Papi Guerrero |
Héroes de guerra incógnitos.
Ricardo Martínez García
La cinta de David Ayer Corazones
de Hierro (Fury, 14) es un ensayo fílmico en el que se
intenta retratar la irracionalidad de la Segunda Guerra Mundial,
donde la lógica de la sobrevivencia o del exterminio, como en
cualquier otra guerra total, es “o los matamos o nos matan”.
El sargento Wardaddy (Brad Pitt) es el
comandante de un tanque norteamericano que ingresa a territorio
alemán, poco antes de la caída de Berlín, en el cual sus cinco
tripulantes hacen todo lo que pueden ante la superioridad de los
tanques alemanes. Al parecer solo la determinación de los valientes
soldados norteamericanos les hizo posible salir vencedores al final,
ante ese formidable enemigo (de ahí, probablemente, el subtítulo en
español de la cinta) que solo se rindió ante la evidencia atómica.
Dentro del género de películas
bélicas, muchas de ellas se han esforzado en mostrar los horrores de
la guerra. La destrucción, las muertes, el exterminio de grupos
étnicos, la crueldad, la resignación de matar o morir porque así
son las cosas, son mostradas en muchas de ellas, pero pocas aluden a
las razones originarias y profundas que condujeron a tales estados de
barbarie humana. Claro, su idea no es documentar la historia,
denunciar las causas, sino solo recrear el horror.
El director David Ayer (quien estuvo
enrolado algunos años en la Marina como operador de radar de un
submarino nuclear) muestra en gran medida el drama humano del soldado
que se enfrenta a una muerte inminente, o atestigua muertes
intencionadamente descarnadas y absurdas, que fueron hechos
totalmente reales, aunque esta narración fílmica sea ficticia.
El espectador ve la vívida e intensa
recreación escénica (es la magia del cine) de uno de los horrores
más terribles que la humanidad ha vivido en su historia reciente,
desde la comodidad de su butaca, comiendo palomitas y riendo ante las
ocurrencias y desvaríos de un soldado ebrio. El resultado, en la
mayoría de los cinéfilos, es la banalización de lo trágico y así
el drama se vuelve espectáculo puro.
Así son las cosas.
No comments:
Post a Comment