Saturday, August 15, 2009

G I Joe


Ficción sin demasiada ciencia

Ricardo Martínez García

Visualmente parecida a las exitosas series basadas en cómics de los X-Men, Los Cuatro Fantásticos, Iron Man y otras, G. I. Joe propone una historia dramática en la que como siempre aparecen los bandos clásicos de los malos y los buenos.

G. I. Joe es un cuerpo militar de absoluta élite (su frase es “cuando los demás fallan, G I Joe no”) que rescata a unos soldados a punto de perder ciertos artefactos de tecnología nanométrica a manos de un maloso llamado McCullen (que resulta ser el mismo que fabrica y vende esa tecnología a la OTAN).

Sin duda atractiva para el público infantil, esta cinta dirigida por Stephen Sommers, que ha dirigido también La Momia y Van Helsing, cuenta con mucha acción y aventuras tanto submarinas como aéreas, en la tundra y en el desierto, escenas de persecuciones en París y mucha, mucha destrucción por cualquier camino por donde anden estos paladines de la justicia incomprendidos e ignorados por el gran público.

El reparto es de lo más variado, pues están presentes actores experimentados como Brendan Fraser, Jonathan Pryce, Dennis Quaid, aunque los protagónicos están a cargo de Sienna Miller (la baronesa Anna), y los poco conocidos Channing Tatum (Duke), Rachel Nichols (Shana “Scarlett” O´Hara) y Marlon Wayans (Ripcord).

En esta cinta se privilegian demasiado los efectos especiales, haciendo de lado muchos elementos que tendrían que ser mínimamente justificados con algo de ciencia de verdad, como el vuelo increíble de naves extraordinarias, la construcción de súper trajes militarizados y la manipulación del cuerpo humano con tecnología, ésta sí, de ciencia real: la llamada nanotecnología, presente hasta ahora sobre todo en los microprocesadores para computadoras, pero cada vez con más presencia en las industrias.

Lo que queda claro es que la historia de la humanidad está llena de oportunistas que se comportan como mercenarios en el mejor de los casos, como el dueño de las industrias M.A.R.S. el señor McCullen, que les vende armas tanto a los enemigos de la OTAN como a la OTAN misma. Lo que no queda claro es qué desea a fin de cuentas ese mismo McCullen que luego devendrá en el siniestro Destro. El secreto, dice, está en venderle a las dos partes del conflicto, pero sin que se den cuenta. No es como el personaje de Iron Man, Tony Stark, dueño de Industrias Stark, fabricantes de armas, que se redime y termina luchando contra los malos.

Lo novedoso de esta cinta de acción y ficción es la introducción de personajes hasta ahora no tan populares como otros del mismo género. Se trata de una película palomera buena para pasar el rato en compañía de los niños.

2 comments:

Gabylu said...

De verdad aparece Brendan Fraser???

Unknown said...

Tiene una pequeña aparición como un teniente o algo así. Además hay que recordar que conoce al director desde que filmaron La Momia. En realidad no luce mucho su papel, pero cuando veas la película te dará gusto constatar que sí aparece ahí.