesar de que hay ciertos elementos que ubican a esta cinta al lado de la dirigida por Demme, es una buena película del género que no desmerece para nada de aquel clásico del 91. No se la pierda si gusta de personajes como el de Clarice Sterling, pues Lucie es igual o más avispada que aquel que consolidara a Jodie Foster, aunque aquí no hay un Lecter que le sirva de guía y que le dé glamour a la cinta.

Ricky

Solo los Niños Van al Cielo

Ricardo Martínez García

¿Cómo lidiar con la pérdida de un hijo pequeño? Parecería que esta cinta, Solo los Niños Van al Cielo (Ricky, 08) dirigida por el cineasta parisino François Ozon es la respuesta menos agresiva para una pregunta como esa. Katie (Alexandra Lamy) es una deprimida madre soltera que trabaja en una industria química, donde conoce a Paco (Sergi Lopez, al que vimos en El Laberinto del Fauno), y surge entre ellos una irresistible atracción, de la cual nacerá Ricky.

Todo parece normal, el tono de la cinta muestra las complicaciones normales de una pareja recién formada, con una sexualidad a flor de piel, hasta que el nacimiento de Ricky comienza a cambiar los hábitos de Katie y Paco, quien aunque no es muy cariñoso tampoco es mal padre. Pero el bebé de pronto presenta moretones en la espalda, así que Katie sospecha de maltratos de Paco y éste, ofendido, se marcha de casa.

Hasta ahí el drama es completamente humano y creíble, normal y comprensible, pero comienzan a suceder ciertos cambios en Ricky que sugieren que la segunda parte de esta fábula es más que nada la catarsis que una pareja de padres necesita para hacer frente a la pérdida de un bebé. Ocurren cosas fantásticas que cambian completamente el cariz de la cinta y que la acercan peligrosamente a lo cómico involuntario, e incluso para algunos a lo ridículo.

La hija de Katie, Lisa (la estupenda Mélusine Mayance), cuyo punto de vista infantil parece ser el hilo conductor de esta historia, es la que más resiente las situaciones que se plantean, primero por el cambio que su madre muestra al conocer a Paco y los miedos que esto le genera, luego por la llegada de su nuevo hermano, y finalmente por la pérdida de éste. Es ella la que le pone nombre a su hermanito y la que lo cuida de la manera más desinteresada, la que parece más centrada incluso que su propia madre.

Esta niña actriz es todo un fenómeno y seguramente tiene un gran futuro en la industria cinematográfica. La cinta está basada en un cuento corto de la escritora británica Rose Tremain titulado “Angel” y se exhibe en el 13° Tour de Cine Francés de la Ciudad de México.

Friday, August 28, 2009

El espejo

El reflejo de un pueblo

Ricardo Martínez García

Discípulo de Mikhail Romm en la Escuela Estatal de Cine de Moscú, Andrei Tarkovsky imprime en sus cintas una extraña pero atractiva mezcla de poesía, grandes imágenes impresionistas, escenas oníricas que harían las delicias de gente como David Lynch por las tramas no lineales y anticonvencionales en las que el simbolismo y el espíritu histórico de su patria son uno y lo mismo.

En El espejo (Zerkalo, 74), cinta que forma parte de la Semana de Cine Ruso, Tarkovsky nos muestra a una madre en la campiña, María (la hermosísima Margarita Terekhova), como si fuera la madre Rusia que espera el eterno retorno histórico de su amado esposo, ausente pero presente en su memoria y en su conciencia. No por nada es ella la que llevará la voz narrativa en la cinta.

A través de una especie de collage de imágenes Tarkovsky nos hace ver una parte de la historia de Rusia del siglo XX. Las grandes batallas de guerra, los trabajos militares, los avances científicos, el control en la prensa, la hipnosis, el entrenamiento militar para niños, las armas, la muerte.

También las relaciones de la ex URSS con otros países se refleja aquí, como cuando se muestra a unos españoles exiliados del franquismo avencindados con ellos, hablando en español de tauromaquia o bailando flamenco, o a unos chinos que al parecer pretenden algún tipo de asociación con el ejército rojo.

El interés histórico de Tarkovsky queda más que patente cuando una institutriz fantasma le pide al hijo de María (o su nieto) que lea un texto escrito por Alexander Pushkin que habla de la importancia histórica que ha jugado Rusia en la conformación europea y en el desarrollo del cristianismo.

El contraste de color en las escenas es usado como recurso para enfatizar estados de ánimo, o para remarcar el cambio de lapsos de tiempo. Hay escenas de eventos naturales que, filmados por Georgy Rerberg, camarógrafo de Tarkovsky, adquieren un carácter antinatural, como de pesadilla, con algo siniestro pero a la vez magnánimo e irrepetible. Ver el viento soplar sobre la hierba, o cómo arde una cabaña en medio del bosque, o cómo se azotan las cortinas se vuelven escenas fantasmagóricas bajo la concepción visual de este extraordinario director muerto en Francia en 1986.

El espejo es considerada por muchos como la mejor película de Tarkovsky, sea por su carácter autobiográfico e histórico, sea por la concepción estética audiovisual que le imprimió y por la peculiar trama. Lo que sí es cierto es que no es una cinta apta para la mayoría del gran público consumidor de palomitas. Pero representa la oportunidad de ver algo de lo mejor que ha producido el influyente cine ruso hasta ahora.

Thursday, August 27, 2009

El Inspector Bellamy


Fábulas de Detectives

Ricardo Martínez García

Paul Bellamy es un famoso inspector de la policía en París. Pero está de vacaciones en la tierra de su esposa Françoise (la bella Marie Bunel). En lugar de descansar durante el verano, se ve envuelto sin querer en un caso sobre la desaparición de un estafador de una compañía de seguros y también de la de uno de los indigentes del pueblo.

Dirigida por el muy experimentado y veterano cineasta Claude Chabrol, El Inspector Bellamy (09) nos muestra a un Depardieu (muy entrado en carnes por cierto) que ni mandado a hacer para este papel. Su forma de interrogar y entrevistar a los involucrados en los casos nos da una idea de sus formas de vida, su trabajo de investigación documental no se ve pero se sabe que la hizo y bien. No por nada es un policía famoso que ha escrito sus memorias y es reconocido.

La trama poco a poco se va enredando, hay pasiones humanas que aparentemente están controladas pero se presiente que de un momento a otro la tensión estallará. Lo interesante está en ver cómo ocurrirá, si ocurre. Las relaciones de Bellamy con su esposa contrastan aparentemente con las que tiene con su medio hermano Jacques, tan diferente pero tan parecido al inspector. La violencia está a flor de piel.

Bellamy es frío y cerebral, pero no es lo que se diría un hombre de acción, a pesar de o debido a su corpulencia. Además lucha constantemente por tener a raya su gusto por el alcohol. Pero sus diálogos (escritos por Chabrol y Odile Barski) recuerdan un poco a algunos clásicos del género en la literatura, como a Sam Spade, el famoso detective creado por Raymond Chandler, o al tierno Padre Brown, de G. K. Chesterton.

En este caso lo importante no es la solución del caso, después de todo Bellamy está de vacaciones, sino lo que se desata en el transcurso, todos aquellos hechos inesperados que ocurren, las sospechas que se generan, las relaciones que se construyen o que se rompen. Es una especie de breve examen de la condición humana que nos revela cosas que habían estado ahí pero que necesitaron pequeñas pistas para aflorar.

Depardieu realiza una labor más que aceptable, como casi siempre, en esta cinta que genera interés tanto por la trama como por las actuaciones, pero sin la espectacularidad ni efectos especiales a que nos tienen acostumbrados algunas cintas del mismo género de origen norteamericano. Se exhibirá dentro del 13° Tour de Cine Francés a realizarse en Cinépolis.

Wednesday, August 26, 2009

Confesiones en Familia

La vida secreta de las familias cotidianas
Ricardo Martínez García


Dentro del 13º Tour de Cine Francés, a realizarse del 11 de septiembre al 26 de noviembre en algunas salas de la capital, se presenta la cinta Confesiones en Familia (Un conte de Noël, 08), dirigida por Arnaud Desplechin y protagonizada por la siempre bella Catherine Deneuve, Jean-Paul Rousillon y Mathieu Amalric, el excelente actor de La escafandra y la mariposa.

Sin llegar a los niveles de tragedia y perversión familiar de Festen (Vitenberg, 98), pero sin la reconciliación y alegría por la vida en La Boda de Raquel (Demme, 09), Confesiones en Familia es una cinta que nos muestra con detalle ciertos aspectos de la vida de los miembros de una familia de clase media francesa.

En la historia primigenia de esta familia encabezada por Junon (Deneuve) y Abel (Rousillon) está la tragedia de haber perdido por un tipo de leucemia a su primogénito, a quien el nacimiento de su tercer hermano podría haber salvado de haber sido con su médula ósea.

La familia entonces se formó con los tres hijos restantes de la pareja, cada uno con una personalidad y una vida demasiado diferente a la de sus hermanos. Rencores incomprensibles o que datan de hace mucho tiempo condicionan así las relaciones entre los hermanos, con problemas y sentimientos no resueltos que saltan a la luz en vísperas de la Nochebuena y durante ella.

Otro motivo para la reunión es visitar a Junon, aquejada a su vez de un extraño cáncer de sangre que amenaza con dar fin a sus días. Resulta inquietante cómo el yerno de Junon calcula matemáticamente el tiempo de sus posibilidades de vida. Una solución es encontrar un donante de médula ósea compatible con ella, en una historia que aparentemente se repite, lo cual genera todavía más recelo y sospechas entre los hermanso, una vez que han planeado reunirse para la cena de navidad –hecho que da el título francés a la película-.

La cinta dura más de dos horas, no apela a sentimentalismos ni dramatismos de ningún tipo; más de un espectador podrá encontrar cierto simbolismo en su trama y en algunas escenas, como cuando Abel recita unos versos y en pantalla aparecen imágenes citadinas de soledad, de desolación. Los versos de Abel son claros pensamientos filosóficos que aluden a la búsqueda del ser, a una reflexión sobre la existencia misma.

Las actuaciones son excelentes, pero sin extralimitarse. Es una cinta recomendada sobre todo para quien gusta del buen cine europeo y mundial.

Friday, August 21, 2009

Corazón del Tiempo


Amor Militante

Ricardo Martínez García

Con un guión escrito por el mítico corresponsal de La Jornada en tierra zapatista Hermann Bellinghausen y por el comprometido director mexicano Alberto Cortés, Corazón del Tiempo es una cinta que narra la vida cotidiana de una mujer tojolabal que se enamora de un militante del Ejército Zapatista estando ya pedida por otro miembro de la comunidad.

Detrás de la historia de amor está el retrato de la vida de todos los días de los miembros de la comunidad que viven y esperan el triunfo del EZLN, que viven implementando su autonomía de decisión respecto a su forma de vivir y de ganarse la vida y el apoyo irrestricto al movimiento rebelde, con el cual tienen una relación de completo respeto, el cual se manifiesta en su elegante y anticuado modo de dirigirse los unos a los otros, al momento de realizar sus asambleas.

Detrás de la historia de los soldados rebeldes acuartelados y perfectamente organizados está el retrato de la vida cotidiana de algunos de ellos, de cómo la vida florece entre ellos, se enamoran unos, se separan otros, pero ante todo está la historia de una mujer que reivindica su derecho a decidir sobre sí misma, haciendo a un lado la vieja tradición de dejar que otros le arreglen la vida a las mujeres.

Más que una cinta de ficción parece por momentos un atemporal documental sobre la vida en las comunidades en resistencia y sobre la tensión –también cotidiana- que se genera con los efectivos del ejército federal, quienes ejercen sobre aquellas una férrea vigilancia, además de la denuncia de la existencia de paramilitares.

La excelente fotografía a cargo de Marc Bellver nos muestra escenarios de selva, de niebla, de pequeños y paradisíacos valles en donde todo es verdor, escenas acuáticas que dan una idea de la alegría por la vida que tienen ciertos niños de la comunidad.

La música, compuesta por Descemer Bueno y Kelvis Ochoa logra un ensamble perfecto con la historia narrada; la cinta cuenta con las participaciones de Cecilia Toussaint, de algunos miembros del grupo Ojos de Brujo como Xabi Turul, y de los niños y la marimba de San José del Río, lugar de la filmación en medio de la selva Lacandona.

Se trata de una cinta muy diferente de las que suelen poblar la cartelera comercial, pero al final es realmente disfrutable.

Saturday, August 15, 2009

G I Joe


Ficción sin demasiada ciencia

Ricardo Martínez García

Visualmente parecida a las exitosas series basadas en cómics de los X-Men, Los Cuatro Fantásticos, Iron Man y otras, G. I. Joe propone una historia dramática en la que como siempre aparecen los bandos clásicos de los malos y los buenos.

G. I. Joe es un cuerpo militar de absoluta élite (su frase es “cuando los demás fallan, G I Joe no”) que rescata a unos soldados a punto de perder ciertos artefactos de tecnología nanométrica a manos de un maloso llamado McCullen (que resulta ser el mismo que fabrica y vende esa tecnología a la OTAN).

Sin duda atractiva para el público infantil, esta cinta dirigida por Stephen Sommers, que ha dirigido también La Momia y Van Helsing, cuenta con mucha acción y aventuras tanto submarinas como aéreas, en la tundra y en el desierto, escenas de persecuciones en París y mucha, mucha destrucción por cualquier camino por donde anden estos paladines de la justicia incomprendidos e ignorados por el gran público.

El reparto es de lo más variado, pues están presentes actores experimentados como Brendan Fraser, Jonathan Pryce, Dennis Quaid, aunque los protagónicos están a cargo de Sienna Miller (la baronesa Anna), y los poco conocidos Channing Tatum (Duke), Rachel Nichols (Shana “Scarlett” O´Hara) y Marlon Wayans (Ripcord).

En esta cinta se privilegian demasiado los efectos especiales, haciendo de lado muchos elementos que tendrían que ser mínimamente justificados con algo de ciencia de verdad, como el vuelo increíble de naves extraordinarias, la construcción de súper trajes militarizados y la manipulación del cuerpo humano con tecnología, ésta sí, de ciencia real: la llamada nanotecnología, presente hasta ahora sobre todo en los microprocesadores para computadoras, pero cada vez con más presencia en las industrias.

Lo que queda claro es que la historia de la humanidad está llena de oportunistas que se comportan como mercenarios en el mejor de los casos, como el dueño de las industrias M.A.R.S. el señor McCullen, que les vende armas tanto a los enemigos de la OTAN como a la OTAN misma. Lo que no queda claro es qué desea a fin de cuentas ese mismo McCullen que luego devendrá en el siniestro Destro. El secreto, dice, está en venderle a las dos partes del conflicto, pero sin que se den cuenta. No es como el personaje de Iron Man, Tony Stark, dueño de Industrias Stark, fabricantes de armas, que se redime y termina luchando contra los malos.

Lo novedoso de esta cinta de acción y ficción es la introducción de personajes hasta ahora no tan populares como otros del mismo género. Se trata de una película palomera buena para pasar el rato en compañía de los niños.

Solo quiero caminar


Fábulas de delincuentes hispanos y mexicanos

Ricardo Martínez García

Solo quiero caminar (08) es la historia de unos hombres de negocios sucios con operaciones internacionales comandados por Félix (José María Yazpik) y su hombre de confianza, el frío matón Gabriel (Diego Luna). Sus negocios (¿qué otra cosa podría ser más que de drogas?) son descomunales pero como previsiblemente sucede a ciertos hombres con mucho dinero, Félix en su soberbia se encapricha con una bella mujer española, Ana (Elena Anaya), sin darse cuenta de que eso le acarreará la ruina. Gabriel (cuya imagen parece una calca de algún personaje de Perros de Reserva, de Tarantino, o como la del agente Booth, de la serie Bones), tiene un código de honor pero que tarda bastante en aplicar, y para no ser menos que su jefe, se enamora a su vez de la hermosa femme fatale Aurora (la excelente Ariadna Gil) a quien conoce cuando ésta viene a México.

Solo quiero caminar es la más reciente película del madrileño Agustín Díaz Yanes, director de la cinta Alatriste (06) que pasó sin pena ni gloria, al menos en México, a pesar de contar en su personaje protagónico con el carismático Viggo Mortensen y basado en el famoso personaje de Arturo Pérez-Reverte.

Solo quiero caminar es la historia de unas ladronas hispanas roedoras comandadas por Gloria Duque (la eficaz Victoria Abril), su mejor discípula la muy competente técnicamente Aurora, y la novata Paloma (Pilar López de Ayala). El modus operandi de este equipo femenil recuerda el sonado asalto a las cajas de seguridad de un banco por el rumbo de Tecamachalco hace ya cierto tiempo. A pesar de su dominio técnico, a estas mujeres algo les falla al final de un golpe, por lo que Aurora cae en prisión. Eso da ocasión para que Gloria y Paloma muestren que ciertos elementos del sistema de justicia español –o como en cualquier parte del mundo- también saben recibir sus incentivos para acelerar la liberación de Aurora, a la que esperan en México para asestar un golpe final además de cobrarle a Félix los costos de sus caprichos.

Solo quiero caminar es una película que oscila entre colocarse junto a cintas como Asalto (Mamet, 01), El Robo del Siglo (Donaldson, 08), la mencionada Perros de Reserva (Tarantino, 92) o situarse al lado de Al filo de la ley (Urquieta, 86) o ya de plano junto a Emilio Varela Vs. Camelia la Texana (Díaz, 87), así de amplio es el rango de este largometraje de Díaz Yanes. Hay muchos golpes, balazos, algo de sangre, y hay sobre todo diálogos coloquiales y picantes (o que al menos pretenden serlo) con ciertas dosis de humor y sarcasmo.

Solo quiero caminar es una cinta de buen ritmo, hasta cierto punto superficial pero que nos permite ver en acción a un gran equipo de actrices españolas, muy majas y todo, aunque sus papeles sean (sobre todo el de Gil) un poco increíbles. Aurora nos recuerda a un ladrón técnico como el que hace Robert De Niro en Fuego contra Fuego (Mann, 95), o al que hace Gene Hackman en la mencionada Asalto, una especie de McGiver femenina. Por otra parte el trabajo de José María Yazpik y Diego Luna, además del de Ana Ofelia Murguía y algunos otros, es bastante bueno, en especial el de Luna, que cada vez se muestra actuando mejor.

Solo quiero caminar es una cinta en la que las escenas de acción como las persecuciones o el choque de autos están regularmente logradas. En ese rubro realmente las producciones hispanomexicanas todavía no alcanzan el nivel de las hollywoodenses, aunque poco a poco acortan esa brecha técnica, es cuestión de sentido común. La escenografía en la ciudad de México puede pasar desapercibida para el capitalino promedio, de tan cotidianas que le son a él, pero alguien que vive en otro lado no sabrá que hay escenas filmadas en la estación del metro San Lázaro, o en calles de Tacubaya o del centro de la ciudad. Como para los mexicanos que no hemos estado en España los escenarios nos resultan desconocidos. Se trata de una cinta entretenida y disfrutable, ligera y visualmente atractiva, con un elenco bastante atractivo.

Solo quiero caminar es el marco perfecto para ver a Manuel Mijares cantando una versión más que digna del clásico de Roy Orbison Pretty Woman, en la fiesta de matrimonio de Félix, la que representa la típica fiesta de mafiosos que pueden contratar a algún artista famoso para que amenice su evento. El título de la cinta alude al hecho de querer hacer algo justamente cuando no se puede hacer ya. Bien por ellos.