Los sustos están en otra parte |
Fórmula probada
Ricardo Martínez García.
De acuerdo con lo que ha dicho el
director de “Archivo 253”, Abe Rosenberg, a los medios de
comunicación, la cinta fue filmada antes de la demolición del
edificio en ruinas de la Clinica Psiquiátrica San Rafael, en 2013.
Previamente ya había dejado de funcionar como tal en el 2009, pero
si se demolió el edificio, ¿cómo fue que encontraron ese material
fílmico? ¿Quién y cómo fue que fueron encontrados los equipos de
filmación que registraron las escenas que componen esta cinta?
Como
argumento promocional está bien, pero lógicamente resulta poco
creíble.
La experiencia de entrar en un mundo
desconocido, sumergirse en otro tipo de realidades siniestras, por la
pura curiosidad, o por la necesidad de emociones grandes, lleva a un
grupo de amigos a ingresar al ruinoso edificio que albergaba la
enorme clínica psiquiátrica San Rafael.
Con un formato fílmico que hacer
recordar cintas del mismo género como “El proyecto de la bruja de
Blair”, o las españolas “REC”, entre otras, en el cual se
filma lo que se va experimentando (algo que de manera más atractiva
realiza el equipo de la psíquica o vidente Aurora –Geraldine
Chaplin- en El Orfanato, de J.A. Bayona), con la cámara al hombro o
en la mano, filmando como supuestamente se va avanzando en el
laberíntico conjunto de pisos, pasillos y habitaciones
desmanteladas.
Sin prácticamente efectos especiales,
Rosenberg apuesta por la ambientación escénica y el suspenso que
pretende construir con la exploración (de noche) que realizan los
protagonistas en el viejo edificio. La claustrofobia que
experimentan, más la repulsión en ciertas zonas y la provocación
gratuita a la manifestación de entidades resultan previsibles y
artificiosas, por lo que el argumento resulta inconsistente y
endeble.
La cinta debía haber sido más bien
sobre lo que el director ha comentado a los medios especializados que
cubrieron su estreno, pues comentó anécdotas interesantes: que al
filmar, la protagonista femenina sufrió una descompensación al
encontrarse con unos dibujos perturbadores que eran parte de un
expediente (y que no aparecen en la cinta) de un paciente de la ex
clínica psiquiátrica, o que el equipo de producción no quería
trabajar de noche porque oyeron cosas que los espantaron, o que
sentían el ambiente muy pesado, con mala vibra. Tal vez así sí
habría sido una cinta de terror.
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