Wednesday, November 21, 2007

Nick Cave

Más que un trovador de Saloon
Ricardo Martínez García


El trabajo musical de Nick Cave se remonta desde la segunda mitad de la década de los setenta y llega hasta nuestros días, con una sólida carrera con su grupo, The Bad Seeds, e incursiones en el mundo del celuloide. Su trabajo más reciente para el cine es el soundtrack de la cinta El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford.

Cave ha mantenido un trabajo musical constante desde que tuvo la idea de reunir, en 1983, a un grupo de alto voltaje con su viejo amigo Mick Harvey, con el guitarrista alemán Blixa Bargeld, de Einstürzende Neubauten y el bajista inglés Barry Adamson, de Magazine (que después sería sustituido por Martyn P. Casey), y hacerse llamar The Bad Seeds.

El grupo ha producido más de quince grabaciones en estudio, además de recopilaciones y presentaciones en vivo y de música para cine. Por si fuera poco, Cave ha escrito tres libros hasta ahora, entre los que destaca And the Ass Saw the Angel.

Nick Cave, australiano de cara adusta y gesto furibundo (dicen que forma parte de un club semi secreto llamado Los hijos de Lee Marvin, que agrupa a artistas parecidos al actor, supuestamente organizado por Jim Jarmusch), fue fundador junto con Mick Harvey del grupo Boys Next Door en 1977, y llamado posteriormente Birthday Party en 1980.

Poseedor de una potente voz de barítono, Cave mantiene obsesiones líricas que van desde temas como el amor sexual a la sofisticada reflexión religiosa de inclinación cristiana, pasando por la descripción de la vida cotidiana desde sus ángulos más oscuros, así como la recuperación de mitos primigenios y leyendas tradicionales. Tales son las razones por las que se le liga con otros compositores y cantantes como Tom Waits, Leonard Cohen o Jarvis Cocker.

La carrera de Nick Cave and The Bad Seeds, nombre que hace alusión a las semillas de la mariguana y que también fue el nombre de un grupo tejano de la década de los sesentas, se ha caracterizado por contar con una marcado estilo propio que los identifica plenamente, pero sin carecer de la debida experimentación musical.

El estilo del grupo, que se ganó la etiqueta de post punk en sus primeros años y trabajos (y que lo colocó cerca de grupos como Pere Ubu) fue enriquecido con la influencia de David Bowie, Lou Reed, Roxy Music y Ramones, entre otros.

El grupo no ha dejado de sorprender a sus fans más fieles (aunque perdió a muchos no tan fieles y ganó bastantes nuevos adeptos) desde que en 1990 lanzó The Good Son, grabado durante su estancia en Sao Paulo, el cual significó una ruptura con sus orígenes punketos, pues cuenta con un fuerte lirismo religioso y bellos arreglos orquestales, sin la fuerza casi violenta de sus anteriores discos.
Cuando lanzaron The Murder Ballads (96), hacía rato que había cambiado la vieja clasificación con la que se les ubicaba. El álbum rescata canciones tradicionales originarias del oeste norteamericano de estilo folk o country, y ofrece dúos con P J Harvey (hermana de Mick) y Kylie Minogue; además modificó sensiblemente la percepción musical sobre su multigenérica carrera.

Canciones como Foi Na Cruz, The Weeping Song, The Good Son, Where the Wild Roses Grow, Time Jesum Transeuntum et non Riverentum son una muestra del rango musical que imprime Cave a sus composiciones.

Uno de los discos más íntimos, personales y melancólicos de Cave y sus Malas Semillas es el titulado The Boatman´s Call (97), el cual le hizo ganar respeto por su lograda amalgama con el blues y una lírica romántica religiosa, con un estilo musical limpio, sobrio y maduro y composiciones construidas alrededor del piano interpretado por el propio Cave.

Nick Cave en el cine

Cave ha colaborado como actor en dos filmes de Wim Wenders: Las Alas del Deseo (87), y cuatro años después en Hasta el fin del Mundo; ha participado también en documentales como en September songs: The music of Kurt Weill (91), y en Leonard Cohen: I´m your man (05). Se pueden escuchar algunas de sus composiciones en películas como Scream 3, con la canción Red Right Hand, o en Shrek 2, con un fragmento de People ain´t no good interpretado por un triste Capitán Garfio al piano.

Ha compuesto también tres soundtracks: Ghosts… of the civil dead, To have and to hold (ambos en colaboración con Mick Harvey y Blixa Bargeld), y The proposition. Pero su trabajo como compositor de la música, junto con Warren Ellis, para El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford (07), del director australiano Andrew Dominik, representa su más reciente colaboración cinematográfica.

La música de esta película resulta tranquila, lánguida y melancólica, utilizada para ambientar el carácter rural de los escenarios o para enfatizar algunas elipsis. El estilo no es novedoso, pues recuerda algunos momentos musicales de The Murder Ballads (álbum muy próximo, musical y líricamente, al ambiente rural de fines del siglo XX norteamericano) o de The Boatman´s call.

El resultado del trabajo de Cave y Ellis es un complemento más que discreto para la larga trama argumentativa enfocada en los detalles sicológicos de los protagonistas, en los que se resalta su ambigüedad moral: el cobarde no era tan cobarde (sus discusiones con Jesse James así lo muestran, además de su lucha interna) y James no es tan valiente (pues también él mata por la espalda y maltrata indefensos) mostrando su paranoia cada vez que puede.

Cave aparece al final de la película como trovador de saloon, cantando con su guitarra unas coplas nada halagadoras sobre Robert Ford, quien presente y borracho en el lugar se enfada con el cantante, al punto de echar bala y darse a conocer: “yo soy Robert Ford, y no eran tres sino dos los hijos de Jesse”, aclara.

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